Erradicar esas prácticas, asignatura
pendiente en la entidad, indica la CEDH
Indaga Amnistía Internacional caso de tortura
en Zacatecas
El afectado demandará al gobierno Averiguaciones
ha retenido el procedimiento
ALFREDO VALADEZ RODRIGUEZ CORRESPONSAL
Zacatecas, Zac., 22 de octubre. La
oficina de Amnistía Internacional para casos de tortura en México
y Centro América, con sede en Londres, Inglaterra, abrió
un expediente para investigar casos de tortura ocurridos en Zacatecas durante
1999, perpetrados presuntamente por efectivos de la Policía Ministerial
del estado aún en funciones, contra ciudadanos detenidos para indagatorias
judiciales, informó el diputado local perredista Carlos Pinto Núñez.
El legislador es también abogado de Rogelio López
Ibarra, ciudadano que en 1999 fue acusado del robo de tractores New Holand
en el municipio de Pinos, mismos que hallaron en su propiedad, pero que
habrían sido sembrados en su rancho Los Reyes, dándose
también testimonios falsos, obtenidos luego de que la policía
ministerial torturó a dos de sus empleados, según la averiguación
previa PGJE- 21/II/99.
Hoy, a tres años de los sucesos, López Ibarra
consiguió un amparo de la justicia federal y está libre,
informó en entrevista su hijo, Francisco Javier López Alvarado,
quien adelantó que en coordinación con el abogado Pinto Núñez
se está preparando una "estrategia jurídica" para demandar,
por más de un millón de dólares, a la Procuraduría
General de Justicia del Estado (PGJE) y al gobierno de Zacatecas.
Por su parte, el doctor Eladio Navarro Bañuelos,
presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Zacatecas
(CEDH), aseguró en entrevista que a cuatro años del gobierno
de Ricardo Monreal Avila, la práctica de tortura por parte de agentes
policiacos "sigue siendo una asignatura pendiente".
El ombudsman explicó que aunque las recomendaciones
emitidas por el delito de tortura (entre ellas las consignadas en los expedientes
CEDH/99/202 y CEDH/2000/70) han sido aceptadas por el gobierno, no se ha
avanzado en el tema.
Lo que es peor, señaló Navarro Bañuelos,
es que en la actualidad el problema de la tortura continúa presentándose
en Zacatecas.
En abril pasado, dijo, la CEDH documentó en el
municipio de Concepción del Oro la retención ilegal de dos
ciudadanos, José Angel Villanueva Hernández y Joel Vallejo
Cepeda, quienes fueron torturados por el comandante de la corporación
en esa localidad, Lauro Castillo Sánchez, y agentes de la Policía
Ministerial a su cargo (CEDH/57/2002).
En la procuraduría estatal se encuentra virtualmente
congelado el dictamen que elaboró hace 15 meses el fiscal
especial para casos de tortura, Félix Vázquez Acuña,
en relación con el caso de Rogelio López Ibarra, en el que
se encontraron elementos sobre la presunta responsabilidad del ex director
de la corporación, Miguel Angel Hernández, y otros 10 elementos
de esa corporación, "por los delitos de tortura, retención
ilegal de la libertad, robo, abigeato y los que resulten".
Sobre ello, el ombudsman aseveró que para
el órgano defensor de los derechos humanos, "este es un asunto preocupante,
un caso que no se ha cerrado".
-¿Estamos ante un caso de negligencia?
-Sí. Es un evidente diferimiento en la resolución,
y eso es lo que recientemente hemos estado exigiendo al señor procurador,
para que nosotros podamos cerrar el caso, porque no podemos quedarnos con
un caso abierto. Desde luego, el instrumento debe darnos alguna explicación
suficiente, el por qué no se ha consignado a todos los efectivos
ni se tiene el resultado de la investigación, de la averiguación
previa.
En entrevista aparte, al procurador de Justicia del estado,
Aquiles González Navarro, se le preguntó por qué se
ha detenido la consignación ante un juez penal de los 11 policías
ministeriales, supuestamente responsables de tortura.
"Sí, tenemos ese pendiente. Y tiene que resolverlo
definitivamente el director de Averiguaciones (José Luis Aparicio
de la Torre, su subordinado). No hemos querido cambiar (el caso) a otra
agencia porque son varios tomos que él conoce. Lo ha estado revisando
bien, porque también se da el caso de que algunos policías
pudieran a veces recibir un mandato indebido y pues, finalmente, habría
que revisar si tienen responsabilidad o no", justificó.
Sin embargo, el 10 de enero de 2001, el procurador estatal
turnó un escrito al director de Averiguaciones Previas, que éste
no acató.
Por el oficio PGJE/466/2001 se ordenó a su subordinado
"resolver antes de que concluya el presente mes, a más tardar, la
indagatoria".
En ese oficio, Aquiles González recordó
a Aparicio de la Torre que "existe el compromiso ante la legislatura del
estado de resolver el asunto señalado antes de que concluya el presente
año y deberá hacerlo con toda libertad de criterio, de acuerdo
con los principios que rigen al Ministerio Público".
-¿Hay intereses políticos en este caso,
procurador?
-Posiblemente. Ha sido el asunto más grave para
nosotros, más delicado, el cual finalmente fue el que dio motivo
a los cambios a nivel institución, que han sido positivos.
No obstante, el procurador de Justicia se mostró
en desacuerdo con el señalamiento de la Comisión de Derechos
Humanos, en el sentido de que la tortura policiaca persiste en la entidad,
y aunque aclaró que el ombudsman de Zacatecas "es mi amigo
personal", los abusos policiacos, dijo, son cosa del pasado.
"Tengo entendido más bien que él se refiere
a algunas formas de vejación que todavía propician otros
cuerpos policiacos preventivos, no tanto la ministerial. Al inicio del
sexenio nosotros tuvimos más de 50 quejas por diversas infracciones
cometidas por la Policía Ministerial, entre ellas algunas de tortura,
que eran las más graves. Pero hoy no tenemos una sola queja de tortura.
En este año solamente tuvimos seis o siete quejas de la policía
por cuestiones menores".
Dichas "cuestiones menores" obligaron al procurador, apenas
el pasado martes primero de octubre, a remitir un oficio al presidente
de la CEDH, Eladio Navarro, a propósito del caso de tortura contra
dos ciudadanos en el municipio de Concepción del Oro.
En el documento, le informa al ombudsman que "la
procuraduría ha determinado allanarse a la queja mencionada. En
todo caso, se informa que el procedimiento administrativo mencionado continúa
en trámite, en contra de todos y cada uno de los efectivos de la
Policía Ministerial que pudieron participar en los hechos referidos
en la queja y averiguación previa".
Pero el viernes 11 de octubre, el propio ombudsman
informó que la CEDH emitirá una recomendación a la
PGJE por un nuevo caso de abuso policiaco, toda vez que siendo un delito
de lesa humanidad, "la tortura no se allana ni se concilia, y la comisión
exigirá a la procuraduría que continúe la investigación
y procedimiento administrativo contra los policías ministeriales
involucrados, sin sustraerse de la línea de tortura".
Mientras tanto, el investigador español Oscar Ramudo,
quien encabeza la oficina de Amnistía Internacional (AI) para casos
de tortura en México y Centro América, envió cartas
al procurador Aquiles González Navarro, al presidente del Supremo
Tribunal de Justicia del estado, Felipe Borrego Estrada, y al ombudsman
zacatecano, en las que externa la "preocupación" de Amnistía
Internacional por diversos casos de tortura policiaca que se presentan
en Zacatecas, así como la tardanza en impartir justicia.