"Quieren música que les hable de su vida
cotidiana y sus preocupaciones"
El lenguaje directo de los zapatistas permeó
en los jóvenes, afirma Roco
GABRIEL LEON ZARAGOZA
La indisoluble unión entre la música de
los jóvenes y la realidad social está cada vez más
presente en las tocadas masivas que organizan los colectivos para demandar
espacios de expresión, manifestarse contra la globalización
neoliberal o simplemente tener un pretexto de encuentro y diversión.
Libertad y repulsión a toda forma de gobierno, pareciera ser la
bandera, sobre todo si ésta tiene como emblema al Che, a
Zapata o al sub Marcos.
En torno a este creciente fenómeno social, el músico
y voz de Maldita Vecindad, Roco, plantea en entrevista que a partir del
primero de enero de 1994 el lenguaje directo y accesible de los indígenas
zapatistas permeó profundamente en los movimientos de participación
juvenil y les permitió entender lo que sucedía en México.
"Este es el hilo conductor. No sabría decírtelo,
pero creo que cada grupo tiene una razón esencial. En general era
por el gran vacío que existía en la música para hablar
de lo que sucedía. La música siempre convoca y es un arte
vital.
"Los chavos estaban cansados de grupos prefabricados
que sólo ven la vida como autos, moda y rocanrol, de los OV7, Kabah
y todos esos grupos que existen. Sin embargo, hay un gran porcentaje de
los jóvenes que no se va con la finta."
Para este pachuco amante de Tin Tán, los
jóvenes realmente quieren una música que les hable de su
vida cotidiana, de sus preocupaciones en su idioma "y con referentes culturales
que les son propios, como puede ser todo el movimiento de ska, mezclando
lo que llamamos guapachá, que es toda la música bailable:
cumbia, mambo y danzón, entre otros".
El rock mexicano es diverso
-Pareciera que la música de los jóvenes
se está dividiendo en rock y subdivisiones del mismo, ahí
está el ska, ¿a dónde va esto?
-En general, musicalmente el rock mexicano siempre ha
tenido una diversidad muy grande, sobre todo a partir de 1985, cuando las
nuevas generaciones de bandas empezaron a tocar, todas, en español
y a establecer una relación directa con la vida cotidiana en sus
letras y en su actitud. Desde ese momento el rock mexicano es diverso.
Las bandas que empezaron a salir, como nosotros, ya mezclaban ska y música
mexicana, como los tacubos y otros grupos.
"Dentro de toda esta diversidad ahora vemos uno de los
movimientos, que cada vez es más fuertes, el ska, pero es una manera
de llamarlo. Realmente en la música que hacen todos estos grupos,
el ska es un elemento más de mezcla. También hay raggae,
ragammufin, funk, hip-hop, de muchas actitudes rocanroleras y contestatarias
en las letras.
"No podríamos dividir mucho rock y ska, porque
son parte de un mismo movimiento, aunque ciertamente las bandas que manejan
ska como elemento de su música le hablan directamente a la gente
en el lenguaje del baile, que a todos nos encanta y es parte fundamental
de todo el movimiento."
La Maldita Vecindad fue una de las primeras agrupaciones
roqueras del país que realizaron giras por Europa. Su música,
originalmente clasificada como sólo rock, se puede incluir en los
movimientos contestatarios y colectivos que se gestan en naciones como
Francia y España, donde a esta nueva fusión de ritmos se
le denominó world music.
Los mexicanos, un público vital
-¿Qué tan receptivos a la música
y sus propuestas son los públicos de México y los del exterior?
-México tiene una vitalidad que solamente la he
visto en las poblaciones de origen mexicano en Estados Unidos. Lo que pasa
en nuestro país con el público mexicano -entrega, vitalidad,
baile y exigencia- en ninguna otra parte del mundo la he visto. Por ejemplo,
si una banda no le gusta la baja, en el sentido de que le grita culeros.
Es un público volcado a la ceremonia de la música.
"No está pasivamente escuchando a las bandas, sino
que interactúa con bailes, gritos e inventa pasos, arma sus slams
de chavas y de hombres. Todos traen sus muñequitos, que quién
sabe de donde los sacaron. Su vitalidad se refleja en una gran necesidad
de espacios y actividades culturales gratuitas o a precios más populares.
Aunque ahora se han abierto mucho más los espectáculos que
vienen de fuera, siguen siendo prohibitivos al valer 250 pesos o más
el boleto.
"Por eso son un gran logro los conciertos gratuitos del
Faro de Oriente -más en esa zona de la ciudad- y los del Zócalo.
Hablan de una necesidad muy grande de cultura para los chavos.
Roco y los malditos continúan sus presentaciones
en el interior del país y en diciembre pretenden realizar una gira
por Estados Unidos. El próximo año sí se presentarán
en el Zócalo y producirán material nuevo.