Aprueba documento que llevará a obispos de EU
CEM: el modelo económico genera migración y pobreza
Cuestiona el abandono del campo por parte del gobierno
JOSE ANTONIO ROMAN
Con la exigencia a quienes dirigen la política económica del país de revisar los resultados del modelo vigente, que ha causado el empobrecimiento generalizado de la población, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) aprobó por unanimidad un documento sobre el fenómeno migratorio, el cual será presentado a la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, para suscribir un texto conjunto que pida el respeto a los derechos humanos y laborales del migrante.
Con una lista de "sugerencias", el pleno de los obispos reunidos en su 74 asamblea designó una comisión de tres de ellos para incorporar dichos aportes y que se reúnan con los prelados estadunidenses. En la sesión varios expresaron la necesidad de impulsar una economía con rostro humano, solidaria y participativa.
Se recordó que el modelo económico aplicado en el país, que cuida preferentemente los índices de estabilidad de la macroeconomía, ha provocado desequilibrio, debilitamiento y miseria. "En reiteradas ocasiones los obispos hemos manifestado nuestra preocupación porque el esquema seguido en el país ha provocado desempleo, salario insuficiente y cierre de empresas, situación que ha afectado gravemente al pueblo, sobre todo a los más débiles", dijo el obispo de la diócesis de Saltillo, Raúl Vera, en su participación.
En el documento sobre migración, de más de un centenar de páginas, los obispos señalan que a la Iglesia católica y a todos los mexicanos "lastima" que las circunstancias actuales de pobreza y falta de oportunidades de empleo incrementen todavía más el fenómeno, tanto en el interior del país como hacia Estados Unidos. Además, sostiene que el éxodo creciente de los indígenas hacia las ciudades y hacia el país del norte es un fenómeno que desafía la acción pastoral y que ha de ser atendido en sus causas y consecuencias.
En su diagnóstico, el documento episcopal advierte que el campo se ha visto abandonado y desprotegido por quienes debieran apoyarlo, con los consecuentes daños al campesino, quien ahora no sólo deberá enfrentar su situación de incapacidad de pago y alza de insumos, sino una mayor competitividad con los productos agrícolas del extranjero, que en mejores condiciones llegarán a este país luego de que a partir del primero de enero próximo entre la última etapa del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en materia agropecuaria.
De todo tuvo ayer la sesión plenaria de los obispos. Además del análisis del que surgió el documento final sobre migración, por la tarde se reunieron por separado con los subsecretarios del Trabajo y Previsión Social, Francisco Javier Salazar Sáenz, y de Energía, Nicéforo Guerrero, quienes explicaron el contenido de las reformas estructurales que desde sus respectivas áreas están proponiendo al Congreso de la Unión. Finalmente ni Carlos Abascal Carranza ni Ernesto Martens acudieron a la cita con los obispos, por lo que enviaron a los subsecretarios.
Pero los prelados también discutieron en el pleno la decisión no consultada del Consejo Permanente, presidido por el arzobispo Luis Morales Reyes, de restringir el acceso a la prensa y de reducir a dos el número de encuentros con los medios de comunicación en los cinco días que dura la asamblea plenaria, cuando regularmente se citaba a una conferencia por día, para dar cuenta del trabajo de los obispos que se reúnen durante una semana dos veces por año.
Trascendió que hay un grupo de "obispos duros" que ven a la prensa con mucho recelo y hasta encono, más después de la asamblea plenaria de abril pasado, cuando se dio preferencia informativa a las denuncias contra los sacerdotes pederastas sobre "la libertad religiosa a 10 años de las reformas constitucionales", tema que los reunió en ese entonces.
Tras estos hechos, por los que los obispos se vieron obligados por los medios a reconocer públicamente la existencia de denuncias contra sacerdotes mexicanos por abuso sexual de menores, el Consejo Permanente -integrado por los seis miembros del Consejo de Presidencia y los representantes de las 15 regiones pastorales del país- decidió restringir el acceso a la prensa. Incluso se propuso cancelar los encuentros con los periodistas durante el desarrollo de la asamblea, situación que finalmente sólo fue parcial.
En la sesión de ayer, el obispo presidente de la Comisión de Comunicación Social del Episcopado, Guillermo Ortiz, introdujo el tema al llevar al pleno el malestar de los medios que regularmente cubren la fuente religiosa. Los obispos que desconocían esta decisión tomada por el presidente del Episcopado y el secretario general, Luis Morales Reyes y Abelardo Alvarado, respectivamente, y que no fueron consultados, alzaron la voz y recriminaron la determinación tomada.
Tras una discusión, en la que hubo también quienes se quejaron de la prensa, los obispos decidieron regresar al esquema de una conferencia diaria durante los cinco días que regularmente dura la asamblea episcopal.
