Con la nueva norma el Estado tendrá "mejores tiempos y horarios", sostiene el Presidente

Desacuerdos en la cúpula panista por el decreto de Fox sobre radio y tv

Bravo Mena defiende al mandatario Barrio elogia a Corral Calderón censura a Creel

JUAN MANUEL VENEGAS ENVIADO

Villahermosa, Tab., 12 de octubre. Apenas el presidente Vicente Fox Quesada contestó a los legisladores de Acción Nacional que, destacadamente sobre otros partidos, han impugnado su decreto que norma la nueva relación del Estado con los concesionarios de la radio y la televisión, las declaraciones de Luis Felipe Bravo Mena, Francisco Barrio y Felipe Calderón que le siguieron evidenciaron las diferencias internas del panismo y la descompuesta relación que tiene con la Presidencia de la República.

El nuevo Reglamento de la Ley Federal de Radio y Televisión, aseguró Fox, "es un gran cambio que permitirá a México tener medios de comunicación más democráticos y libres", además, el Estado sale ganando, pues tendrá "mejores tiempos y horarios" para la transmisión de sus mensajes, que podrán llegar a una audiencia de "más del doble" de la que se tenía.

Hubo también respuesta a quienes señalan que "se está dejando de cobrar" a los empresarios. Eso es falso, subrayó el mandatario, pues "el tiempo que tendrán obligación de poner en manos del Estado tiene un costo que supera con mucho 200 por ciento de lo que antes nos entregaban".

Naufragó la unidad

Fueron estas aseveraciones parte del mensaje con el que Fox inauguró la reunión nacional de los jóvenes panistas que, pomposamente, llamaron a su encuentro Por un México de película, con escenografía ad hoc desplegada en el Parque Tabasco.

Y para no hacerlos quedar mal, lo que protagonizaron sus liderazgos mayores fue, efectivamente, de película. Porque la pretendida unidad que se quería reflejar con este acto, terminó naufragando con evidentes diferencias y el distanciamiento que hay entre Los Pinos, los legisladores y el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN.

Al discurso de Fox siguió el del dirigente nacional Luis Felipe Bravo Mena, quien se plegó a los designios presidenciales, pero pasó a descalificar las críticas que Fox ha recibido del senador Javier Corral Jurado y de la diputada Teresa Gómez Mont, pues "no representan" la posición del partido y "falsean" cuando argumentan que el decreto sobre radio y televisión no corresponde a los principios del partido. Y, a pregunta expresa sobre las severas acusaciones que hicieron en la víspera contra el Presidente y el secretario de Gobernación, Santiago Creel, se vio obligado a llamarlos a "usar expresiones correctas y razonables".

De ahí, se abrió otro frente: el del secretario de la Contraloría, Francisco Barrio, quien en el foro en que había hablado Fox aprovechó para dar un espaldarazo a Corral Jurado. Dejar bien claro que su "hombre fuerte en el Senado" no está solo.

Corral "es uno de los mejores oradores que hay en Acción Nacional", empezó a exaltar Barrio la figura de su amigo, quien tiene "una preparación intachable desde niño" que le ha permitido "asumir la gran responsabilidad" que tiene ahora.

La defensa a Corral no estuvo de más, porque hasta Roberto Gómez Bolaños, Chespirito, simpatizante panista invitado a ofrecer un mensaje motivacional, se lanzó contra el senador para denostarlo "por andar criticando las muy útiles reformas del presidente Fox".

Más adelante, como si faltara otro frente, apareció el coordinador de los diputados federales, Felipe Calderón Hinojosa, quien -de buena gana con la prensa y sin las presiones que evidenció Bravo Mena- atribuyó la "falta de comunicación" a la Secretaría de Gobernación, que "debe una amplia explicación de cómo se llegó a ese acuerdo" con los concesionarios de la radio y la televisión.

No se subió al carro de sus colegas legisladores Corral y Gómez Mont, que han sugerido la posibilidad de anular el decreto foxista por la vía de la controversia constitucional en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pero sí aceptó que la inconformidad y el desacuerdo con la normatividad impuesta por Fox puede traducirse en el trabajo legislativo, dejando la puerta abierta a la posibilidad del cambio.

Evitó caer en la descalificación de sus compañeros, porque -insistió una y otra vez-, "es comprensible" y "entendible", ante las "fallas de comunicación" desde la Secretaría de Gobernación.

En fin, que los frentes quedaron más que al descubierto. "Y esto es delicado... pero espero que no se trate de un problema irresoluble", confió Calderón, a la pregunta de si esto les afectaba, cuando -según han dicho todos los dirigentes panistas- lo importante es trabajar en unidad, de cara a los comicios del próximo año.

"šVas bien, Vicente, vas bien!"

Seguramente ajenos a las disputas y diferencias en las cúpulas; muchos, a simple vista, de pura fiesta, los jóvenes panistas se prepararon para recibir a Fox en un claro acto de campaña. Prepararon sus mejores coros, los que ya le habían prodigado en la campaña de 2000.

Pero el Presidente -a diferencia de otros actos partidistas- esta vez no iba con ese ánimo. Iba a poner sobre la mesa que sus decisiones en materia de la relación con los empresarios de la radio y la televisión "son las mejores", las "más benéficas" para el país y que lo hecho, hecho está.

"šVas bien, Vicente, vas bien... vas bien, Vicente, vas bien!", gritaban los muchachos del blanquiazul, que si bien hacían detener el discurso del mandatario, no encontraban mayor eco a sus ansias proselitistas.

Fox estaba en lo suyo: el país está experimentando transformaciones fundamentales. Una de ellas es la modificación al Reglamento de la Ley Federal de Radio y Televisión "que hicimos hace apenas unos días y que es un gran cambio, porque nos permite alcanzar objetivos largamente propuestos en esta materia".

Los enumeró: permitirá a México tener medios de comunicación más democráticos y libres, que "no estén coptados por el Estado. Era imprescindible el cambio, para superar esa caduca y paternalista normatividad que se creó en el pasado con un interés autoritario para coartar la libertad de expresión. Pero a partir de ahora, los medios han quedado libres de compromisos políticos condicionantes con el gobierno".

Aseguró que con el nuevo reglamento los ciudadanos mexicanos y los partidos políticos tendrán derecho a la réplica, se fortalecen las garantías individuales y el respeto a los derechos humanos. Esto será posible porque, contra lo que dicen Corral, Gómez Mont y compañía, "en la elaboración de ese reglamento se tomaron en cuenta las amplias discusiones desarrolladas en la mesa de diálogo establecida (en la Secretaría de Gobernación) para tal efecto".

Es más, según Fox, con esta normatividad "los medios de comunicación se abren también para las comunidades indígenas, para la expresión de las lenguas, la historia, la cultura de las propias comunidades y las diferentes etnias en nuestro país".

Estos son, pues, "algunos de los muchos beneficios del nuevo reglamento, que es producto de nuestra firme posición, demostrada con hechos en estos meses, en favor de una libertad de expresión irrestricta".

Luego vendría la conferencia de prensa con Bravo Mena, en la que -tajante- advirtió que el CEN del PAN respaldará las decisiones del Ejecutivo federal, ya que los legisladores se equivocan al criticar un reglamento que "tiene elementos muy positivos, de avance, de transparencia, de libertad, y que deja de lado vicios y mecanismos perversos que había en materia de regulación" en los tiempos del Estado en la radio y la televisión.

Mientras en la cúpula los frentes siguen abiertos y de algún modo saldarán cuentas, la muchachada panista siguió con su fiesta: "švas bien, Vicente, vas bien!"