Preocupante, la austeridad del gobierno local, señala
Plantea investigador reorientar las políticas públicas sobre seguridad
RAUL LLANOS SAMANIEGO
El investigador universitario Emilio Pradilla Cobos consideró que no será con mayor incremento presupuestal a las corporaciones policiacas como se atenuará la inseguridad pública, sino asignando mayores recursos al desarrollo social para atacar las causas y no las consecuencias.
Al participar en el foro sobre presupuesto sustentable para el Distrito Federal, organizado por la diputada Clara Brugada, el especialista en temas urbanos expresó que las autoridades capitalinas destinan un tercio de su presupuesto al rubro de seguridad pública, pero la delincuencia capitalina tiene su raíz en la cuestión económica, así como en la descomposición social, la corrupción y la pobreza, por lo que es necesario reorientar las políticas públicas.
Pradilla Cobos hizo un análisis de la forma en que se ha estructurado tanto el presupuesto anual de esta ciudad como las acciones puestas en marcha para mejorar la administración pública. Al respecto externó su preocupación por la austeridad que ha imperado en la gestión de López Obrador, ya que si bien ha terminado con el dispendio que caracterizó a otros gobiernos locales, también debe tener un límite, pues esa política puede ir en contra de la eficiencia de los servicios públicos y por ende del interés de la sociedad.
Otro de los puntos que hizo notar es el relacionado con el bando dos, el cual se contrapone con las políticas de vivienda, y lo único que ha generado es el incremento en el precio del suelo en las delegaciones donde está vigente esa normatividad, por lo que es necesario hacer un ejercicio de reflexión acerca de la factibilidad de continuar o modificar esa decisión de gobierno.
En opinión del investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, hay cuatro líneas de acción a mediano y largo plazos para la sustentabilidad financiera de la capital: la reivindicación por aportaciones federales equitativas, que tiene que ver con el hecho de que el gobierno federal asuma la deuda de la administración local, como ocurría en otras administraciones capitalinas.
De igual manera consideró fundamental establecer un principio de progresividad en los impuestos y servicios de esta ciudad. Puso como ejemplo el agua, ya que hay mucha gente que tiene la capacidad para pagar el costo real del líquido, a la vez de que se subsidie a los sectores sociales de menores recursos. Aunado a ello, se manifestó por analizar la factibilidad de cobrar por el uso del espacio aéreo y el subsuelo.