Marcharon ayer alrededor de 300 niños y adultos
Exigen en San Cristóbal frenar ecocidio
ELIO HENRIQUEZ CORRESPONSAL
San Cristobal de Las Casas, Chis., 26 de octubre. Cerca de 300 niños y adultos marcharon por las calles de esta ciudad para demandar que cese la tala de árboles y el saqueo de grava y arena en los bancos del cerro Salsipuedes.
"šAlto al ecocidio!" y "šNo maten a los cerros!", coreaban los niños, que eran mayoría, mientras levantaban pancartas y fotografías de la tala de árboles y de la destrucción del cerro.
Durante su recorrido ingresaron a las oficinas de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) para interponer una queja, que fue recibida por el presidente del organismo, Pedro Raúl López Hernández, quien consideró que los inconformes tienen razón, porque "existe violación a los derechos humanos y colectivos, concretamente al de disfrutar un medio ambiente sano y ecológicamente equilibrado".
Añadió que el organismo hará el estudio correspondiente para "tratar de empujar, en la lucha que ustedes están emprendiendo", pues la ley de equilibrio ecológico a escala federal debe de ser aplicada.
Dijo que la CEDH planteará a las autoridades estatales y municipales relacionadas con las demandas de los manifestantes, una propuesta conciliatoria, y en caso de que no haya algún arreglo, seguramente se emitiría la recomendación correspondiente.
Siempre encabezados por policías municipales que desviaban el tránsito vehicular, los manifestantes se dirigieron después a la Comisión Federal de Electricidad, la cual derribó 263 árboles en un predio ubicado en las inmediaciones de la reserva ecológica Gertrude Duby, en las afueras de San Cristóbal, para construir una subestación con capacidad para 115 mil voltios y un costo de 4 millones de dólares.
"šAlto al ecocidio!", "šNo a la subestación!", "šAsesinos!", gritaron durante el plantón mientras colocaban las pancartas en las protecciones de las puertas de la empresa paraestatal.
Al final, el grupo se dirigió al palacio municipal e hicieron un plantón frente al despacho del edil Enoch Hernández Cruz, pero por ser día no laborable las puertas estaban cerradas y en el interior no había gente.