Resorte y P.O.D abrieron el concierto de los californianos la noche del domingo
Ráfagas de rocanrol de los Red Hot Chili Peppers iluminaron el Foro Sol
"No sabemos español, pero esta canción es del corazón para ustedes" y soltaron Universal speaking Un grupo de jóvenes besó el piso y dijo que ahora sí "era suelo sagrado"
JORGE CABALLERO
El otoño dejó caer una inconmensurable ráfaga de rocanrol y texturas luminosas por absolutamente todos los rincones del Foro Sol, la noche del domingo; los responsables fueron los integrantes de la banda más original de la década de los 90: Flea Chad, Anthony Kiedis, Chad Smith y John Frusciante, o sea, Red Hot Chili Peppers.
Una noche otoñal, en la que los 50 mil fanáticos, nuevos fanáticos y fanáticos de siempre que no se afrentan, se desquiciaron ante el concierto-hit que ofrecieron los californianos, quienes provocaron una hermosa locura desenfrenada, únicamente en varios puntos de las gradas y en el mosh pit, que hizo desfallecer de placer a buena cantidad de seguidores: "šYa estoy muerto!", mencionó un chico tendido en el piso del inmueble, que veía el cielo, ante el derroche de energía en el slam dance. Decenas de lesionados, con las narices rotas, descalabrados y, por supuesto, desmayados fueron sacados del baile tribal.
Poco antes de que la oscuridad iniciara su tránsito hacia el nadir, el público comenzó a inundar el estadio; infinidad de jóvenes mostraron con orgullo sus playeras con el nombre de la banda estelar, RHCP, aunque hubo quienes portaban la de Pearl Jam o P.O.D. (una de las bandas teloneras) y también se vieron muchas de futbol, sobre todo de los Pumas de la Universidad. La afluencia apenas pintaba, las gradas semivacías y en la explanada sólo el frente del escenario estaba repleto. Entre el público del mosh pit sobresalió la figura de un chico con enorme tatuaje de la lengua de Rolling Stones en la espalda y otro más lucía en la misma parte del cuerpo el asterisco/emblema de los RHCP en riguroso color negro; muchos portaban banderas mexicanas, aprovechando el penúltimo día del mes patrio. Las nubes negras comenzaron a posarse sobre las cabezas que esperaban gozar del rocanrol.
Estuvo Pato, el ex Control Machete
La banda Resorte inició el toquín, como estaba previsto, a las 18:30 horas; dio una pequeña muestra de sus canciones conocidas y estrenó dos rolas de lo que será su nueva producción, Alcohol, entre ellas. En este regreso del grupo actuó por primera vez en un concierto masivo el ex Control Machete Pato, como frontman de la banda. En ese momento la grada sur del Foro Sol comenzó el descolgón hacia la cancha; pero no fue así después, cuando la estampida volvió a llenar las gradas. El preludio de lluvia llegaba con un aire frío del norte.
Después salieron a tocar P.O.D. (Payable On Death), con Sonny Sandoval a la cabeza, y Wuv, Marcos y Traa, el resto de la banda, que basaron su presentación en lo más granado de sus producciones Satellite, The Fundamental elements of southtown y su disco independiente/paralelo The Warriors. Quienes le cayeron tarde al Foro pensaron que P.O.D. era la nueva alineación de Resorte, porque se escuchó igual, pero eran los de San Diego; la comparación sirve de termómetro para ver la buena salud de que goza el rock nacional.
Los aferrados del frente del escenario igual disfrutaron con su áspero sonido, pero en honor a la verdad muchos de los mozalbetes que permanecieron en el mejor lugar del espectáculo pagaron el boleto para ver a P.O.D. La lluvia comenzó a caer.
Intercambio de objetos y procacidades
Mientras se esperaba la salida de RHCP y a que la lluvia pasara, el público de tribuna y el de la cancha comenzaron a lanzarse objetos e intercambiaron procacidades. Los de la parte de arriba lanzaban refrescos y los de abajo les gritaban repetidamente "jodidos", "pinches provincianos" y "uuuleeerooos"; los proyectiles de las gradas siempre encontraron un blanco y ante la impotencia de las palabras llegó la agresión visual: cuatro jóvenes se bajaron los pantalones y mostraron el trasero; un quinto, vestido sólo con calzón rojo, mostró su miembro viril al enemigo; la imagen molestó a los del Grupo Lobo, pues dos de sus elementos rápidamente fueron tras el infractor para sacarlo, el corpulento muchacho echó a correr, se internó en el mosh y desapareció. La frustración de esos mismos elementos recayó en dos niños de escasos 16 años, justos por pecadores, ya que los vasos con refresco que arrojaron a la tribuna no llegaron ni por mucho a su objetivo. La lluvia cesó.
Sonidos lacerantes y frenéticos
Después comenzaron los sonidos lacerantes y frenéticos de RHCP con la potentísima y irreductible voz extasiada/extendida de Kiedis, los bajazos punzantes de Flea, los suntuosos/elegantes riffs de John Papi Frusciante y los incesantes batacazos de Smith. Los RHCP era vigilados/flanqueados por seis tótems luminosos distribuidos en el escenario y una pantalla omnipresente que dio cuenta cabal de los gestos y movimientos de los californianos arriba del escenario. El suelo comenzó a moverse.
Flea atacó rápidamente: "šHola, hijos de puta!" La locura comenzó a liberarse. Flea prosiguió: "No sabemos español, pero esta canción es del corazón para ustedes", y soltaron Universal speaking.
También tocaron: By the way, Can't stop, Californication, Under the brige y Cabrón, en el encore. La única falla del concierto fue que duró sólo hora y media y fueron 17 canciones, pero un gesto de satisfacción se dibujó en todos los asistentes por ese gran concierto, a nivel musical que dieron los RHCP.
Un grupo de ocho jóvenes besó el piso del Foro Sol, al término del concierto y dijo que ahora sí "era suelo sagrado".