EL TRIUNFO DE LULA
Es un aire fresco para el continente, señala
el colombiano Horacio Serpa
Esta victoria, gran renacimiento de la esperanza para
América Latina: PT
Se impone la urgencia de los cambios sociales sobre
los economicismos: Jaime Paz Zamora
STELLA CALLONI ENVIADA
Sao Paulo, 27 de octubre. La alegría por
el triunfo de Luiz Inacio Lula Da Silva no sólo estaba en las calles,
sino también entre las delegaciones extranjeras, mientras llegaban
felicitaciones de otros países para el obrero elegido este domingo
presidente de Brasil.
"Estoy impresionado por la emoción que me transmiten
muchos de los delegados, que viven este triunfo como un gran renacimiento
de la esperanza para toda América Latina", dijo Marco Aurelio García
a La Jornada. El hombre que durante años manejó las
relaciones internacionales del Partido de los Trabajadores aún no
podía reaccionar por la conmoción que produjo en todos el
esperado, pero también tan peleado, triunfo.
Los
delegados extranjeros, especialmente de países "acongojados", como
Argentina o Paraguay, sentían que se abría una puerta a la
esperanza. El diputado Alfredo Bravo, socialista argentino, dijo esperar
que lo sucedido en Brasil "despierte la idea de que podemos enfrentar a
todos aquellos que no dejan que nuestro país busque los caminos
de cambios. Esto muestra que se puede si se abandonan las miserias políticas
y se piensa en la gente y en el país".
Muy cerca de allí, el ex candidato presidencial
colombiano, el liberal Horacio Serpa también experimentaba la alegría
que estaba en todos los pasillos del hotel Intercontinental, pero como
dijo a este periódico, "no puedo dejar de pensar en mi país
en guerra, en lo que está sucediendo cada minuto, cada hora y en
las pocas esperanzas de que se imponga la paz sobre la violencia".
Para Serpa, el triunfo de Lula en Brasil es "mucho más
que una victoria de fuerzas progresistas, de una unidad pensando en un
país, es un aire fresco para América Latina, y una luz para
los colombianos, para que se reflexione sobre la urgencia de la paz".
El ex presidente boliviano Jaime Paz Zamora, del Movimiento
de Izquierda Revolucionaria (MIR), también habló de la importancia
del triunfo de Lula en una región tan castigada por las crisis.
"Algo acaba aquí, como se acaba el modelo y se impone la urgencia
de los cambios sociales sobre los economicismos."
Bolivianos, argentinos, uruguayos y paraguayos marcaban
en sus reflexiones un tema central: la posibilidad de reactivar el Mercado
Común del Sur (Mercosur) ante el temor de que la falta de unión
regional permita desarrollar "los sueños de expansión y anexión"
que están detrás del Area de Libre Comercio para las Américas
(ALCA) impulsada por Washington. Todos tenían mucho que celebrar
en esta noche, en la cual, como decían los manifestantes, "vencimos
el miedo y ahora tenemos la esperanza".
Fue muy emocionante el encuentro de Lula con los delegados
e invitados extranjeros, ante quienes recordó que el PT llegó
a esta situación, a 22 años de fundado, después de
una larga lucha a la que muchos quedaron en ese camino. "No hay que cejar,
hay que continuar después de cada derrota", dijo Lula. Lo mismo
le había dicho al socialista Lionel Jospin cuando éste perdió
en Francia, alentándolo para no abandonar el camino". Emocionada,
la delegada salvadoreña Nidia Díaz agradeció a Lula
sus palabras.
En tanto, continuaban llegando desde el exterior mensajes
de felicitación, entre ellos del canciller federal alemán,
el socialdemócrata Gerhard Schröeder y del presidente francés,
Jacques Chirac.
Tras el encuentro con los delegados, el ex líder
sindical fue abordado nuevamente por la prensa, y a una pregunta de O
Globo sobre las advertencias del diario británico The Economist,
de que los "mercados votaban todos los días", Lula respondió:
"Yo sólo sé que el pueblo debe comer tres veces al día".
A la misma cadena televisiva, le dijo que confía
en la calma de los mercados, puesto que él ha ratificado que respetará
los compromisos asumidos.
Precisamente, la Federación Brasileña de
Bancos (Febraban) le solicitó a Lula, en un comunicado, respetar
las promesas de combate a la inflación y de esos compromisos, pero
al mismo tiempo le manifestó su disposición a colaborar con
el nuevo gobierno para que se sostenga un sistema financiero "saludable,
ético y eficiente". Esta felicitación y disposición
fue una muestra del cambio en un país donde en otros tiempos los
banqueros, tanto como los empresarios, amenazaban al petista en cada elección.
El efecto Lula ya no parece conmocionar a todo el sistema financiero,
sino a algunos grupos.