Cuando ya estaba instalada la mesa de diálogo
llega comando de la PFP
Campesinos morelenses desbloquean carreteras y se sientan
a negociar
Ningún acuerdo concreto en las pláticas
entre inconformes, Agricultura y Gobernación
PATRICIA MUÑOZ RIOS ENVIADA
Tres Marias, Mor., 21 de noviembre. Campesinos
de Morelos que mantuvieron bloqueadas la carretera federal y la autopista
México-Cuernavaca en ambos sentidos desde el mediodía del
miércoles hasta la tarde de hoy, se sentaron en una mesa de negociación
con autoridades de la Secretaría de Agricultura para buscar soluciones
a la crisis que les provocó la sequía del estado, ya que
aun cuando les habían ofrecido un apoyo de mil pesos, luego se les
rectificó que se lo darían en especie (sacos de fertilizantes
y semillas). Lo que los inconformes quieren son recursos en efectivo para
"sobrevivir''.
El frío calaba al límite de los dos o tres
grados y la tensión parecía rebasar los ánimos cuando
por la tarde llegó a esta zona, donde estaban los campesinos, un
amplio destacamento de casi 500 elementos de la Policía Federal
Preventiva (PFP). El enfrentamiento se evitó porque los productores
habían acordado minutos antes levantar el bloqueo si se sentaban
a negociar con las autoridades en ese momento y lugar.
A
cambio,pidieron que no hubiera presencia policiaca, pero el destacamento
ya iba en camino y llevaba de todo: camiones, patrullas, helicópteros
y hasta perros, además de agentes del Ministerio Público.
Pero cuando los elementos llegaron al poblado, aproximadamente a las 16
horas, encontraron libres las dos carreteras, y cuando se apostaron en
la lateral del camino, en este poblado, los despedidas sonoras de los traileros
que habían permanecido durante horas en el lugar se confundieron
con los gritos de campesinos: "¡Ojalá también les echaran
montón a los secuestradores!" "¡Zapata, Zapata, Zapata!".
En la mañana el secretario de Agricultura, Javier
Usabiaga, había señalado que ese era un asunto político,
y al preguntarle si era válido usar la fuerza pública, respondió
que en este caso "lo que se tiene que usar es la fuerza del Estado y del
derecho".
En el mismo tono el secretario de Gobernación,
Santiago Creel Miranda, comentó que la postura asumida por estos
campesinos era injustificada e ilegal, y sostuvo que no había argumento
ni jurídico ni político válido, por lo que se aplicaría
la ley y se preparó un operativo para el desalojo de estas
vías.
Usabiaga había ofrecido una conferencia de prensa
en la que dijo que ya se había atendido ese asunto y que se les
había respondido a los campesinos que se les darían mil pesos
por hectárea siniestrada, lo cual era más de lo que se daba
en el Fondo de Desastres Naturales y que lo que había dado a los
campesinos afectados por el huracán Isidore.
Los productores de sorgo, maíz, caña y jitomate
explicaron sin embargo que se les quería dar el apoyo en costales
de fertilizante y semillas, y que ellos lo que querían eran recursos
para sobrevivir, porque toda la cosecha se perdió -ciento por ciento
de la de maíz y 60 de la de sorgo- y no tenían ni para comer.
Además el gobierno sólo había ofrecido apoyar a menos
de la mitad de los productores siniestrados.
El secretario de Agricultura también indicó
que se llegó al acuerdo de apoyar una superficie de 9 mil 642 hectáreas,
e instó a los dirigentes a ''ya no usar la gente del campo para
poner en riesgo la estabilidad social''.
En cambio, los campesinos estimaron que son más
de 25 mil hectáreas las siniestradas, e insistieron a sus líderes
en no moverse del lugar, a pesar de que aguantaban el frío en resquicios
de los mismos puestos de comida del lugar.
Las demandas
Las negociaciones, que fueron encabezadas por la diputada
federal Maricela Sánchez, líder del PRI en Morelos, y el
diputado local Guillermo del Valle, se vieron interrumpidas cuando llegó
la PFP. Sin embargo, el subsecretario de Concertación de Agricultura,
Luis Fernando Núñez Ramírez, y el encargado de Enlace
de la Secretaria de Gobernación, Gonzalo Altamirano Dimas, quienes
estaban en la mesa, sostuvieron que ese no era motivo para romper las pláticas
y continuaron.
La petición de los campesinos, que 30 horas antes
era una -el pago de 3 mil 500 pesos por hectárea de cultivo afectada
para los productores de sorgo, maíz y caña- luego se convirtió
en ocho: además de ese pago, pidieron poner en marcha programas
productivos que están detenidos; que no haya repercusiones contra
los que encabezaron el movimiento, e indulto para un campesino sentenciado
injustamente, entre otras.
Aun cuando al cierre de esta edición no había
ningún acuerdo, se supo extraoficialmente que las autoridades habían
puesto en esta mesa la posibilidad de otorgar un apoyo adicional de 875
pesos a los del Procampo, otro de 300 pesos a quienes están en el
Programa Kilo por Kilo, así como un crédito adicional. No
obstante, los funcionarios rechazaron la condonación de las deudas,
que solicitaron los campesinos.
Los comisarios ejidales, miembros de comités y
presidentes municipales señalaron que desde el 29 de octubre el
gobierno de Morelos les ofreció una ayuda "en especie" equivalente
a 700 pesos, pero la condicionó a que mostraran los perjuicios;
sin embargo, determinaron no aceptar la oferta, porque invirtieron en la
siembra casi 5 mil pesos por cada hectárea de sorgo y 4 mil para
las de maíz.
La diputada Maricela Sánchez apuntó reiteradamente
que su movimiento no tiene tintes políticos y que además
Agricultura tiene más de mil 600 millones de pesos sin utilizar,
mientras la crisis del campo en México crece cada día y se
desborda.
La dirigente propuso primeramente a los campesinos tomar
Agricultura de Morelos para exigir apoyo, pero desde el lunes productores
de diversas regiones del estado propusieron que si se les negaban estos
apoyos marcharían hasta la ciudad de México. El bloqueo era
una de sus paradas rumbo a las oficinas de Usabiaga, pero en sesión
determinaron continuarlo durante más de un día.
A los campesinos de Ayala, Tepalcingo, Temoac y Jantetelco
se sumaron los afiliados al Movimiento Revolucionario de Morelos, así
como miembros del perredismo local, como Galdino Ríos Medina, alcalde
de Tepalcingo.
En medio de la contienda entre los productores y las autoridades
quedaron los usuarios, quienes estuvieron detenidos desde la noche del
miércoles y tuvieron que desviarse. Los transportistas señalaron
que las pérdidas son millonarias tanto para empresas como para particulares
que cobran por viaje. El recorrido de Cuernavaca a la ciudad de México
requería de por lo menos siete horas, porque los manifestantes hicieron
cortes intermitentes durante todo el jueves, en los que dejaban pasar durante
cinco minutos -cada 20- a los vehículos.