Advierte que una política de tolerancia cero es insuficiente
Ante crimen y delincuencia hay que inculcar valores: Norberto Rivera
JOSE ANTONIO ROMAN
Los altos índices de criminalidad y delincuencia que existen en el país están estrechamente ligados a la pobreza y marginación que viven millones de personas, afirmó el arzobispo primado de México, cardenal Norberto Rivera Carrera, quien convocó a la construcción de una sociedad más justa, igualitaria y fraterna.
Terminada su misa en la Catedral Metropolitana, el prelado advirtió que no basta la aplicación de una política de tolerancia cero contra la delincuencia y el mejoramiento de las leyes en la materia, sino que es necesario inculcar valores y principios trascendentes a los seres humanos.
El cardenal Rivera reconoció que las condiciones de pobreza en la que viven millones de mexicanos, conjugadas con los "crecientes" hechos de criminalidad, hacen más complicada y difícil la situación del país, aunque, dijo, hay notoria preocupación de las autoridades de todos los niveles por brindar seguridad a la ciudadanía.
Sin embargo, precisó que primero es necesario empezar a reducir la pobreza. "No estoy diciendo que la pobreza sea el único motivo que genere la criminalidad, pero sí es un elemento que incide en el incremento de la criminalidad."
El cardenal se refirió al reciente homicidio de la familia Narezo Loyola, en Tlalpan. Dijo que este multihomicidio realizado con "tanta saña y odio" obliga a toda la sociedad a reaccionar y a entender que somos corresponsables de lo que ocurra".
Durante su homilía, el jerarca convocó a la sociedad en general a trabajar de manera comprometida en la defensa de los derechos humanos, por la promulgación de leyes justas que defiendan la dignidad de todo ser humano en todas las etapas de su vida, y por un proyecto educativo humanista, así como por estructuras sociales que favorezcan una sociedad más desarrollada, igualitaria y solidaria.
Todos los mexicanos tenemos que comprometernos en la construcción de una sociedad libre, democrática, igualitaria y fraternal, insistió el prelado.