Cierran paso a talamontes

Aprueba el Senado la Ley General de Desarrollo Forestal

ANDREA BECERRIL Y GEORGINA SALDIERNA

El Senado de la República aprobó ayer la nueva Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, encaminada a frenar la tala clandestina de bosques y selvas, así como los frecuentes incendios. Además, posibilita que los estados legislen en la materia e incrementa las sanciones para quienes insistan en la explotación ilegal de los recursos madereros.

Las sanciones previstas en esta ley incluyen multas que van de 40 a 40 mil salarios mínimos en el caso de quienes reinciden en la tala clandestina, ya que, según expuso en tribuna el priísta Ismael Hernández Deras, México ha perdido superficies boscosas y selváticas que equivalen a los territorios de Italia o Finlandia. Se penaliza incluso el pastoreo o cultivos agrícolas en terrenos forestales y realizar quemas negligentes.

Aunque el senador panista Juan José Rodríguez Prats insistió en que se suspendiera la discusión dos días, con el objetivo de modificar el título cuarto de la ley y cancelarlo, ya que a su juicio establece trámites burocráticos engorrosos, se aprobó la legislación con 91 votos a favor y ninguno en contra.

Debido a que una buena parte de los bosques y selvas están ubicados en territorios donde habitan comunidades y grupos étnicos, la nueva ley sufrió modificaciones de última hora, para que fuera congruente con la reforma indígena aprobada el año pasado.

El perredista Daniel López Nelio planteó cambios encaminados a tomar en cuenta la autoridad y representación de los pueblos y comunidades indígenas en lo que se refiere al usufructo de los recursos naturales localizados en sus territorios. Con las modidificaciones se obliga a "respetar el derecho al uso y disfrute preferente de los recursos forestales que ocupan y habitan en los términos del artículo segundo constitucional".

Cuestión de definición

Al respecto, el priísta Héctor Astudillo Flores propuso incluir la definición de bosque nativo y plantación forestal comercial en el artículo 7 de la nueva ley.

Durante al discusión el senador priísta Germán Sierra precisó que el dictamen se elaboró con base en tres iniciativas en la materia presentadas por su partido, por el Verde Ecologista y el PAN, y se enriqueció además con las discusiones en 13 foros regionales y 15 actos más a los que asistieron representantes de la cadena forestal. Tanto él como Verónica Velasco, del PVEM, resaltaron que la intención central es cerrar los caminos a los talamontes que han diezmado la riqueza boscosa del país y contribuido al desplome de la actividad maderera dentro de la economía nacional.

En el dictamen se resalta que de no modificarse las normas que regulan el desarrollo forestal, de manera irremediable en un periodo no mayor de 20 años se perdería en su totalidad la riqueza forestal del país.

Esta es la séptima ley en materia forestal aprobada desde 1926 a la fecha, y con ella se busca salvar al sector y contribuir además al desarrollo social, económico, ecológico y ambiental de México, consideró el priísta Sierra Sánchez. Explicó que la reforma sienta las bases para redefinir los procedimientos, prevé que la Federación establezca estímulos fiscales y la creación de instrumentos crediticios adecuados para el financiamiento de esa actividad industrial.