El pianista argentino propone mayor difusión del Cervantino en el mundo
La sociedad debe ser más estética, expresa Juri
ERICKA MONTAÑO GARFIAS ENVIADA
Guanajuato, Gto., 13 de octubre. Ante el estado actual del mundo, artistas e intelectuales ''tenemos que ser militantes, ser un poco más agresivos y no replegarnos en nosotros mismos, no ser tan individualistas o recluirnos en nuestra creación'', propone el pianista argentino José Luis Juri, uno de los invitados al Festival Internacional Cervantino, quien después del concierto de hoy en el Auditorio de Minas se presentará en la Casa del Lago y el Palacio de Bellas Artes con un programa integrado por obras de Chopin, Claude Debussy y Alberto Ginastera.
Esta es la primera vez que el pianista se presenta en México, y lamentó que en el FIC no se conozca en otros países: "tiene menos promoción que otros festivales, como el Salzburgo; todo el planeta sabe de ese u otros encuentros artísticos, pero no se sabe mucho del Cervantino y es algo que se debe resolver pronto".
Para Juri, quien alterna su trabajo en Europa y América, en este momento "hemos llegado a un estado tal de crisis que existe el peligro de que los valores básicos de la convivencia y la tolerancia se pierdan y, así como tenemos que denunciar lo malo, también tenemos que inyectar de manera urgente un sentido un poco culto -y aquí no hablo de superación intelectual, porque cultura también es poner flores en un balcón-, porque la cultura es un gran antídoto para lo que está pasando".
Advierte que la formación musical a los niños es insuficiente, ya que de nada sirve enviarlos a estudiar esa materia si al llegar a casa sus padres no son capaces de poner un disco de buena música "el compromiso es de toda la sociedad, a un niño no se le puede dar música como se le da la sopa. El sábado veíamos en las calles de Guanajuato a todos esos jóvenes y nos preguntamos Ƒpor qué no entran a las salas de concierto? La posible respuesta es que a lo mejor no les pertenece".
En Italia, por ejemplo, los noticieros dedican 5 o 10 minutos a la ópera o los conciertos, así como lo dedican a los partidos de fútbol, entonces el espectador sabe qué equipo ganó, pero también si a Pavarotti le fue bien en su función y eso "con el correr del tiempo va dejando sedimento. Toda la sociedad tiene que ser un poquito más estética, incluir la belleza. Un poco menos de morbo y un poco más de estética".
Por ello, agrega, "trato de ser socializante con mi música, no darle un carácter solemne y tocar en todas las situaciones y todos los lugares".