El caso no tiene comparación con Bagdad, afirma
Descarta EU enviar inspectores de armas a Corea del Norte
AFP, DPA Y REUTERS
Washington, 17 de octubre. Estados Unidos insistió hoy en que Corea del Norte "tiene una pequeña cantidad de armas nucleares", pero consideró inútil el envío de inspectores de desarme, y resaltó que este caso no tiene comparación con Irak.
El Departamento de Estado informó anoche, luego de varios trascendidos, que funcionarios norcoreanos confirmaron sospechas de que Pyongyang disponía de un programa nuclear en violación a un acuerdo de 1994, durante una visita este mes a Corea del Norte del secretario de Estado adjunto estadunidense para Asuntos Asiáticos, James Kelly.
Al comentar el reporte, el jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, señaló que la Agencia Central de Inteligencia calcula que Pyongyang tiene "una o dos bombas nucleares a su disposición".
Otros funcionarios no identificados respaldaron que desde 1994 Corea del Norte reprocesó suficiente plutonio para desarrollar "una o dos armas" nucleares.
"Es una realidad que (ellos) están violando cuatro acuerdos separados" sobre armas y proliferación "a partir de su confesión", dijo Rumsfeld este jueves, pero resaltó que ya no tenía sentido enviar inspectores de desarme, como Estados Unidos lo exige en el caso de Irak, que junto con Corea del Norte e Irán fueron definidos por la administración estadunidense como integrantes de un "eje del mal".
Por lo pronto, el presidente George W. Bush se declaró "perturbado" ante los informes y dijo que esto es "problemático" y que llamaba a la "reflexión". Abogó por una solución diplomática y pacífica.
Para Bush, "Irak es único" por tener un "régimen agresivo y homicida", y no se puede comparar con el caso de Corea del Norte, cuyo gobierno "oprime a su pueblo y lo hace sufrir de hambre", pero que se trata de "regiones y circunstancias diferentes", señaló el vocero de la Casa Blanca, Scott McClellan.
Hasta el cierre de esta edición Corea del Norte no se había pronunciado sobre las afirmaciones estadunidense, mientras diversas naciones, entre ellas Rusia y Francia (ambas potencias nucleares) así como Alemania, instaron por separado al cumplimiento de los acuerdos de desarme suscritos por Corea del Norte.
Gran Bretaña, el principal aliado de Estados Unidos en el cerco sobre Irak, declaró por medio de su canciller, Jack Straw, que lo ocurrido con Pyongyang es resultado de "nuestra presión", y que ahora "obraremos en consecuencia". Pero admitió: "si Saddam Hussein avanzara tanto como lo hizo Corea del Norte, entonces la probabilidad de que debemos emplear la violencia militar contra Irak sería considerablemente menor".
La Comisión Europea amenazó con consecuencias en caso de que Norcorea haya trabajado secretamente en armas atómicas. Además, la Unión Europea afirmó que podría revisar su contribución financiera a un consorcio que construye una central nuclear en aquel país, ya que tomaban "muy en serio" los alegatos de Washington.
Japón indicó que de confirmarse el tema nuclear norcoreano, podría haber obstáculos en los esfuerzos de Tokio por normalizar sus relaciones con Pyongyang. En la misma línea, en Seúl se consideró que este nuevo affaire podría comprometer la política de reconciliación entre las dos Coreas.
El subsecretario estadunidense de Estado para Asuntos Asiáticos, James Kelly, quien difundió la supuesta "admisión" de Corea del Norte de que posee un programa secreto de armas nucleares, llegó este día a China para discutir ese tema. De antemano, excluyó que China esté inmiscuido en dicho programa.
La Agencia Internacional de Energía Atómica dijo estar buscando información acerca de que Corea del Norte podría haber violado su compromiso de no producir uranio enriquecido, el primer paso para producir un arma nuclear. Fuentes del organismo mencionaron que estaban "inquietos" y tratando de confirmar esto con Pyongyang.
La AIEA precisó que no tiene la posibilidad de controlar completamente el programa nuclear norcoreano desde 1993, y añadió que en virtud de los acuerdos vigentes, "Corea del Norte debe declarar la existencia de toda instalación nuclear y someterla a nuestro control".
A todo esto, estrategas estadunidenses estarían tratando de dilucidar si Corea del Norte "reveló" que mantenía un programa nuclear para disminuir otro tipo de amenaza, o haber optado por una política de alto riesgo.
El diario The New York Times consideró que "la idea de un arsenal nuclear norcoreano altera inmediatamente el delicado equilibrio nuclear en Asia y coloca a la administración Bush ante dos crisis simultáneas, que involucra a las naciones que buscan dotarse de armas de destrucción masiva, Irak y Corea del Norte.
"Pero oponiéndose a una respuesta muy apresurada, la Casa Blanca reconoció implícitamente que Corea del Norte difiere de Irak. Quizá Norcorea tiene armas nucleares y posee un enorme ejército y armas convencionales capaces de crear el caos en Corea del Sur", afirmó el diario, evocando la vulnerabilidad de los aliados asiáticos de Estados Unidos.
A su vez, el diario The Washington Post estimó que la confesión norcoreana "es un serio reto para la política extranjera del presidente Bush", en momentos en que se prepara para una confrontación con el régimen iraquí de Saddam Hussein, y que miles de militares estadunidenses se encuentran en Afganistán, además de los atentados cometidos en Yemen e Indonesia.