Concluyó en la capital de Oaxaca el encuentro
sobre ese antiguo patrimonio
Pugnas gremiales inhiben el rescate de los órganos
históricos
Necesario, formar intérpretes, señala
Susan Tattershal, responsable de la restauración de tres instrumentos
en el estado Reparar la tubería es lo más costoso en México,
advierte
ANGEL VARGAS ENVIADO
Oaxaca, Oax., 25 de noviembre. La falta de unidad
gremial, que incluso llega a propiciar enfrentamientos entre grupos y especialistas,
es uno de los obstáculos para recuperar la cultura del órgano
histórico en México, señala la organera Susan Tattershal,
responsable de la restauración de tres los siete instrumentos intervenidos
en el estado de Oaxaca.
La
experta estadunidense subraya que, no obstante esa adversidad, el país
vive un auge en el interés por ese tipo de patrimonio cultural,
lo cual se manifiesta, abunda, en el nacimiento de agrupaciones de organistas
y organeros, como en los crecientes trabajos de investigadores y la preocupación
de varias comunidades por preservar sus instrumentos.
La crítica, sana, pero debe apoyar
''La cultura organística en México está
en proceso de mejoría. Hace todavía 10 años su salud
era muy delicada, había muy pocos organistas y personas interesadas
en restaurar. Sin embargo, se trata de un proceso muy lento. Pueden repararse
varios órganos antiguos, pero eso no es todo, pues ¿de qué
sirve tenerlos si no hay quién los toque? Es necesario, entonces,
formar a los intérpretes", agrega.
''Por desgracia, ni los organistas ni los organeros están
unidos; algunos grupos están contra otros. Lo ideal es que, en vez
de criticarse entre sí, se unieran, porque los únicos afectados
son los instrumentos. La discusión, la crítica es sana, pero
debe hacerse con fines de apoyo."
Tattershal subraya la importancia del encuentro organizado
por el Instituto de Organos Históricos de Oaxaca, AC (Iohio), en
el que organeros, organistas, restauradores y especialistas de diferentes
disciplinas provenientes del país, Estados Unidos, España
y Portugal analizaron y discutieron la versión preliminar de un
reglamento para restaurar los órganos históricos en México.
En el acto, que comenzó el viernes y concluyó
anoche en la capital oxaqueña, participaron estudiantes y representantes
de algunas de las 56 comunidades donde se ha registrado la existencia de
uno de esos aparatos históricos.
El propósito del Iohio fue revisar y enriquecer
esa normatividad para someterla a consideración al Instituto Nacional
de Antropología e Historia (INAH) y que, una vez aprobada, se implemente.
Falta financiamiento
Para Tattershal es impostergable que el país cuente
con una regulación para restaurar órganos históricos,
ya que, explica, ''hoy cualquier persona con apoyo financiero mete mano
a los instrumentos de manera arbitraria" y puede causar daños irreversibles
o destruirlos.
''Después de los seres humanos, el problema son
los animales, la polilla, las ratas y los murciélagos", abunda.
Otro obstáculo es la falta de financiamiento, pues
restaurar un órgano es muy costoso. En México es difícil
encontrar buena madera y lo más caro de reparar o construir es la
tubería, pues sólo existen dos talleres y por eso se recurre
al extranjero.