Insiste Bush: desarme del régimen de Saddam Hussein, con o sin apoyo de la ONU
Se aleja la posibilidad de que los inspectores de armas viajen a Irak
Los funcionarios de Naciones Unidas deben recibir antes "nuevas instrucciones", insiste EU
Comenzó debate en el Senado sobre proyecto que faculta al presidente a atacar el país árabe
AFP, DPA, REUTERS Y PL
Nueva York, 3 de octubre. Estados Unidos reiteró hoy que no quiere que la misión de los inspectores de desarme de la Organización de Naciones Unidas (ONU) viaje a Irak antes de recibir nuevas instrucciones del Consejo de Seguridad, que hoy recibió un informe del jefe de esa misión, Hans Blix, acerca de su acuerdo con Irak para reanudar las inspecciones, reunión a puerta cerrada en la que no se llegó a resolución alguna.
Por lo pronto, la posibilidad de que se cumpla ese acuerdo se ale-jó cuando Blix reconoció que es-perará una decisión del órgano ejecutivo de la ONU para iniciar la misión, aun cuando los inspectores ya están listos para partir.
En tanto, el presidente George W. Bush aseguró que la fuerza es "el último recurso" de Estados Unidos en Irak, aunque reiteró que está determinado a usarla, en momentos en que el Congreso es-tadunidense comenzó este jueves los debates sobre el proyecto de resolución que faculta al mandatario a atacar al país árabe con o sin apoyo de Naciones Unidas.
Al término de su reunión con los países del Consejo de Seguridad (10 miembros rotativos y cinco permanentes), Blix, responsable de desmantelar cualquier arma química, biológica o nuclear que Bagdad pudiera poseer, indicó que está listo para regresar a Irak, pero aclaró que "acatará lo que el mecanismo decida".
"Si el Consejo de Seguridad nos va a dar nuevas instrucciones, esperamos", precisó tras la reunión, la primera de ese organismo en que se discute el acuerdo alcanzado al término de las discusiones en Viena, el lunes y martes de la semana pasada, entre el jefe de los inspectores y delegados iraquíes, según el cual un primer equipo de expertos podría llegar a Irak a me-diados de octubre, tras cuatro años de ausencia.
Nueva y más severa resolución
Pero Estados Unidos y Gran Bretaña -dos de los cinco miembros con veto en el Consejo de Seguridad, junto a Rusia, Francia y Chi-na- se oponen al regreso de los inspectores de armas a Irak hasta que se haya aprobado una nueva y más severa resolución, que incluya el acceso inmediato a los palacios presidenciales del mandatario iraquí, Saddam Hussein, y la amenaza de la fuerza.
"Sería embarazoso si estamos efectuando inspecciones y llega un nuevo mandato con directivas", reconoció Blix, quien este viernes se entrevistará en Washington con el secretario de Estado estadunidense, Colin Powell, y otros funcionarios del gobierno del presidente Bush.
Al confirmar la reunión de Blix con Powell, el portavoz del De-partamento de Estado, Richard Boucher, dijo que "no pensamos que los inspectores deban partir, en virtud de las disposiciones actuales", a realizar su misión.
A su vez, el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, sostuvo que si los expertos retornaran en las actuales condiciones, "sería imposible llamarlos inspectores, no se-rían más que turistas de paseo".
El texto de la propuesta de Estados Unidos apoyada por Gran Bretaña filtrado a la prensa, sostiene que "el fracaso de Bagdad" en cumplir y cooperar completamente con las provisiones expresadas en esta resolución de la ONU, la número 1284 del 17 de diciembre de 1999, "constituirá una violación material más" de las obligaciones de Irak.
"Tal violación autoriza a los estados miembros a utilizar todos los medios necesarios para restaurar la paz y la seguridad en el área", indica el texto de las propuestas llevadas a París y a Moscú la semana pasada por emisarios estadunidenses y británicos.
"Legal y técnicamente, Hans Blix podría volver a Irak a partir de ahora", reconoció hoy un di-plomático de la ONU, quien agregó que sin embargo el jefe de inspectores "sabe perfectamente que habrá una nueva resolución con nuevas reglas".
Powell se refirió hoy a la nueva resolución al sostener que ésta debe prever cuáles serán las "consecuencias" para Bagdad en caso de obstrucción al régimen de inspecciones, que además debe ser mucho más estricto. No obstante, dijo que hay una manera como el gobierno de Saddam Hussein pue-de evitar su derrocamiento.
"Si se logra que los inspectores vuelvan al país, y esto sucede bajo estrictas condiciones y la amenaza de consecuencias en el caso de una negativa, entonces se podría desarmar a esta sociedad. Entonces se tiene efectivamente otro ré-gimen, independientemente de quién esté en Bagdad", sostuvo en declaraciones publicadas por el periódico USA Today.
Según el diario, es la primera vez que un alto miembro del go-bierno se refiere a la posibilidad de un cambio de régimen sin un cambio de dirigencia, aunque la Casa Blanca llamó esta misma semana a los iraquíes a asesinar a Saddam Hussein.
Por su parte, Bush pareció mo-derar su discurso, en momentos en que el Senado debate el proyecto para darle carta blanca en el tema de atacar Irak.
"La opción militar es mi última opción, no la primera. Pero Saddam debe comprender, la ONU debe saber, que este país está de-terminado" a desarmar a Irak, afirmó el mandatario republicano.
"Mi intención es que la ONU haga su trabajo. Pienso que eso nos facilitaría la tarea de preservar la paz (...) Ya veremos si la ONU quiere ser la ONU", dijo en un discurso este jueves ante representantes de la comunidad latina.
"La guerra contra el terrorismo va más allá de sólo Al Qaeda. La lucha contra el terrorismo consiste también en enfrentar a los países que aterrorizan a su propio pueblo y que tienen la intención de aterrorizarnos", afirmó.
En la recta final de la agresión
Mientras, el Senado comenzó el debate sobre la petición de Bush de autorización para atacar Irak, un día después de una demostración de apoyo bipartidista a Bush en la Casa Blanca por parte de los líderes de las bancas de la Cámara de Representantes.
El líder de la mayoría del Senado, Tom Daschle, un demócrata que no está de acuerdo con el lenguaje de la resolución y estuvo ausente en la reunión de ayer en el Jardín de las Rosas de apoyo a Bush, dijo la víspera que buscará reducir los poderes presidenciales antes de que el proyecto salga del Senado la semana próxima.
Sin embargo, admitió que al terminar los debates el Senado "adoptará una resolución con amplio apoyo bipartidista" a los poderes de guerra pedidos por el presidente Bush.
Muchos legisladores dicen que hay muy pocas probabilidades de que la resolución, que la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, someterá a votación la semana próxima, sufra cambios significativos.
La resolución acordada por Bush y la Cámara baja permitirá al presidente republicano usar la fuerza "como él determine necesario y apropiado".
En este contexto, se conoció que el presidente de la Comisión de Inteligencia del Senado, Bob Graham, acusó a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de obstrucción por no entregar información sobre Irak que había sido solicitada por su panel.
Uno de los informes era una estimación sobre cómo reaccionarían los vecinos de Irak respecto a una guerra contra Bagdad. El de-mócrata Graham no informó so-bre el otro, porque dijo que el tema era clasificado (secreto).