Elevan participación; financian actividades
productivas
Tienen sociedades de inversión 38% de los depósitos
bancarios
Incluidas las Afore, manejan 555 mil millones de pesos
VICTOR CARDOSO Y JUAN ANTONIO ZUÑIGA
Frente a una banca que no capta, no presta y se sostiene
básicamente con recursos procedentes del Instituto para la Protección
del Ahorro Bancario (IPAB), las sociedades de inversión privada
y los fondos de retiro de los trabajadores manejan más de 555 mil
millones de pesos, que equivalen ya a 38 por ciento de los depósitos
colocados en el sistema bancario comercial.
Mientras,
la banca declina. El saldo de la captación del público en
agosto pasado se situó en 991 mil 700 millones de pesos, cantidad
20 por ciento inferior a la del mismo mes del año anterior, según
informes del Banco de México. Y en materia de financiamiento a las
actividades productivas, 64 por ciento de los recursos fue otorgado por
los intermediarios no bancarios, entre los que se encuentran proveedores,
sociedades de inversión y Administradoras de fondos para el retiro.
Pero de todos ellos, las sociedades de inversión
son las que más han aumentado su participación en el mercado
de financiamiento. Durante los últimos cinco años las sociedades
de inversión privadas pasaron de 259 a 357; elevaron 479 por ciento
sus activos y de 262 mil clientes hace un lustro, ahora tienen 578 mil
931.
Aunque la figura de sociedades de inversión no
es reciente, pues en países desarrollados su participación
en los mercados financieros tiene más de 20 años, en México
comienzan a tener auge como una forma de obtener mejores rendimientos para
los recursos de los ahorradores, aunque implican un mayor riesgo.
Ante ese panorama, el presidente de la Asociación
Mexicana de Intermediarios Bursátiles (AMIB), Humberto Bañuelos
Caamaño, advierte: "es imposible que las empresas sigan esperanzadas
al crédito bancario; tampoco se puede tener todo el dinero (que
administran las sociedades de inversión) en una sola cartera, como
es la deuda gubernamental". Y es que el 83 por ciento del mercado crediticio,
de la banca comercial, sociedades de inversión y Afore, está
concentrado en deuda pública interna del gobierno federal.
"Llevamos más de 20 años sin condiciones
adecuadas para desarrollar un mercado de valores", dice y adelanta que
ante la concentración de las inversiones en papeles de deuda pública
y la cada vez mayor captación de este tipo de instituciones, ya
empiezan a abrirse nuevos mecanismos de inversión en el mercado
de valores, como es la bursatilización, es decir, la colocación
de títulos cuyo pago es respaldado por un flujo garantizado de ingresos
futuros.
Esto permitirá a las empresas, apunta, tener una
fuente de financiamiento eficiente y más barata que otros mecanismos.
Hace notar que existe un potencial "enorme" de crecimiento si se toma en
cuenta que en la Bolsa Mexicana de Valores apenas cotizan 169 emisoras.
Y compara: en Brasil hay 600 emisoras; en Canadá más de mil
y en Estados Unidos 15 mil. Eso demuestra lo limitado que ha estado el
mercado bursátil mexicano.
Por eso afirma que es inminente la apertura de nuevas
formas de inversión. "Cualquier cosa que tenga un flujo (de efectivo)
es bursatilizable" y pone como ejemplo las cuentas comerciales por cobrar,
transacciones de bienes raíces (hipotecas), boletaje de espectáculos,
colegiaturas, deudas municipales, servicios públicos (agua, basura,
autopistas), etcétera.
Pero, previene, para que esto suceda, es "indispensable"
que se reúnan tres condiciones: "lo primero que requiere el mercado
de valores es un entorno económico estable y los inversionistas
crean que esa estabilidad es sostenible en el tiempo. La segunda es estabilidad
política y estado de derecho, esto quiere decir, reglas claras para
consolidar la credibilidad de los inversionistas nacionales y extranjeros.
La última y no menos importante, un acuerdo político que
defina qué tipo de país queremos, como sucedió en
España y Chile".
Ejemplifica: en 1993 la Bolsa Mexicana de Valores era
1.7 veces mayor que la española. Hoy tiene una dimensión
equivalente a una cuarta parte del mercado bursátil ibérico.
Aunque incipiente la bursatilización, es un mecanismo
que ya ha sido utilizado con buenos resultados por gobiernos municipales
y estatales, los cuales han comprometido ingresos que aún no tienen
provenientes de las transferencias federales, o por servicios locales de
agua potable o recolección de basura y hasta los flujos generados
por peaje de autopistas estatales de cuota como sucedió con los
gobiernos de Chihuahua, Zacatecas y Guanajuato, entre otros.
También, a cambio de títulos que pagarán
rendimientos a diferentes plazos han utilizado este mecanismo los gobiernos
municipales de Ixtlahuaca, Ixtapan de la Sal, Acapulco, Saltillo, Monterrey,
Córdoba, San Luis Potosí, Tijuana, Hermosillo y el Distrito
Federal, entre otros.
Hasta la fecha 87 por ciento de los 555 mil millones de
pesos que manejan las sociedades de inversión y las Afore están
concentrados en títulos de deuda interna del gobierno federal. A
principios de este año la Comisión Nacional del Sistema de
Ahorro para el Retiro (Consar) amplió las posibilidades para invertir
los recursos de las pensiones de los trabajadores a títulos de deuda
de empresas privadas calificadas como AAA, AA y A.
Actualmente se debate en el Senado de la República
una minuta para modificar la Ley del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR)
la cual, de ser aprobada, permitiría que hasta 10 por ciento de
los recursos de los fondos de pensiones sean invertidos en el extranjero.
En la caída de WorldCom los más afectados fueron los fondos
de pensiones invertidos en títulos de supuestas sólidas y
honorables empresas privadas.