Aprueba la creación de una fuerza de reacción antiterrorista propuesta por EU

Respalda la OTAN resolución de la ONU para el desarme de Irak

Durante la cumbre en Praga invitan a formar parte de la alianza a siete países ex comunistas

AFP, REUTERS Y DPA

Praga, 21 de noviembre. Los mandatarios de los 19 países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) respaldaron este jueves en Praga la resolución de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para el desarme de Irak, en una cumbre en la que además invitaron a entrar a la alianza atlántica a siete países ex comunistas y decidieron la creación de una fuerza de reacción antiterrorista de 21 mil hombres propuesta por Estados Unidos.

Los jefes de Estado y de gobierno de la OTAN dejaron abierta -al igual que esa resolución de la ONU exigida por Estados Unidos para endurecer las condiciones y los plazos de inspección para Irak- la posibilidad de apoyar una intervención si el presidente iraquí Saddam Hussein no elimina las armas de destrucción masiva que según el presidente George W. Bush posee.

Los dirigentes de la OTAN, reunidos desde este jueves y hasta mañana en la capital checa, adoptaron una declaración en la que expresan su "disposición de llevar a cabo acciones eficaces para ayudar y apoyar a la ONU en sus esfuerzos por cumplir el objetivo de que Irak respete integralmente y de inmediato, sin condiciones ni restricciones, la resolución 1441".

En esta resolución, el Consejo de Seguridad "advirtió a Irak de las graves consecuencias a las que se enfrentaría si siguiera faltando a sus obligaciones". Si esto ocurriera, "los aliados tendrían una discusión sobre cómo poner esto en la práctica y lo decidirían", indicó una fuente de la alianza citada por Afp.

Por su lado, la canciller española, Ana Palacio, aseguró que "la OTAN no ha excluido nada", en alusión a una intervención militar que varios países comentaron "muy constructivamente" en el contexto de las consultas a unos 50 países que realiza Washington, según el secretario estadunidense de Defensa, Donald Rumsfeld.

Para la vía unilateral, Bush cuenta con el apoyo de su aliado británico, el primer ministro Tony Blair. El primero insistió hoy en Praga que si Hussein no de desarma, "trabajaremos estrechamente con nuestros amigos más cercanos, sobre todo el Reino Unido, y lo desarmaremos". Blair, a su vez, dijo esperar que el desarme se haga por medio de la misión de los inspectores, "pero si (Hussein) no coopera con ellos, lo desarmaremos por la fuerza".

El presidente francés, Jacques Chirac, advirtió a Irak que debía aprovechar "la última oportunidad" ofrecida para desarmarse antes de una eventual intervención, durante una entrevista con Bush, en Praga, según declaró una vocera del gobierno francés. Sin embargo, la cancillería se apresuró a aclarar que Francia considera que una intervención militar sólo podrá decidirse en la ONU y no unilateralmente por Estados Unidos.

Cuestionamientos a Blair

Según el diario británico Daily Telegraph, las diferencias entre Londres y París en el tema de Irak llevaron a Chirac a preguntar a Blair cómo explicará "dentro de 20 años" a su hijo Leo, de dos años y medio, al cual el mandatario francés conoce desde poco después de nacido, cuando le pregunte: "por qué cuando fuiste gobernante contribuiste a que comenzara la guerra".

Por su lado, Alemania reiteró que no participará en ningún ataque, aun cuando sea decidido por la ONU. No obstante, el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Joschka Fischer, destacó que se analizaba, en el contexto de un pedido formal hecho por Estados Unidos a Alemania para que apoye una eventual guerra, la cuestión de los derechos de vuelo en el espacio aéreo alemán y el estacionamiento de seis blindados alemanes de detección de armas ABC (atómicas, biológicas y nucleares) en Kuwait.

Alemania podría verse obligado, como miembro de la OTAN, a permitir el acceso de las tropas estadunidenses a sus bases militares y a que los aviones de ese país utilicen su espacio aéreo.

Por otro lado, en el contexto de una "gran preocupación" por "el terrorismo y la proliferación de las armas de destrucción masiva", y la necesidad de adaptarse a estas nuevas amenazas, los aliados aprobaron también en la cumbre de Praga la creación de una fuerza de reacción propuesta por Estados Unidos como parte de su futura modernización prevista tras los atentados del 11 de septiembre. Esta fuerza, de unos 21 mil hombres, podría desplegarse en cualquier lugar del mundo rápidamente y su creación comenzaría en breve.

Además, se comprometieron a "mejorar y desarrollar nuevas capacidades militares para tener un equipo de guerra moderno", otra exigencia de Estados Unidos.

Pero analistas de defensa cuestionan el que muchas naciones europeas, bajo presión para reducir sus déficit presupuestarios en una desaceleración económica, cumplan con las promesas.

De acuerdo con el diario británico The Independent, aunque Washington marginó deliberadamente a la OTAN desde el 11 de septiembre, ahora ve a la alianza como una manera de establecer una gran coalición para invadir Irak.

Por otro lado, la OTAN enfrenta su expansión hasta la frontera con Rusia, ya que este jueves el secretario general, George Robertson, invitó a siete países a unirse a ella en 2004. Estonia, Letonia, Lituania, Eslovenia (el único que no pertenecía al bloque soviético), Eslovaquia, Rumania y Bulgaria "asumirán su parte de responsabilidad en un mundo en paz", declaró el presidente checo, Vaclav Havel.

Al respecto, el ministro ruso de Defensa, Serguei Ivanov, dijo que la cumbre de la OTAN "no es asunto nuestro", pero Bush ha dicho que el viernes viajará a Rusia "para asegurar a los rusos y a Vladimir Putin que no tienen nada que temer de la ampliación".

Mientras tanto, cientos de personas protestaron en Praga contra la cumbre de la OTAN y la política de Estados Unidos respecto de Irak.

Un alemán y un polaco fueron detenidos y expulsados del país por figurar en la lista de personas "no deseadas" hecha por la República Checa, luego de las protestas durante la reunión del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial en setiembre de 2000 en Praga, anunció un vocero de la policía checa.