Pérez fue el más aclamado de los
jugadores de La Máquina; Palencia por fin sobresalió
En disputado juego, Cruz Azul y América empataron
a un gol
Las Aguilas no concretaron infinidad de aproximaciones
en la primera mitad y fueron los de La Noria quienes se adelantaron en
el marcador Nos faltó el pequeño detalle de anotar: Lapuente
MARLENE SANTOS A.
Oscar El Conejo Pérez, con su indumentaria
púrpura y sus increíbles lances acrobáticos, se convirtió
en la figura del partido disputado ayer en el estadio Azul, entre La Máquina
y América, el cual resultó dinámico y entretenido,
para concluir con salomónico empate a un gol.
El timonel americanista, Manuel Lapuente, se despojó
de su estilo conservador y a la propuesta juvenil de su colega José
Luis Trejo, técnico de Cruz Azul, respondió con la misma
dosis: juventud y ataque, ingredientes que complacieron a la numerosa afición
congregada en el inmueble.
Por un bando sobresalió, además del guardameta
Pérez, el atacante Francisco Palencia, quien por fin tuvo una actuación
decorosa y marcó el tanto azul; y por los amarillos, el genio de
Cuauhtémoc Blanco, autor del gol del empate. Los cementeros llegaron
a 24 puntos y son segundo lugar del grupo tres. Aguilas, ya clasificado,
llegó a 37, mismas unidades que el superlíder Toluca.
La nota negra la dieron las porras del América,
Disturbio y Monumental, que antes del juego entorpecieron la vialidad y
atracaron la tienda de Aficionados del Cruz Azul, rompieron el aparador,
y algunas personas resultaron con cortaduras por fragmentos de vidrio.
Los jugadores locales saltaron a la cancha con un mensaje
de solidaridad hacia su compañero Miguel Zepeda, por el deceso de
su hermana, y de inmediato enfocaron sus baterías hacia la meta
defendida por Alberto Becerra, mediante un tiro de Julio César Pinheiro.
La respuesta fue inmediata, un disparo de zurda de Patiño
hizo saltar en gran reacción al Conejo Pérez, que
por ello recibió fuerte ovación. Cruz Azul encontró
un hueco por el carril derecho a través de Juan Carlos Cacho, quien
desbordó una y otra vez, pero no estuvo atinado en los centros al
área.
El Conejo siguió acaparando aplausos, pues
virtualmente volaba en sus intentos por despejar el esférico. En
una ocasión tuvo el apoyo de Melvin Brown con providencial despeje;
en otra, el salvador resultó el poste izquierdo.
Pero el portero de la cabeza rasurada acabó vestido
de luces al minuto 44, cuando desde afuera del área el Cuau le
soltó un riflazo, lo tomó a contrapié y aun así
tuvo tiempo de regresar a su costado izquierdo, para, con vistosa pirueta,
hacer el rechazo.
En el primer tiempo Palencia había puesto a prueba
en un par de ocasiones al joven Becerra, hasta que al minuto 47 lo fusiló
con disparo de media vuelta, al aprovechar una maniobra del recién
ingresado Marinho Ledezma, quien se movió para jalar marcas y darle
libertad.
Lapuente ingresó a Marcelo Lipatín y a Alejandro
Nava, pero su equipo consiguió la igualada en una acción
de mérito individual de Cuauhtémoc Blanco al 68. Después
el partido tuvo momentos de emotividad, sobre todo de esperanza con el
ingreso de Sebastián Loco Abreu, pero el tablero ya no se
movió.
El Conejo fue modesto: "Tuve por ahí algunos
aciertos, el gol de Blanco era difícil de parar, él alcanza
a puntear, me agarró saliendo y pegó en la base del poste".
En tanto, el entrenador Trejo comentó que al Loco le costó
trabajo entrar en ritmo, indicó que es un punto que parece no ayudar
mucho, "ahora tenemos que ganar lo que resta, sin embargo, el resultado
fue justo".
Manuel Lapuente comentó: "El empate no me gustó,
pero sí el desempeño de mis jugadores, nos falta ese pequeño
gran detalle que es meterla, pero el funcionamiento colectivo me gustó,
sobre todo el primer tiempo". En otros temas reiteró su disposición
para dialogar con Ricardo LaVolpe en cualquier momento.