En Kuwait hieren gravemente a dos marines
Enfermera estadunidense asesinada afuera de una clínica en Líbano
ROBERT FISK THE INDEPENDENT
Se lo habían advertido. Los amigos de Bonnie Weatherall le habían dicho que profesar la religión cristiana evangélica en la rígidamente religiosa ciudad musulmana sunnita de Sidón podría ser peligroso. Amigos libaneses le habían sugerido que una actividad misionera en esa parte del sur de Líbano -donde miles de palestinos del enorme campo de refugiados de la ciudad se han aliado a movimientos islamistas- era una ocupación muy riesgosa para la joven enfermera estadunidense.
Y la mañana de ayer jueves, alguien le dio tres tiros en la cabeza a las afueras de la clínica que ayudaba a administrar en Sidón, y la dejó tirada en un charco de sangre.
"Que Dios los perdone", fue todo lo que el director del centro, el reverendo Sami Dagher, pudo decir acerca de los asesinos.
Pero Ƒla señora Weatherall, casada con un médico británico, fue asesinada por su religión, o por su nacionalidad?
Es la primera persona estadunidense asesinada en Líbano en más de una década -su ejecución coincidió con las graves lesiones inferidas a dos infantes de Marina de su país en Kuwait-, y su muerte fue un estremecedor recordatorio de la última vez que ciudadanos occidentales fueron atacados en Beirut y otras ciudades libanesas. A principios de esta semana hubo atentados con bombas en tres restaurantes estadunidenses de comida rápida en el país.
Bahia Hariri, hermana del millonario primer ministro libanés, convocó de inmediato a una reunión de clérigos musulmanes, trabajadores sociales y funcionarios gubernamentales en su casa de Sidón para denunciar el asesinato de la señora Weatherall.
Una amiga sueca de la víctima, Asa Bjork, describió cómo la enfermera -perteneciente a la iglesia bautista de la Alianza Misionera Cristiana- atendía a las embarazadas en la clínica, fundada para dar servicio a familias pobres de Sidón. "Llevaba una vida plena y feliz y le gustaba ayudar a personas de escasos recursos", señaló.
Pero en una ciudad como Sidón la vida de Weatherall, en particular si se le identificaba como una occidental que intentaba convertir musulmanes a su religión, estaba marcada.
Un funcionario libanés dijo ayer que varias veces habían advertido a la enfermera que predicar en su iglesia podría acarrearle gran hostilidad. Sidón es quizá la más estricta de las poblaciones libanesas: está prohibido el consumo de alcohol y la ciudad, a diferencia del resto del país -que acepta sábado y domingo como su fin de semana- suspende actividades los viernes para la observación del sábado musulmán.
En Kuwait, mientras tanto, dos infantes de Marina estadunidenses fueron baleados y gravemente heridos -uno en el rostro-, menos de dos meses después de que otro marine fue asesinado por pistoleros en esa nación. Funcionarios estadunidenses no explicaron por qué los dos militares viajaban en un auto civil -ni por qué no llevaban uniforme- entre las bases estadunidenses de Campo Doha y Arifjan, al sur de la ciudad de Kuwait.
Por lo menos la tercera parte del país ha sido acordonada por soldados kuwaitíes para permitir que los estadunidenses concentren ahí sus tropas para una posible invasión de Irak. Funcionarios locales sostienen que han detenido en el país a varios miembros de Al Qaeda.
ƑSerá que una vez más los estadunidenses son blancos de temporada en Medio Oriente? Es un hecho que en las calles y las mezquitas vuelven a escucharse exclamaciones de hostilidad, como en la década de 1980. Tal vez Washington no se dé cuenta de lo odiados que se han vuelto los estadunidenses en la región. En cambio, sus ciudadanos que viven allí bien que lo saben.
Periodista irlandés especialista en Medio Oriente, corresponsal de The Independent. Su libro más reciente es Pity the nation.
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Traducción: Jorge Anaya