Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 20 de octubre de 2002
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Cultura
MANUEL ALVAREZ BRAVO, 1902-2002

Manuel Alvarez Bravo

El arte negro

"¿Nada dejaré en pos

de mí en la tierra?"

(De un poema mexicano

de la época de las pirámides)

"No tenían ni ingenio ni sabiduría,
ningún recuerdo de sus Constructores,
de sus Formadores... por eso decayeron. Solamente un ensayo, solamente
una tentativa de humanidad".

Popol Vuh (Libro maya del consejo)

 
LLa invención de la fotografía es el resultado de los esfuerzos que el hombre, a través de los tiempos, ha hecho y seguirá haciendo para perfeccionar su "imagen y semejanza" y la del ambiente en que se mueve. De las variaciones hasta el infinito de que son capaces estos dos momentos, hombre y ambiente, por sí mismos y en sus mutuas relaciones, resulta un complejo tal que implica, no sólo la diversidad de técnicas de representación, sino también la visión constantemente diferente, constantemente atenta a los cambiantes reflejos de los fenómenos resultantes.

Si la música, la pintura, la poesía y la escultura tienen cada una sus ojos, sus oídos y su tacto parcialmente definiendo sus propias sensaciones, la fotografía tiene que dar noticia de un mundo semejante, pero de resonancias y vislumbres propios, de sus propios ojos, tacto y oídos.

No hay una diferencia esencial en los propósitos de representación de las diferentes artes: la plástica y la música se esfuerzan en captar la imagen en toda su amplitud. Esta es la necesidad que las mueve y de aquí nace el sutil sentido musical de las artes plásticas y el plástico de la música.

Se establecen las relaciones íntimas de las diferentes artes y su existencia separada por la capacidad de definición inherente a la técnica usada y por las sugerencias o anhelos que intentan llenar los vacíos abiertos, cuando, arrastrados por el conocimiento frío, restando muestras propias pulsaciones, logramos solamente sombras sin rumor o murmullos sin forma. la poesía, máximo común denominador de las artes, realización del ímpetu escondido en la sensación, fluido de lo imposible, es, en la actuación del oficio, la expresión del fenómeno complejo lograda por el medio simple, fiel a sí mismo, a sus limitaciones, elocuentes cuando, animadas por la pasión, hablan en silencio.

El hombre crea los fenómenos sociales a los que él mismo se sujeta y crea también las técnicas para difundirlos y para dejar en pos de sí, en la tierra, su memoria. La invención de la fotografía se sitúa claramente como resultado de la nueva "tentativa de humanidad" realizada por la Revolución Francesa y como tentativa paralela de poseer en el Capital Social, una forma para expresarse artísticamente, nueva, científica, industrial.

Este nuevo lenguaje, resultado de cambios, en la sociedad deriva, como es natural, de esos mismos cambios, su existencia y su estética.

Los inventores. Daguerre, Talbot y Niepce, trataban de verificar un cambio total en la forma de expresión en uso: "pintar por medio de la luz misma", con el doble objeto de disminuir el esfuerzo y así poder aumentar la producción. En cambio no se verificó, es decir, no se logró la sustitución de la pintura por la fotografía, pero sí un enriquecimiento alcanzado no solamente por contarse con una técnica más, sino porque esta técnica traía aparejada una nueva manera de ver los fenómenos que al hombre circundan. Perfeccionado el ojo por la exacta visión del instrumento, quedaban abiertos a la sensibilidad nuevos caminos: "Cuando los ojos ven lo que nunca vieron, el corazón siente lo que nunca sintió", había dicho Gracián. Asegurado el dominio sobre la materia por medio de la química, se podía entregar ya en la obra el documento mismo de la emoción "en una época", dice Balzac, "en que la policía citaría ante los tribunales a un nuevo Mesías y sometería sus milagros a la Academia de Ciencias".

Así pues, como asistimos a cambios tan continuos y tan profundos, esa dualidad que contiene el hombre, sensibilidad y técnica, tan imposible de separar como de señalar sus límites, se tiene que ver afectada hondamente y es capacidad del artista, si así nos empeñamos en seguir llamándole, permanecer en toda circunstancia atento, dispuesto a comprender y a verificar en su trabajo, los adelantos y los anhelos de la humanidad, así como también rechazar el fácil acomodo de la costumbre que, cegando su sensibilidad, corrompería su obra.

Esto es lo que pienso sobre esta técnica de expresión llamada tantas veces en sus primeros años "el arte negro".
 
 

Sociedad de Arte Moderno, 1945

Catálogo de la exposición.

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