El desequilibrio alcanzará este sexenio
$118 mil 800 millones: González Roaro
El ISSSTE será "inmanejable" si no se atiende
su déficit financiero
Al comparecer en el Senado señala la urgencia
de impulsar la reforma estructural del instituto
Propone un plan de diez puntos para garantizar la viabilidad
y la prestación de los servicios
VICTOR BALLINAS
El director del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales
de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Benjamín González
Roaro, convocó ayer a legisladores, actores sociales y partidos
políticos para que respalden la reforma estructural que el organismo
requiere con urgencia ante el déficit acumulado, que tan sólo
para este sexenio será de 118 mil 800 millones de pesos.
Al comparecer ante la Comisión de Salud y Seguridad
Social del Senado de la República, que preside el perredista Elías
Miguel Moreno Brizuela, González Roaro expuso la problemática
del ISSSTE: déficit creciente en los fondos médicos, que
de 1994 a 2001 suman 117 mil millones de pesos, y también déficit
creciente en las pensiones, por las cuales este año está
erogando casi 30 mil millones de pesos.
El
funcionario detalló ante los legisladores que los problemas en esa
institución se derivan de los cambios demográficos y del
perfil epidemiológico. Resaltó que en 1975 la esperanza de
vida al nacer era de 64 años, y para 2000 ya alcanzó los
75 años. La edad promedio de retiro de los trabajadores del ISSSTE
era de 62 años; actualmente se ha reducido a 55.
Insistió en que esas dos variables, mayor esperanza
de vida y reducción en la edad de retiro, hacen que hoy se paguen
pensiones por 20 años, cuando antes se pagaban sólo por dos
años y medio, en promedio.
Además, abundó, la población pensionada
ha crecido 421 por ciento en 20 años y la población que cotiza
lo hizo 35 por ciento; con esto se tiene que, anteriormente, había
20 tyrabajadores en activo por cada jubilado y hoy son 4.8por cada pensionado.
"Esto explica la crisis del instituto", externó.
Por otra parte, en lo que respecta a la parte epidemiológica,
se incrementó la demanda de atención por enfermedades crónico-degenerativas
como diabetes, tumores ma-lignos y enfermedades cardiacas, cuyo tratamiento
es muy costoso.
Ante los senadores, el titular del ISSSTE advirtió
que de continuar la situación como hasta hoy, el instituto será
inmanejable para 2010. Por ello, de manera insistente apuntó que
la transformación del organismo no es un asunto de coyuntura sexenal,
sino estructural, y de no atenderlo inmediatamente se volverá insostenible,
pues ya hoy "no tenemos recursos de para financiar los déficits,
que tan sólo en este sexenio alcanzarán 118 mil millones
de pesos".
Pero eso no todo, continuó con su larga exposición:
"mucha infraestructura hospitalaria y mucho equipo debe ser sustituido,
y no tenemos recursos para construir nuevos hospitales".
Ante la Comisión de Seguridad enumeró las
acciones realizadas por su administración para reducir los déficits:
"hemos reducido 2 mil 798 plazas, 145 plazas de mando y 180 gerenciales,
lo que ha dado un ahorro de 253 millones de pesos. Hemos ahorrado en viáticos,
combustible, asesorías y arrendamientos por 321 millones de pesos.
En otros rubros hemos ahorrado mil 273 millones de pesos".
Subrayó que aun cancelando toda la administración
del instituto seguirán haciendo falta recursos para la salud y para
las pensiones.
En su propuesta de reformas el funcionario destacó
que se debe fortalecer al ISSSTE "como institución social del Estado
mexicano, patrimonio de los trabajadores y garante de sus derechos a la
salud y a la seguridad social", para lo cual se requiere una transformación
que garantice el respeto pleno de los derechos y prestaciones de los jubilados
y pensionados, construir un instituto moderno que asegure la calidad, eficiencia
y el sentido humano en la prestación de sus servicios.
En su propuesta de diez puntos se señala la necesidad
de construir un régimen de seguridad social sustentable financieramente
que permita continuidad y permanencia a largo plazo, y garantizar el otorgamiento
de los servicios del ISSSTE de acuerdo con las condiciones socioeconómicas
y el perfil demográfico y epidemiológico de sus derecho habientes.
Diagnóstico "preocupante"
La reforma del instituto, planteó, debe erradicar
los riesgos financieros de incumplimiento de los compromisos en materia
de pensiones, revisar la gestión y financiamiento del seguro de
salud para garantizar su cobertura y establecer, entre otras cosas, un
esquema que proteja el valor de los recursos propiedad de los trabajadores.
A pesar de este diagnóstico, "grave, preocupante
y difícil" -como reconocieron los propios senadores-, el director
del ISSSTE no aceptó que el instituto esté en quiebra. Explicó
que es una institución pública con respaldo del Estado mexicano,
pero es indudable que no pueden mantenerse las condiciones actuales "porque
estamos siendo injustos y desiguales con otras partes de la institución".
Por su parte, el senador priísta Mariano González
Zarur indicó que el instituto no puede estar en quiebra porque el
Estado mexicano tiene la obligación de aportar los recursos, porque
no se puede dejar de pagar pensiones y jubilaciones, y atender los problemas
de salud.
PRI, PAN y PRD se pronunciaron por apoyar la reforma estructural
que requiere el instituto. Hubo matices, pero coincidieron en que el organismo
debe seguir siendo del Estado mexicano y no debe ser privatizado. Ante
la sugerencia de que se incremente la edad de cesantía, que en algunos
países europeos se ha revisado con un incremento de dos años,
los legisladores acordaron revisar todos los procesos de reformas y buscar
para el ISSSTE lo que mejor convenga.