"Estamos en el centro de una lucha entre el
bien y el mal", sostiene al desafiar a EU
Hussein jura como presidente de Irak y pide "valor
para una nueva guerra"
Las administraciones estadunidenses, "juguete del lobby
sionista", asegura el mandatario
AFP
Bagdad, 17 de octubre. Saddam Hussein prestó
juramento este jueves para un nuevo mandato de siete años como presidente
de Irak, con un discurso en el que desafió claramente a Estados
Unidos y pidió a su pueblo valor para una posible nueva guerra entre
"el bien y el mal".
"La
cuestión iraquí no es algo que afecte sólo a Irak,
como era en 1995 (fecha en que asumió su mandato anterior), tampoco
es asunto exclusivo del mundo árabe, sino que a partir de ahora
se encuentra en el centro de la lucha entre el bien y el mal", afirmó
en un discurso divulgado por un canal de la televisión iraquí.
Emocionado, el mandatario advirtió de las consecuencias
que entraña la política estadunidense y aseguró que
la "sangre pide sangre".
Saddam Hussein utilizó prácticamente los
mismos términos del presidente estadunidense George W. Bush a la
hora de defender la lucha de su país contra el terrorismo internacional
después de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
El mandatario consideró que desde estos atentados
"cada uno se enfrenta, en su campo, a la tozudez y a la política
del mal" de Estados Unidos.
"Las sucesivas administraciones estadunidenses han sido
un juguete en manos del lobby sionista", añadió, explicando
que "en el momento en que el enfrentamiento baja de intensidad entre los
iraquíes y muchos gobiernos, sigue viva entre los esclavos del sionismo
en Estados Unidos".
La difusión del discurso de 40 minutos, en el que
abundaron las referencias a la grandeza de la civilización iraquí,
fue acompañada de disparos de salva en las calles de Bagdad en señal
de alegría.
En un momento de su intervención, el mandatario
pidió a sus conciudadanos que luchen en caso de ataque estadunidense.
"Si una vez más sois puestos a prueba en una batalla de gran envergadura,
Dios, la patria y la Historia esperarán de vosotros un desempeño
sin igual".
El mandatario se refería a la posibilidad de un
ataque estadunidense contra Irak, ya que según Washington, Bagdad
desarrolla armas de destrucción masiva y tiene lazos con el terrorismo.
El mandatario iraquí fue relegido para un nuevo
mandato de siete años al obtener un resultado de ciento por ciento
de los votos en una jornada electoral en la que él fue el único
candidato y en la cual el índice de participación también
fue de ciento por ciento, según los resultados oficiales anunciados
el miércoles, mismos que rebasaron el índice con el cual
Hussein triunfó hace siete años, que fue de 99.96 por ciento.
"Juro por Dios todopoderoso, por mi honor y mis creencias
que preservaré la independencia y la integridad territorial de Irak,
y que salvaguardaré el sistema republicano y los principios de la
revolución del 17 de julio", manifestó el presidente iraquí.
En la ceremonia, el número dos del régimen
iraquí, Ezzat Ibrahim, felicitó al presidente Saddam Hussein,
quien está en el poder desde 1979.
También participaron en el acto importantes dirigentes
del país y el hijo del presidente, Qussai.
Cuando Saddam Hussein iba a comenzar su discurso, con
la mano derecha sobre el Corán, pareció que la emoción
le impedía pronunciar palabra y tuvo que recomenzar la frase dos
veces.
Luego de la ceremonia, el presidente recibió una
espada como símbolo de la fuerza, y un lápiz, que representa
el poder intelectual.