CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

Iztacalco al poder

HE DE CONFESAR que esta vez estoy sorprendido.

AL FINAL DE la semana que pasó, en este espacio se dio cuenta de la autogestión de los habitantes de la delegación Milpa Alta que, cansados de apoyar a políticos de uno u otro partidos que prometen hacerse cargo de las necesidades de la población, hallaron la forma de elegir entre ellos, sin necesidad de los partidos registrados, su propio candidato a la jefatura delegacional.

AQUEL DIA, AUNQUE gustoso por la acción ciudadana de los milpaltenses, supuse que se trataba de un hecho aislado, que si bien muestra la desesperación de la gente y la inutilidad de los partidos políticos ante los problemas de la población, no haría mayores diferencias en el juego político de la ciudad.

SIN EMBARGO, RECIBI un correo electrónico del señor Angel Pérez Hernández, quien me asegura que en la delegación Iztacalco se ha iniciado la construcción de un frente ciudadano con sus reglas y su propio candidato, para evitar las imposiciones partidistas.

EL PROCESO SE inició hace cuatro meses y tiene por nombre Frente Ciudadano Iztacalquense, pero como en el caso de Milpa Alta, no está dentro de ningún partido político, es decir, no encuentra en ninguna organización partidista la respuesta a las necesidades de su población.

Y MAS QUE eso, todo indica que no existe confianza en que los candidatos de ningún partido puedan ser quienes se ajusten a la realidad de la delegación y respondan a sus demandas.

ESTOS MOVIMIENTOS ESPONTANEOS, generados por el desatino de los partidos políticos en general, responden a su vez a la pérdida del compromiso ideológico de las organizaciones partidistas que en su oferta no convencen a nadie, porque fundamentalmente todos parecen iguales.

LA DECEPCION DE los habitantes de las delegaciones mencionadas se ha convertido en la razón de una nueva lucha. Sabedores de que los partidos por igual habrán de prometer lo mismo, enfrentan sin un concepto ideológico claro, pero con la convicción de su propia razón, el vacío creado por el juego de aqyellos que pretenden el poder con base en el engaño y los intereses personales de los candidatos.

POR EL MOMENTO nadie puede augurar nada respecto de estas organizaciones, pero lo más probable es que logren ir a una elección donde seguramente habrán de ganar ellos, los habitantes de esas comunidades.

SIN DUDA ESTA lección terminará, si así lo entienden los partidos políticos, fortaleciendo las estructuras democráticas partidistas, pero si la gente mantiene su independencia luego de las elecciones, es decir, si no son engullidos de inmediato por las trampas de los partidos, es muy probable que sea desde la organización ciudadana, como debe ser, donde se empiecen a modificar las formas tradicionales e ineficaces de hacer política, por lo pronto en la ciudad de México.

BIEN LO DICE el señor Pérez Hernández: "Todo el poder al ciudadano".

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