Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 16 de noviembre de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  CineGuía
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  Fotos del Día
  Librería   
  La Jornada de Oriente
  La Jornada Morelos
  Correo Electrónico
  Búsquedas
  >

Sociedad y Justicia
Abusadores de menores, 15% de los sacerdotes católicos del mundo, según investigación

Pide la CEM "tener fe" en curas pederastas que no reinciden

Alba Díaz subrayó que no es obligación de los obispos entregar a clérigos pedófilos

ALMA E. MUÑOZ

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) se pronunció a favor de la protección de los derechos de la infancia y pidió juzgar conforme a derecho a quien atente contra un niño. No obstante, aclaró que no son los obispos los responsables de entregar a las autoridades a los sacerdotes pederastas aunque sí promover entre los afectados la denuncia.

En voz del obispo de La Paz, Baja California Sur, Miguel Angel Alba Díaz, la jerarquía católica mexicana insistió en que antes de condenar a un prelado acusado de abusar sexualmente de menores, es necesario presumir su inocencia hasta que se demuestre lo contrario, porque, como dijo Juan Pablo II, "también tienen derechos".
bertelllo_alvarado 1
Dijo que es necesario "tener fe" en quienes, durante su pasado, cometieron estos ilícitos y no volvieron a reincidir. "No podemos juzgar, condenar a un hombre por acciones cometidas hace 30 o 40 años, cuando no ha habido reincidencias en su caso".

A pregunta expresa sobre las recientes modificaciones que aprobó la Cámara de Diputados para evitar abusos sexuales contra menores e incrementar las penas en contra de pederastas, el obispo mostró beneplácito por las reformas y resaltó: "indudablemente nosotros estamos a favor de todo lo que proteja a nuestros jóvenes y adolescentes. Pensamos que no existen fueros y que cualquier persona que cometa un delito, que atente contra los derechos del niño debe ser juzgado y sancionado conforme a derecho".

En este sentido expresó que "no es responsabilidad nuestra entregar a un sacerdote a las autoridades, sino en todo caso promover entre las familias, entre los mismos jóvenes, que sean ellos quienes protagonicen esa entrega y nosotros apoyarlos. Pero también tratando de mantener incólumes los derechos de los sacerdotes y su presunción de inocencia hasta que se demuestre lo contrario".

-¿Eso no los hace cómplices?

-Según el derecho no. Un obispo no tiene fundamentos para presentar ante un Ministerio Público una acusación, sobre todo si el joven la familia, quieren ocultar la cara.

Resaltó que el Código de Derecho Canónico plantea apartar del servicio a quien resulte culpable de estos delitos, pero pidió "no ubicar el tema de la pederastia en el seno de la Iglesia católica. Sabemos que el problema es más grande y muchas veces ha sido fomentado por medios de difusión que van creando un clima de hedonismo, de relativismo moral.

"No olvidemos que estos casos también se dan en el seno de las familias, de las escuelas. No olvidemos que al amparo de la sociedad han crecido muchas mafias que se dedican a la prostitución y pornografía infantil, y no se trata sólo de personas enfermas sino perversas o con problemas afectivos que se acercan a un jovencito y corrompen niños para lucrar con su inocencia. Es allí donde tendríamos que colocar la preocupación de la opinión pública", exhortó.


La Iglesia encubre el delito y lo intenta perdonar a cambio de rezos, denuncia Pepe Rodríguez

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 15 de noviembre. Al menos 15 por ciento de los miembros del clero en el mundo cometen de forma habitual abusos sexuales contra menores, según las conclusiones de la investigación Pederastía en la Iglesia católica (Ediciones B), escrito por el profesor y escritor Pepe Rodríguez, quien cree que la raíz del problema es el "encubrimiento" de los obispos y cardenales a esta práctica cotidiana en todos los países de origen católico.

El extendido delito sexual de la pederastia se comete, según Rodríguez, en colegios religiosos o seminarios que toleran estas actividades, al destacar en México a los maristas y a los Legionarios de Cristo.

"El problema fundamental no reside tanto en que haya sacerdotes que abusen sexualmente de menores, sino en que el Código de Derecho Canónico vigente, así como todas las instrucciones del Papa y de la curia del Vaticano, obligan a encubrir esos delitos y a proteger a los miembros del clero que cometen este delito. En consecuencia, los cardenales, obispos y el propio gobierno vaticano practican con plena conciencia el más vergonzoso de los ilícitos: el encubrimiento", denunció el autor.

Agregó que el abuso de menores es siempre "un delito" y "no un pecado", que según la propia doctrina de la Iglesia puede perdonarse mediante una penitencia como "hacer una obra de religión, de piedad o de caridad".

Rodríguez, también autor de otras investigaciones como La vida sexual del clero, Mentiras fundamentales de la Iglesia católica y El poder de las sectas, explicó que su libro no es "anticlerical" sino que pretende denunciar la corrupción de la cúpula del Vaticano, que "conoce el problema e incluso lo han encubierto en sus respectivas diócesis. En prácticamente todos los países en los que se han presentado casos de pederastas clericales se ha hablado en los medios de comunicación y la mayoría de los obispos han dado su opinión al respecto, pero en España nadie habla de ello, pues tienen muchas razones para callar".

Rodríguez, quien advierte que las víctimas de estos abusas podrían sumar centenares de miles, dijo que según sus estimaciones "15 por ciento del clero mundial comete o ha cometido delitos sexuales contra menores de edad, pero el encubrimiento se mantiene porque la Iglesia actúa como una mafia y el que se mueve tiene problemas".

El también profesor en las universidades de Barcelona y Sevilla se refirió a uno de sus casos de investigación, la acusaciones contra el fundador de los Legionarios de Cristo, el cura Marcial Maciel, "mentor espiritual de empresarios y dirigentes políticos de México, España y muchos otros países de América Latina, que abusó sexualmente de muchos menores en su estancia en diversos seminarios de Italia y España. Hoy esas víctimas son tal vez industriales, catedráticos o empresarios y algunos lo único que quieren es que el padre Maciel, como le llaman, les pida perdón".

Sacerdote mexicano, prologuista del libro

Esta investigación cuenta con un prólogo escrito por el sacerdote mexicano Alberto Athié Gallo, actualmente residente en Chicago después de ser apartado de la Comisión Episcopal de Pastoral Social de México por sus posturas ante el conflicto en Chiapas, el narcotráfico y la crisis económica, y al mostrar su apoyo en 2000 al trabajo pastoral de Samuel Ruiz, Raúl Vera y Justo Mullor. El sacerdote, que ahora realiza actividades con migrantes hispanos en Estados Unidos, señala de entrada que "quien escribe estas líneas es un testigo más de uno de los casos que el libro menciona".

Athié Gallo reconoce que "ante estos datos de abuso sexual por parte de sacerdotes y obispos alrededor del mundo, y el análisis de las leyes y de las políticas internas que se siguen al respecto por parte de autoridades eclesiásticas, los católicos nos encontramos ante un dilema muy serio que determinará la credibilidad de la Iglesia católica ante el mundo", por lo que instó a sus superiores a atajar de raíz el problema y que adopten la postura de "esperar a que baje el rating".

"Quiero decir que, como sacerdote, entiendo la resistencia y la tentación que muchos católicos tenemos ante este tipo de hechos y del análisis sobre situaciones que vivimos en el interior de la institución: sentirnos profundamente ofendidos porque se está atacando la sacralidad de la Iglesia y de sus ministros, y entonces reaccionar denunciando que se trata de una calumnia de grupos oscuros para afectar el prestigio y la autoridad moral de la Iglesia".

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año