Fuerzas de Tel Aviv destruyen en Tulkarem la casa de un activista de Fatah
Expulsar a Arafat, prioridad de Netanyahu si gana las legislativas
Militares israelíes aseguran que la verdadera represalia se lanzará en Cisjordania
AFP, DPA Y REUTERS
Jerusalen, 12 de noviembre. El ministro israelí de Relaciones Exteriores, Benjamin Netanyahu, afirmó este martes ante la convención de su partido, el Likud (derecha), que expulsar al líder palestino Yasser Arafat será lo primero que hará en caso de ganar las elecciones legislativas, lo que provocó críticas de su rival en esta formación, el actual primer ministro Ariel Sharon.
A su vez, el ministro del gabinete palestino, Saeb Erekat, calificó la amenaza de Netanyahu de "inaceptable" y urgió a los israelíes a elegir un dirigente "capaz de hacer la paz."
Sin embargo, ya hay quienes manifiestan abiertamente su apoyo a Netanyahu, pues el ministro israelí de Medio Ambiente, Tsahi Hanegbi, también de Likud, abogó este martes por que Arafat sea expulsado de los territorios por considerarlo responsable del atentado perpetrado el domingo en el kibbutz de Metzer, norte de Israel, en el que murieron cinco israelíes, entre ellos dos niños.
La madrugada del miércoles, helicópteros israelíes atacaron un taller metalúrgico en Ciudad de Gaza, en el barrio de Al Zeitun, donde según el ejército se fabrican armas artesanales. Este lugar ya fue objeto de ataques hace dos días.
En respuesta a este atentado, el ejército israelí entró en las primeras horas de este martes al campo de refugiados de Tulkarem, en el territorio palestino de Cisjordania. En el poblado de Shweike, norte de Tulkarem, los soldados demolieron una casa propiedad de Mohammed Naifeh, activista de alto rango del movimiento Fatah, de Arafat, al que el ejército señaló
como responsable del ataque en Metzer.
Voceros militares israelíes aseguraron que la verdadera respuesta al atentado del lunes será una ofensiva de gran envergadura contra organizaciones palestinas del norte de Cisjordania. La radio militar aseguró que el objetivo de las acciones será la infraestructura de organizaciones palestinas y se agregó que el ministro de Defensa, Shaul Mofaz, ya aprobó dicha ofensiva que se iniciará en Nablus, de donde supuestamente provino el atacante de Metzer.
En la convención de Likud, Netanyahu reiteró su intención de expulsar a Arafat de los territorios palestinos. "La primera cosa que haré como primer ministro será expulsar a Yasser Arafat. Lo echaré de aquí. Es una condición necesaria para erradicar el terrorismo", sostuvo.
Los cerca de 300 mil miembros inscritos del Likud elegirán el 28 de noviembre entre Netanyahu y Sharon al nuevo líder del partido y candidato al puesto de primer ministro en las elecciones legislativas anticipadas del próximo 28 de enero.
Durante la reunión se llegó a un acuerdo en virtud del cual quien pierda las primarias del 28 de noviembre será el número dos del partido, según la televisión.
"La disuasión ya no funciona. Sólo expulsando a Arafat abriremos una puerta hacia la paz y habrá posibilidad de reconciliación con nuestros vecinos. Esto no es una promesa, no hay promesas con un Estado terrorista, pero sí con una administración autónoma y libre", declaró Netanyahu.
"Arik (apodo de Sharon) y yo caminaremos juntos para conducir al Likud a una victoria histórica", concluyó Netanyahu, mientras el auditorio estallaba en aplausos y repetía eufórico "šArik, rey de Israel!"
"No obtendremos la seguridad con eslóganes o soluciones mágicas", respondió Sharon, tajante, refiriéndose a las declaraciones de Netanyahu sobre la expulsión de Arafat. "Nuestra seguridad vendrá sólo gracias a nuestra determinación a la hora de enfrentarnos y reaccionar ante las dificultades con sangre fría, de forma racional y con responsabilidad".
Según un sondeo realizado entre más de 2 mil miembros inscritos del Likud, Sharon conseguiría 52 por ciento de los votos en las elecciones primarias, frente a 34 por ciento de Netanyahu, mientras 14 por ciento de los votantes del Likud sigue indeciso.
Por otro lado, los tres candidatos a la dirección del Partido Laborista israelí se declararon esta noche en favor de una separación física entre israelíes y palestinos, independientemente de que se logre o no un acuerdo político. El actual jefe del partido y ex ministro de Defensa, Benjamin Ben Eliezer, sostuvo que "es una necesidad estratégica" la separación entre israelíes y palestinos, y dijo que si gana la candidatura de su partido para primer ministro, inmediatamente llamará a los palestinos a negociar sobre este tema.