Se reveló Alejandro Amaya como un torero
fino y con clase pero sin comunicación
El juez Ricardo Balderas fue humillado por el empresario
de la Plaza Muerta
Regaló dos orejas y un arrastre lento,
pero no pudo impedir que saliera un toro no reseñado
LUMBRERA CHICO
Al término de la cuarta corrida de la temporada
menos chica, los granaderos se precipitaron sobre Luis Antonio Rivero,
encargado de los toriles, para llevárselo preso porque el hombre
echó al ruedo un ejemplar de la ganadería de Santiago sin
permiso del juez Ricardo Balderas, quien ayer obtuvo una importante lección
para su vida.
Todo comenzó cuando, para destruir el cartel compuesto
por Jorge Gutiérrez, Enrique Ponce y Alejandro Amaya -que viene
del reino de Juan Carlos I después de tomar la alternativa en la
península ibérica-, se inició el desfile de los pequeños,
mansos y débiles toritos de la ganadería de Teófilo
Gómez, contratados por la empresa del doctor R, a saber por qué.
Amaya
confirmó su alternativa apadrinado por Gutiérrez ante Mano
negra, un berrendo cinchado y cómodo de cabeza, de 470 kilos,
que recargó al tomar la única vara, pero se cayó después
y debió ser lidiado con gran suavidad, permitiendo que su matador
demostrara la buena clase que tiene, la finura y la limpieza de su trabajo,
opacado, sin embargo, por su falta de comunicación con los tendidos.
A continuación saltó a la arena Yo sí
soy, un cárdeno con bragas y mejor armado de cuerna, con 487
kilos y la misma debilidad de su hermano, que desmontó al picador
pero no logró sacar a Gutiérrez de su legendaria depresión
y fue despachado de un pinchazo y un descabello.
Ponce se las vio con Ansioso, negro zaino de 485,
cojo de la pata izquierda, al que recibió con una serie de verónicas
despegadas, rapiditas y mamonas. Convaleciente del cate que le perforó
un pulmón con la punta de una costilla rota, Ponce lo llevó
al caballo pero ordenó que apenas le partieran el pelo. Con la muleta,
el valenciano que erró su vocación -porque hubiera sido una
primerísima figura del ballet clásico- inició su conocida
danza, toreando con el pico y sobre piernas, muy vistoso pero frívolo,
sin verdad, encandilando a la tribuna, no al burel, y lo mató de
un pinchazo lagartijero, amorcillador, de efectos retardados. El juez Ricardo
Balderas, el mejor representante que tenía Andrés Manuel
López Obrador en el biombo, dándoselas de "aficionado", de
"conocedor", de "promotor" de la afición, otorgó dos orejas
y decretó el arrastre lento para un bovino que nunca probó
su bravura.
Gutiérrez: ahogo y desahogo
En seguida compareció Buena Suerte, negro
entrepelado de 483, tan deleznable como sus compañeros de reata.
Cuando Jorge Gutiérrez se hizo de él con la franela, producía
tanta emoción como la que causa un boy-scout ayudando a un
ciego a cruzar la calle. El de Tuxtla lo trató con inmensa ternura,
dándole medios muletazos, ahogándolo para explotar el tremendismo
y retirándose después para desahogarlo y correrle la mano
antes de volverlo a asfixiar. Así, al igual que Ponce, logró
cuajarle la faena, no al cornudo sino al público, y rebasando el
tiempo reglamentario y escuchando un aviso del desprestigiado juez, lo
mató recibiendo, con media estocada en todo lo alto que lo derrumbó
espectacularmente. Balderas premió al viejo artista con otras dos
orejas.
Para terminar la función, salieron Muñeco,
de 485, y Amigo, de 478, que no tenían un pase. Amaya regaló
un séptimo cajón, pero en vez de soltar a Huracán,
primera reserva, el doctor R ordenó que trajeran a Campeón,
De Santiago, con 475, hermoso y cornivuelto y bravo. El juez recordó
al "empresario" que por apego al reglamento debía soltar a Huracán,
pero el doctor R se pasó al Gobierno del DF por el arco del triunfo.
En protesta, el juez no ordenó que timbales y clarines anunciaran
el ingreso al ruedo de Campeón, y cuando éste fue
muerto sin pena ni gloria por Amaya, la policía rodeó a Luis
Rivero, pero el doctor R le dijo: "Tú, pélate -y agregó
a los gendarmes-, y ustedes, llévenme preso a mí". Los policías
se retiraron amedrentados.
Utilidades y pérdidas
Domingo 24 de noviembre de 2002
Espectadores |
22,000 |
Ingreso neto |
1,540,000 |
Egresos |
|
Gutiérrez |
60,000 |
Ponce |
1,200,000 |
Amaya |
40,000 |
Ganado |
200,000 |
Otros |
1,000,000 |
Subtotal |
2,500,000 |
Utilidades |
---------- |
Pérdidas |
960,000 |
Pérdidas anteriores |
1,370,000 |
Pérdidas acumuladas |
2,333,000 |
|