Sorpresa y desagrado
Leí con gran sorpresa y completo desagrado lo publicado
hoy (domingo 10 de noviembre) en la sección de espectáculos,
referente al concierto de Charly García en el Salón 21 el
día viernes 8 de noviembre. La verdad es que todavía no puedo
entender cómo es que la persona responsable de tal publicación
pudo emitir tales jucios: ¿El peor concierto de Charly en México?
¿Charly decepcionó? ¿A quién? Yo estuve en
todos los conciertos que ha ofrecido Charly en México: en el año
89 en el Auditorio Nacional, hace tres años en el Metropólitan
y en el Zócalo, y en los dos conciertos del Salón 21 este
fin de semana. Pienso que el concierto del viernes pasado fue uno de los
mejores que ha ofrecido en México, pero yo sí lo puedo fundamentar,
no como ustedes que emiten un juicio totalmente arbitrario y erróneo
y no dan ninguna explicación ni justifican lo que están diciendo.
Creo que todos los seguidores del artista que disfrutamos
de su concierto el viernes, nos fuimos muy satisfechos con lo que vimos
y oímos. Fue una selección de más de 30 canciones
de todas sus épocas, la cual incluyó varias canciones del
disco que ha tenido más éxito en nuestro país: Parte
de la religión.
A pesar de que los fans tuvieron que esperar hasta
la media noche para ver al gran roquero debido a una falla técnica
del Salón 21 -no había energía eléctrica en
la consola de sala- con la cual no tuvo nada que ver el artista ni su staff,
todos coreamos cada una de las energéticas interpretaciones de Charly,
entre las cuales se incluyeron temas de su tercer grupo: Serú Girán,
las cuales el mismo cantante estaba sorprendido de que el público
mexicano conociera.
Se pudo presenciar a un maestro del rock en español
que derrochó energía, simpatía, entrega, comunicación
con su público, improvisación y, sobre todo, mucha música
y rock, a la vez crudo y refinado. Es muy claro que desde hace años
Charly García ha privilegiado más el feeling roquero
que los cuidadosos arreglos musicales característicos de otras épocas,
tanto en sus últimas producciones como en presentaciones en vivo,
aunque nunca faltan desplantes de genialidad en sus solos de teclado.
La noche del viernes fue una muestra de lo que es el rock
por definición: un tipo de música que libera el espíritu,
que no está atada a los convencionalismos, que es poderosa, energética
y anarquista en el mejor sentido de la palabra, todo esto es lo que se
vivió en el concierto del viernes.
Por lo visto, la persona que fue enviada por La Jornada
para cubrir este acto no tiene ni la más remota idea de lo que significa
el rock y mucho menos está informada sobre este exponente en particular.
Tal vez la zona VIP del Salón 21, en la cual supongo que esta ubicada
la zona destinada para prensa, se encuentra demasiado lejos del escenario
como para apreciar bien un espectáculo, o tal vez al reportero le
falló la vista o el oído. En fin, estoy de acuerdo en que
en el periodismo hay que tener una mirada crítica y que ésa
es una de las características de La Jornada, pero si se critica
algo, hay que hacerlo con fundamentos, y yo no veo ningún fundamento
en la "nota" de hoy, más bien me parece una calumnia tendenciosa
y parcial, carente de ética periodística.
Haber sido testigo de este espectáculo y luego
leer lo que se publicó de él me causa una total desconfianza
hacia la información que se publica en este periódico, del
cual soy suscriptor desde hace años, además de haber colaborado
con ustedes con la única entrevista que se le hizo a Charly García
en su gira pasada en México. No quiero ni imaginar lo que se publicará
mañana sobre el concierto del sábado, el cual fue un poco
caótico, pero igual de bueno que el del viernes.
Aprovecho la coyuntura para informar que al finalizar
el concierto del sábado fuimos sacados a golpes del Salón
21, cortesía de la empresa de seguridad que, en un despliegue desmedido
de violencia inhumana, casi mata a golpes a varios chavos completamente
inofensivos y se lanzó a madrear a cualquiera que se encontrara
todavía en el recinto, incluyendo mujeres, en una escena de ultraviolencia
surrealista.
Pero bueno, esas arbitrariedades son cosas de todos los
días en nuestro país.
Atentamente, Alexis Bag Lomovasky
e-mail: [email protected]
Nota de la redacción: No nos queda sino reconocer
que no hicimos un buen trabajo sobre el concierto referido. Ofrecemos disculpas
a nuestros lectores y a Charly García.