El escultor catalán exhibe por vez primera
sus instalaciones en México
Provocar la voluntad de silencio, búsqueda de
Jaume Plensa
El problema del arte no es de materiales o soportes,
sino de pensamiento, considera
Inaugurarán el jueves su exposición Rumor
en el Centro Cultural de España
ERICKA MONTAÑO GARFIAS
El arte es una pantalla que permite hablar en voz alta
y a veces hacerlo en nombre de una colectividad, y esa es una responsabilidad
muy grande para el artista, expresa el escultor catalán Jaume Plensa,
cuya obra se exhibirá por vez primera en México, con el nombre
Rumor, muestra que se abrirá el jueves 21 en el recién
inaugurado Centro Cultural de España.
A lo largo de su carrera, Plensa (Barcelona, 1955) ha
trabajado con distintos materiales empezando por el hierro, aluminio, latón,
vidrio y alabastro hasta llegar a la resina sintética y el manejo
de la luz como parte esencial de la escultura. Le disgusta la idea de utilizar
sólo un material: ''Soy infiel. Me gusta experimentar. Creo que
la repetición del estilo es algo obsoleto porque vivimos en un mundo
en evolución, y cada pieza representa un problema por sí
sola. No creo en la repetición ni de la forma ni del material, ni
tampoco en la separación de la escultura en términos de conceptual,
abstracta o expresionista, ni siquiera en esos grandes bloques que dividen
el arte en pintura o escultura, porque el arte no es un problema de materiales
o de soportes: es un problema de ideas, de pensamiento".
La palabra, una constante
En
la obra de Plensa lo que sí es una constante es la palabra o ''lo
que ésta puede expresar aunque no sea pronunciada. Parece una contradicción,
pero siempre me ha apasionado la palabra como un contenedor de memoria
como cualquier material, sea plástico, madera, hierro o piedra.
Cualquier material tiene una memoria intrínseca y lo que hacemos
es dialogar con las ideas. Es apasionante que la palabra, a la que empleamos
como medio de comunicación, ya tiene implícita una carga
de memoria. Trabajamos de manera inconsciente con un material lleno de
memoria".
Así, en dos de las tres obras que exhibe en nuestro
país se encuentra la palabra como parte esencial de la escultura.
La primera de ellas son dos gongs colocados en medio de una sala; en uno
puede leerse ''Semen" y en otro ''Sangre", conceptos que para el escultor
y grabador constituyen dos de las grandes dualidades de la vida.
La otra es un címbalo cuyo sonido es provocado
por la caída de una gota de agua, que tiene grabado un fragmento
de un texto de William Blake: ''Y claro, al comerte parte del metal del
címbalo, con sus letras cambia el sonido del címbalo, por
tanto el sonido que tú oyes en el fondo es la ausencia de estas
palabras".
Podríamos decir, señala Plensa en entrevista,
''que es un homenaje a la poesía, aunque la palabra no sea pronunciada",
lo cual no representa que la escultura sea silencio, porque ''la mejor
manera de hablar de él es el sonido. No es el silencio lo que me
importa, sino lo que las personas perciban. El silencio es una ambición,
un deseo que todos tenemos, pero la primera barrera para poder sentirlo
es nuestro propio cuerpo, que es muy ruidoso".
En sus instalaciones lo que busca es provocar la
voluntad de silencio en el espectador, ''intentar que perciba todos los
rumores de su cuerpo, de sus movimientos, y que gracias a eso entienda
la cantidad de ruido que tenemos en nuestras vidas y provocar un espacio
de silencio para que pueda estar por fin solo consigo mismo".
Unidad, dualidad y trinidad
La exposición que Jaume Plensa presenta en México,
Rumor, es una selección de obras ''muy íntima" que
realizó pensando en las limitaciones del espacio. Eligió
tres piezas ''cuyo denominador común es el color dorado. Además,
son un címbalo, dos gongs y tres cabinas que representan la unidad,
la dualidad y la trinidad". Cada una de las piezas ''busca el diálogo
con el público y tiene cierta carga mística".
La obra del escultor se ha exhibido, de manera individual
o colectiva, en países como España, Inglaterra, Suecia, Japón,
Suecia, Italia, Alemania y Estados Unidos; Plensa ha recibido la Medalla
de los caballeros de las artes y las letras, del Ministerio de Cultura
de Francia; el Premio de la Asociación Española de Críticos
de Arte y el de la Fundación Calder, y fue profesor en la Escuela
Nacional de Bellas Artes de París. Asimismo ha colaborado con la
compañía Fura dels Baus en proyectos como Atlántida,
La condenación de Fausto y F@ust versión 3.0.
El próximo 5 de diciembre se inaugurará
en Jerusalén su obra Puente de luz, proyecto al que ha dedicado
cuatro años, ''que busca ser un punto de encuentro para las cuatro
grandes comunidades de la zona. No tiene tintes políticos, pero
sí muy humanos. Quienes viven en Jerusalén, de cualquier
nacionalidad, quieren vivir juntos. Todos piensan lo mismo, aunque a veces
los deseos y la realidad no puedan caminar en el mismo sentido".
Rumor se abre al público el jueves 21 en
el Centro Cultural de España (Guatemala 18, Centro Histórico,
atrás de Catedral).