Desigualdad, la constante en derechos humanos
Nadie protesta por el trato a talibanes: Soledad Loaeza
Critica las condiciones de presos de EU en Guantánamo
ROSA ELVIRA VARGAS
La investigadora Soledad Loaeza considera que el tema de los derechos humanos plantea tensiones derivadas de las asimetrías en el ámbito internacional, y ejemplificó con el trato que Estados Unidos da a los talibanes trasladados a la base de Guantánamo, en Cuba. Ellos, los detenidos, "no han tenido derecho a un juicio" ni se les conceden las mismas prerrogativas que a un ciudadano estadunidense, y, sin embargo, "no hay siquiera un movimiento de opinión, de protesta contra la manera en que están siendo tratados''.
Participante en el foro que organizó ayer el Partido Acción Nacional sobre democracia y derechos humanos, la maestra Loaeza subrayó que una condición como la que enfrentan los talibanes detenidos en la base estadunidense sería inaceptable para los países europeos, pero nadie ha salido a denunciarla.
"En este momento en que vivimos una situación de blanco y negro, y que no son aceptables los matices", el defender los derechos humanos de esas personas significa "colocarse en el campo adversario de Estados Unidos", cuando, por otra parte, este país es capaz de manejar el argumento de la defensa de las garantías individuales si sus intereses no están comprometidos.
"ƑQuién ha salido a formar una corriente de opinión que apoye un trato humanitario para los talibanes que fueron apresados?", preguntó la académica de El Colegio de México. Inclusive, dijo, hubo quienes justificaron, después de la intervención de Estados Unidos en Afganistán, el hecho de que los miembros de ese grupo no fueran hechos prisioneros, sino fusilados, "esto es, ni siquiera respetar la Convención de Ginebra, lo cual me parece absolutamente inaceptable".
Entonces, añadió la también colaboradora de La Jornada, puede seguir hablándose de derechos humanos, pero la realidad internacional sigue siendo una de desigualdad y asimetría, la cual no únicamente se mantiene o manifiesta en las negociaciones comerciales, sino también en el ámbito de las garantías individuales, pues a unos países se les pide respeto a los derechos humanos, "y a otros no se les pide tanto".