La mayoría sólo recorta gastos, dice Standard&Poor's
Sólo seis de 32 estados usan bien sus atribuciones en recaudación fiscal
VICTOR CARDOSO
A pesar de la estrechez económica derivada de los recortes de las participaciones federales, menos de una quinta parte de los estados del país, es decir, seis de las 32 entidades federativas (incluido el Distrito Federal), hacen un uso eficiente de sus atribuciones en materia de recaudación fiscal para elevar sus ingresos.
En los presupuestos de los gobiernos locales, de acuerdo con un estudio de Standard and Poor's, las transferencias federales representan 91 por ciento, y ante la baja de esos recursos las autoridades locales han preferido disminuir el gasto de inversión (que representa en términos generales menos de 10 por ciento del total de gastos) antes que el operativo porque hacer lo contrario lo ven ''políticamente costoso''.
Incluso, sobre las atribuciones para cobrar impuestos por ventas o actividades profesionales, autorizadas este año con el fin de posibilitar a los estados que eleven sus ingresos, en ningún caso se ha aplicado esta potestad.
No sólo eso: el impuesto predial, considerado como una de las principales fuentes de recursos de estados y municipios, en México sólo representa 0.3 por ciento del producto interno bruto (PIB), mientras en países desarrollados llega a 4 por ciento y en promedio es de 2 por ciento entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Herramienta alterna frente a los recortes
El estudio recuerda que durante 2002 las participaciones federales a los estados registraron una reducción de 6.1 por ciento en promedio, aunque no afectaron por igual a todas las entidades. Los recortes más altos fueron en Durango, donde la participación bajó 11.9 por ciento; Chihuahua, 11.3; Distrito Federal, 11.1; Zacatecas, 10.6, y Tamaulipas, 10.1 por ciento.
Ante esa situación, dice, los gobiernos de algunas entidades fueron capaces de adaptarse exitosamente a las nuevas condiciones, ya fuera mediante la consolidación de ingresos propios o la reducción de gastos. Por ejemplo, Puebla se encuentra estableciendo un enérgico programa de fiscalización y una sólida política de manejo de tesorería que ha dado como resultado más fuentes de ingreso locales. Otros se enfocaron a recortar gastos operativos; Veracruz está llevando a cabo un programa de austeridad de gastos, que se espera, reducirá el costo de la nómina 20 por ciento.
Pero por el contrario, ''los estados más afectados por los recientes recortes en las participaciones fueron los que sobrestimaron el crecimiento de las participaciones al presupuestar sus ingresos federales para 2002'', señala el estudio.
La dependencia de los recursos federales ha provocado una amplia vulnerabilidad ante cualquier modificación en el programa de transferencias y ''exige que los estados lleven a cabo un ajuste fiscal incluyendo una profunda evaluación sobre la manera de consolidar mejor las fuentes locales existentes, junto con un esfuerzo de supervisión tributaria más agresiva''.