Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 6 de noviembre de 2002
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Editorial
 
EU: ¿DEMOCRACIA?

sol-2La sociedad estadunidense realizó ayer elecciones legislativas -los comicios conocidos como de "medio periodo"- en el contexto de una de las peores crisis del sistema democrático del país vecino. A fenómenos tradicionales como el desdibujamiento ideológico de los dos partidos hegemónicos, el peso de los recursos en la viabilidad de los candidatos, la frivolidad y la insustancialidad de las campañas, debe sumarse, desde hace dos años, las evidencias de que el sufragio, en Estados Unidos, dista mucho de ser respetado y efectivo.

En efecto, el actual ocupante de la Casa Blanca, George W. Bush, obtuvo, en números absolutos, menos votos que su contendiente demócrata, Al Gore, y alcanzó la presidencia gracias a unos manejos electorales turbios y desaseados, por decir lo menos, perpetrados en Florida, estado que gobierna su hermano menor, Jeb. A pesar de esa circunstancia, que en cualquier otro país habría sido motivo de escándalo y convulsión mayúscula, Estados Unidos ha mantenido sus mecanismos electorales más o menos intactos. Este factor de descrédito se agrega a la tradicional apatía política de la ciudadanía estadunidense y se expresa en una abstención prevista de 65 por ciento de los electores.

Los estadunidenses medios perciben un creciente divorcio entre sus problemas de interés inmediato y los grandes temas de la vida institucional. De hecho, en los comicios de ayer, la mayor parte de quienes se presentaron a las urnas fueron motivados por asuntos locales y regionales, y no por el debate económico entre demócratas y republicanos, por la disyuntiva de llevar a su país a una nueva guerra contra Irak o por el peligro -real- de que la conquista de la Cámara de Representantes por parte del partido de Bush se traduzca en una ofensiva ultraconservadora en materia de educación, salud y justicia, y en disposiciones ultraliberales en materia comercial y de delitos de cuello blanco.

A las numerosas acusaciones de fraude que se intercambian demócratas y republicanos debe añadirse, por si algo faltara para el colapso de la credibilidad y seriedad democráticas, la bochornosa "caída del sistema" experimentada por el Voter News Service (VNS), la más importante institución de sondeos en el país vecino, propiedad de los consorcios mediáticos ABC, NBC, CBS, CNN, Fox y AP, y que ayer se declaró en incapacidad, debido a "problemas técnicos", de dar a conocer estimaciones y tendencias preliminares. En tales circunstancias, fue inevitable que observadores electorales del Centro para la Democracia, con sede en Washington, y que suelen supervisar comicios conflictivos en naciones de Africa y América Latina, efectuaran su primera misión en territorio estadunidense.

En suma, la democracia estadunidense, que Washington pretende imponer como modelo al resto del mundo -especialmente, del Tercer Mundo-, ha resultado ser un espejismo, y se ha confirmado que, al igual que en cualquier país paupérrimo, atrasado y corrupto, los procedimientos electorales en la nación vecina pueden ser cuestionables, precarios e inverosímiles, y que la distancia entre los ciudadanos comunes y la clase política no es menor en el país vecino que en otras sociedades de este continente.
 

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