MEXICO-CUBA
La conexión mexicana: los nenes de
La Otra Cuba
Indicios de que la extrema derecha de EU buscaría
una provocación contra La Habana
Se han intensificado "intercambios académicos"
con la Universidad de Miami
El dinero que la FNCA manda a la isla, vía México,
podría tener fines desestabilizadores
CARLOS FAZIO/ III
Una versión periodística que citó
"una fuente cercana al caso" dijo que dos cubanos, Edelmiro Castellanos
y Angel de Fana -ex preso residente en Miami- entregaron la maleta en el
Distrito Federal a César Chávez Avila, miembro del directorio
de La Otra Cuba. De acuerdo con Jorge Fernández Menéndez,
el destino del material que intentó introducir a Cuba el ex analista
de la Subsecretaría de Seguridad de Gobernación (Chávez
fue deportado a México 2 de septiembre de 2000), era "el grupo de
resistencia que encabeza el ex preso político Mario Chanes de Armas
dentro de la isla".
Chanes, quien colaboró en un complot para asesinar
a Fidel Castro en 1961, vive en Miami y está vinculado con la Fundación
Nacional Cubano Americana (FNCA). Igual que Chanes, otros miembros del
directorio de La Otra Cuba, como Ernesto Díaz Rodríguez,
Eusebio Peñalver, José L. Pujals y el citado Angel de Fana,
también residen en Miami y participaron en una conspiración
para asesinar al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en 1999.
Todos están vinculados con organizaciones terroristas como la FNCA
y Alpha 66, con estrechos nexos con la Agencia Central de Inteligencia.
Además
de Jorge Poo (ya fallecido) y el "mensajero" César Chávez,
el comité directivo de La Otra Cuba en México está
integrado por Manuel Camargo y Oscar Ortiz. En su equipo de colaboradores
figuran, entre otros, los ex guerrilleros mexicanos Guillermo Robles Garnica
y Alberto Sánchez, quienes vivieron exiliados en Cuba. Camargo parece
ser el mismo "Manolito" (Francisco Manuel Camargo Saavedra), un cubano
habanero que integró el Segundo Frente Nacional del Escambray que
dirigía Eloy Gutiérrez Menoyo en la provincia de Las Villas,
y formó parte del grupo de "cuatreros" que se dedicaba a robar ganado
a los campesinos.
Camargo salió a Miami en 1960 y participó
en la Brigada 2506, que fracasó en la invasión de bahía
de Cochinos (Playa Girón). Hecho prisionero, fue canjeado por alimentos
para niños y años más tarde se radicó en México.
Aquí se vinculó con ex personeros de la tiranía de
Batista, como Borrel Navarro, así como con ex mercenarios de Playa
Girón y terroristas de extrema derecha como Patricio Sánchez,
de Alpha 66. Desde México colaboró además en el atentado
contra el ex canciller chileno Orlando Letelier en Washington. La policía
mexicana lo citó a declarar a raíz del intento de secuestro
del cónsul cubano en Mérida, Daniel Ferrer, el 23 de julio
de 1976, por un grupo de anticastristas. En el incidente fue asesinado
el técnico de pesca cubano Artaignan Díaz. Las autoridades
mexicanas detuvieron al terrorista de origen cubano Gaspar Jiménez
Escobedo, quien se fugó de la cárcel. Posteriormente Jiménez
participó en varios tentativas contra Fidel Castro. Está
detenido en Panamá como parte del grupo comandado por Luis Posadas
Carriles, instruido para hacer estallar una potente carga explosiva en
el Paraninfo de la Universidad durante la visita del presidente cubano,
ocasión de la décima Cumbre Iberoamericana, en noviembre
de 2000.
En 1990, junto con Modesto Vázquez, ex vocero de
Fulgencio Batista, Camargo fundó en México el Frente Cubano
de Liberación Nacional y estableció nexos con Jorge Mas Canosa,
de la FNCA, y Carlos Alberto Montaner, de la Unión Liberal Cubana,
su filial española. En 1993 Camargo entró en contacto con
el oficial de la CIA Miguel de la Peña, que trabajaba en México
bajo la fachada de la oficina económica de la embajada de Estados
Unidos. Parte de su trabajo fue entorpecer el comercio bilateral entre
México y Cuba al calor de las intervencionistas leyes Torricelli
y Helms-Burton.
Naturalizado mexicano, Camargo suele decir que aquí
"todo mundo tiene precio". Ha participado en el fomento de deserciones
de cubanos aquí y cometió actos de soborno de funcionarios
públicos mexicanos para el tráfico ilegal de emigrantes cubanos
hacia Estados Unidos por la frontera norte, dos lucrativos negocios en
"sociedad" con la FNCA, cadena a la que podría no ser ajena la red
de tráfico de personas y visas que operaba desde el consulado de
México en La Habana, que llevó a la remoción del cónsul
Hernán Ruiz y de la técnica administrativa Laura Ruiz, quienes,
según el embajador mexicano Ricardo Pascoe, fueron "removidos" y
hoy "están trabajando en Tlatelolco sin sanción alguna".
Lo que en realidad pudo haberle costado el puesto a Pascoe.
El mismo 26 de febrero en que Radio Martí "chamaqueó"
a Jorge Castañeda Jr. "tergiversando sus declaraciones cuando inauguró
el Instituto Cultural de México en Miami", el Departamento de Estado
anunció que la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional
(Usaid), financiará con un millón 45 mil dólares un
Proyecto de Transición en Cuba. La AID ha sido otra herramienta
tradicional de penetración estadunidense en América Latina
y muchas veces ha operado como "pantalla" de las acciones encubiertas de
la CIA.
Según Lourdes Galaz, el Instituto de Estudios Cubanos
y Cubano-estadunidenses de la Universidad de Miami resultó agraciado
con los recursos. En tiempos recientes se han intensificado los "intercambios
académicos" con la Universidad de Miami que, patrocinada por la
AID, la OEA y el Banco Interamericano de Desarrollo, ha desarrollado cursos
sobre "libre comercio" y de "capacitación democrática" de
políticos de la región, a los que han asistido conocidos
foxistas, priístas y panistas (La Jornada, 3/3/02).
Por otra parte, y de acuerdo con Alfredo de la Rosa, ex
miembro de la ACNR de Genaro Vázquez, que había participado
en el equipo de La Otra Cuba y se deslindó, el grupo "tiene un directorio
de membrete y el financiamiento es de origen oscuro". El grupo Vertebra,
fundado por Carlos Abascal y que hoy dirige el empresario regiomontano
Jesús Marcos Giacomán, ha negado que financie a La Otra Cuba,
aunque ambas organizaciones cohabitan una vieja casona del barrio de Coyoacán,
en Madrid 55, y hasta hace poco compartían números telefónicos.
Operaciones de envergadura como la presentación
en México de Jorge Masetti y Huber Matos, autores de sendos libros
por encargo facturados por "la industria de la contrarrevolución",
parecen inscribirse en la ruta del dinero, públicamente admitida
en julio último por Jorge Mas Santos, presidente de la FNCA.
Un pájaro de cuenta
Mas Santos, el nuevo amigo de Fox y Castañeda,
es todo un pájaro de cuenta. Desde hace dos años viene siendo
investigado por la Fiscalía Anticorrupción española,
y un tribunal federal de Miami ventila una demanda contra él por
fraude, conspiración para malversar fondos, latrocinio y enriquecimiento
ilícito a raíz de la venta de Sistemas e Instalaciones de
Comunicación (Sintel), filial de la compañía Telefónica
de España.
La empresa pública Sintel, dedicada a instalar
entramados y tendidos de red para comunicación, contaba en 1996
con 21 filiales en todo el mundo (ocho en América Latina), cuando
Telefónica se la vendió a la firma estadunidense MasTec International,
buque insignia de Jorge Mas Canosa y su hijo. Previamente la compañía
había sido descapitalizada ilegalmente por Juan Villalonga, penúltimo
presidente de Telefónica y amigo íntimo de Aznar. La operación
fue considerada "fraudulenta" por los trabajadores de la empresa. Según
los querellantes, todos ex socios de Mas Santos, éste habría
"vaciado" Sintel mediante irregulares mecanismos de "ingeniería
financiera" y una maraña de sociedades internacionales en paraísos
fiscales y bancos de Luxemburgo, Haití, Islas Vírgenes,
México, Puerto Rico, Suiza y Estados Unidos. El fraude asciende
a 6 millones de dólares. Tras ser arrasada en una operación
especulativa, Sintel se declaró en quiebra el año pasado.
Mas Canosa financió parte de la campaña mediante la cual
Aznar y el PP llegaron al Palacio de la Moncloa. Aznar ha sido el socio
predilecto de Washington en la "cuestión cubana".
MasTec también está bajo la lupa de la Oficina
Anticorrupción de Argentina en las investigaciones que se le siguen
a la ex interventora del Banco Hipotecario, Adelina Dalesio. El caso está
vinculado con el ex ministro del Interior de Menem, José Luis Manzano,
próspero empresario periodístico acusado de evasión
fiscal y lavado de dinero por 400 millones de dólares. Entre
1995 y 1998 la sociedad Vila-Manzano adquirió más de medio
centenar de canales de televisión por cable, aire, radios y periódicos.
En 1995, la principal firma del grupo, Supercanal S.A., vendió un
paquete de acciones a la firma MasTec del fallecido Mas Canosa. Según
el denunciante Bernardo Ruti, el verdadero accionista es José Luis
Manzano y "Mas Canosa encubría el lavado de su dinero". MasTec
figuró con 28.80 por ciento de Supercanal Holding SA y nunca tuvo
representación en el directorio. La apoderada del grupo era Adelina
Dalesio, ex viceministra de Manzano.
Careta humanista
Al frente de la FNCA, Mas Santos ha seguido la ruta de
su padre. Destacan, en fechas recientes, los esfuerzos por arrancar de
su prisión en Panamá al terrorista Luis Posadas Carriles,
autor intelectual del sabotaje contra el avión de Cubana de Aviación,
en 1976, en el que murieron sus 73 ocupantes. Detenido en Venezuela, Posadas
se fugó y en los años 80 participó en el Irán-contras,
la operación encubierta montada por la administración Reagan
para acabar con el sandinismo. Posadas fue detenido en Panamá durante
la décima Cumbre Iberoamericana, acusado por Fidel Castro de preparar
un atentado terrorista. Otro miembro del comando, preso con él,
es Gaspar Jiménez Escobedo, el mismo que participó en 1976
en el complot para secuestrar al cónsul cubano en Mérida,
Daniel Ferrer.
Dados los nexos de la FNCA y miembros de La Otra Cuba
con grupos terroristas amparados por Washington, México podría
verse arrastrado en la agudización del conflicto cubano-estadunidense.
Existen indicios de que la extrema derecha de Estados Unidos podría
estar montando una provocación para escalar el conflicto entre Washington
y La Habana a un plano militar. Ante tal perspectiva, nadie puede asegurar
que el dinero que la FNCA manda a Cuba, vía México, no se
use con fines terroristas y desestabilizadores.
El affaire del "correo" Chávez, el ex agente
del Cisen, encaja a la perfección con el "discreto programa" de
la FNCA, estructurado, según reveló el propio Mas Santos,
"a través de México y Puerto Rico". Si bien el "caso Chávez"
ocurrió en 2000, el patrón operativo parece haberse reproducido
con mayor éxito el año pasado, utilizando como cabeza de
playa a México. Pero 2002 pinta excepcional para los viejos planes
subversivos de Washington contra la isla. La labor de zapa del canciller
Castañeda, dirigida a enrarecer los vínculos bilaterales
con la isla, es la pieza clave que faltaba; los hechos parecen robustecer
tal hipótesis.