Elogian amigos del ex secretario la designación; es "experto en terrorismo", aseguran
Bush nombra a Kissinger jefe de comisión que investigará atentados
"Lento pero seguro, estamos desmantelando Al Qaeda", dijo el presidente
Convierte en ley medida que casi cuadruplicará gastos federales en 2007
AFP Y REUTERS
Washington, 27 de noviembre. El presidente George W. Bush nombró este miércoles al ex secretario de Estado Henry Kissinger al frente de una comisión independiente para investigar por qué el gobierno de Estados Unidos falló en evitar los ataques del 11 de septiembre de 2001.
"Esta comisión me ayudará a mí y a los futuros presidentes a comprender los métodos empleados por los enemigos de Estados Unidos, así como la naturaleza de las amenazas a las que nos enfrentamos", declaró Bush al firmar el texto que creó el organismo, en una ceremonia en la Casa Blanca.
"Esta comisión examinará cuidadosamente toda la evidencia y es-tudiará todos los hechos en profundidad. No debemos dejar sin analizar cada detalle y aprender de cada lección del 11 de septiembre", dijo Bush, quien agregó que "Estados Unidos aprenderá más del daño que nos ha sido hecho".
Kissinger, de 79 años de edad, prometió una investigación imparcial y exhaustiva: "Iremos hasta donde los hechos nos conduzcan", subrayó a la prensa, y dirigiéndose a las familias de las víctimas del 11 de septiembre, agregó que "no hay nada que podamos hacer respecto de las pérdidas que han sufrido, pero debe hacerse todo para evitar que una tragedia similar pueda ocurrir de nuevo".
Hacia la victoria final
Bush se refirió a la comisión co-mo el último logro de la batalla de Estados Unidos contra el terrorismo dentro y fuera del país, y predijo la victoria, pese a que el líder fundamentalista Osama Bin Laden aún no ha sido capturado.
"Estamos capturando a los asesinos uno a uno, uno por vez -precisó-. Lento pero seguro, estamos desmantelando la red Al Qaeda. No hay guarida lo suficientemente oscura ni profunda para esconderse de la justicia de Estados Unidos".
Investigaciones del Congreso sobre los ataques del 11 de septiembre revelaron que existieron alertas sobre posibles acciones terroristas antes de los atentados contra Nueva York y Washington del año pasado, pero no una advertencia específica sobre cómo, cuándo y dónde podrían ocurrir estos crímenes.
La comisión que dirigirá Kissinger tendrá 18 meses para hacer un informe amplio que incluya información sobre los servicios de inteligencia, el servicio extranjero, la maquinaria de gobierno, agencias de aplicación de la ley y la seguridad de aviación.
Asimismo, Bush convirtió este jueves en ley una medida que casi cuadruplica los gastos federales para 2007 en estudios de seguridad informática, para crear un equipo de expertos en ciberseguridad que sea capaz de vigilar ataques como el que incapacitó el mes pasado nueve de las 13 computadores que sostienen el sistema de nombres de dominio de Internet.
Asimismo, se incrementarán los gastos federales para la ciberseguridad, de su actual nivel, cada año, de unos 60 millones de dólares, a 111 millones el próximo.
Expertos han declarado ante el Congreso que los ataques online "podrían cerrar plantas de energía, redes telefónicas y otras infraestructuras vitales que han trasladado sus sistemas de control a Internet",
En lo referente a acusaciones de que hubo financiamiento por parte de Arabia Saudita a los atacantes del 11 de septiembre, la princesa Haifa al Faisal dijo estar "indignada" que su donación a una mujer necesitada fuera vinculada con los terroristas, en una entrevista publicada este miércoles por el diario The New York Times.
Solidaridad y cirugía
La esposa del embajador saudita en Washington, príncipe Bandar Bin Sultan, habló con el diario el lunes, en su primera entrevista des-de que la revista Newsweek publicara que sus contribuciones caritativas podrían haber financiado in-directamente a los aeropiratas sauditas (Khaled al Midhar y Nawaf al Hazmi), quienes ayudaron a se-cuestrar el avión que fue estrellado contra el Pentágono.
Aseguró que ella había hecho sus contribuciones en respuesta a una carta de la esposa jordana de un ciudadano saudiárabe que necesitaba una cirugía urgente.
El príncipe Bandar, dijo, envió una ayuda inicial de 15 mil dólares para cubrir la operación de la mujer, madre de seis hijos, y luego envió otras de 2 mil dólares anuales durante cuatro años, hasta mayo pasado.
Por su parte, el príncipe Bandar dijo que estaba menos molesto por el escándalo: "He estado en Washington por mucho tiempo, y eso es parte del juego político".
Por último, Mounir el Motassadeq, supuesto ex guardaespaldas de Bin Laden, declaró este miércoles ante un tribunal de Hamburgo que alrededor de medio año antes de los atentados del 11 de septiembre el líder de Al Qaeda se jactó de que llevaría a cabo un atentado que provocaría "miles de muertos", cuando estaba en campamentos de entrenamiento en Afganistán.
"Dentro de dichos campamentos, Estados Unidos era visto claramente como el enemigo. Todo el que estaba ahí decía que se debía dar muerte a los que agreden a los países islámicos", agregó.
Enfrenta demandas legales en varios países
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington, 27 de noviembre. El nombramiento de Henry Kissinger para encabezar una comisión independiente que investigará los atentados del 11 de septiembre fue elogiado por simpatizantes del hombre que ganó el premio Nobel por los acuerdos de paz de Vietnam, pero condenado por críticos que afirman que el propio Kissinger desató el terror contra millones de inocentes en varias partes del mundo.
El controvertido ex secretario de Estado y asesor de Seguridad Na-cional en los gabinetes de Richard Nixon y Gerald Ford, se comprometió este miércoles a realizar una investigación imparcial sobre las posibles fallas de inteligencia antes de los atentados contra Nueva York y Washington.
"No seremos limitados por ninguna consideración de política ex-terior", declaró el ex funcionario después de una reunión con el presidente George W. Bush.
Bush y varios legisladores elogiaron el nombramiento del diplomático más famoso del país, de 79 años de edad y quien preside su consultoría Kissinger&Associates, como un primer paso para entender los hechos que culminaron con los atentados del 11 de septiembre.
Pero a pesar de sus declaraciones, el nombramiento de Kissinger seguramente limitará las dimensiones de la investigación y garantizará que ningún alto funcionario sea responsabilizado por fracasar en prevenir los atentados.
El propio Kissinger se muestra renuente a viajar a algunos países de Europa y el Tercer Mundo, ya que enfrenta demandas legales por las que se le responsabiliza de crímenes de guerra y violaciones del derecho internacional en Camboya, Indonesia y Chile, entre otros.
Este mes se estrenó un documental en Estados Unidos, Los juicios de Henry Kissinger, que ofrece pruebas de que fue responsable, entre otras cosas, del bombardeo secreto e ilegal en Camboya durante la guerra de Vietnam, que causó la muerte de millones de civiles.
Además, utilizando entrevistas con el periodista inglés Christo-pher Hitchens, la película señala que Kissinger minó intentos para llegar a un acuerdo de paz en Vietnam en 1968, que podría haber terminado con ese conflicto años an-tes y con ello salvar la vida de por lo menos 200 mil personas.
La fecha del 11 de septiembre ya tenía un significado considerable para Kissinger, mucho antes de los atentados contra Nueva York y Washington.
Documentos gubernamentales desclasificados recientemente demuestran que cuando era asesor de Seguridad Nacional y después secretario de Estado para el entonces presidente Nixon, Kissinger personalmente autorizó instrucciones a la CIA para evitar que el presidente electo Salvador Allende asumiera la presidencia en Chile.
Después de que la maniobra fracasó, encabezó un comité dentro de la Casa Blanca dedicado a promover la desestabilización en Chile, alentar y apoyar el golpe militar que acabó con la muerte de Allende y el comienzo de la dictadura de Augusto Pinochet.
En ese entonces, Kissinger pronunció su famosa justificación: "no veo por qué tengamos que mantenernos quietos y observar a un país hacerse comunista por la irresponsabilidad de su propio pueblo".
Joyce Horman, viuda de un estadunidense asesinado durante el golpe, demandó legalmente a Kissinger a finales de los 70 responsabilizándolo de la muerte de su esposo.
En ese tiempo un tribunal estadunidense declaró que el caso no podía proceder porque Washington no estaba dispuesto a desclasificar los documentos relevantes relacionados con su papel en el golpe chileno.
Hoy, Horman ha promovido nuevamente una demanda contra Kissinger y otros funcionarios, a quienes responsabiliza por la muerte de su esposo (el caso fue el tema de la película Missing, de Costa Gavras), pero esta vez la demanda está procediendo en los tribunales chilenos.
Todos estos hechos, dice Steven Aftergood, experto en secretos gubernamentales de la Federación de Científicos Americanos, hacen de Kissinger una mala selección para la comisión de investigación.
"Para ponerlo en términos suaves, no se distingue como un juez imparcial de la mala conducta del gobierno -dijo Aftergood en entrevista con La Jornada-. Al contrario, es un investigado, no un investigador, y uno que se ha resistido teóricamente a divulgar información oficial a legisladores, tribunales, agentes privados y otros".
"Es increíble" la idea de que Kissinger encabezara una comisión para investigar si las fallas de las agencias de inteligencia permitieron que se realizaran los atentados del 11 de septiembre, dijo Aftergood.
Según grupos humanitarios en este país, Kissinger ha cabildeado contra la participación estadunidense en la Corte Penal Internacional, y sus amigos y colegas han dicho que tal tribunal podría ser empleado para juzgar al propio ex secretario de Estado.
Los crímenes de Kissinger, sostiene el re-portero, investigador y autor Christopher Hitchens, incluyen "conspiración para co-meter asesinato, secuestro y tortura". En un libro recientemente publicado, Hitchens detalla los esfuerzos de Kissinger para sabotear las negociaciones de paz de Vietnam en 1968, los ataques militares secretos de Estados Unidos contra Laos y Camboya entre marzo de 1969 y mayo de 1970, que causaron unas 350 mil muertes de civiles en Laos y 600 mil más en Camboya.
También lo responsabiliza de promover el golpe militar y la represión en Indonesia, el apoyo al régimen represivo del sha de Irán y de los dictadores argentinos en los años 70.
Esta no es la primera comisión presidencial que ha encabezado Kissinger. A principios de los 80, el entonces presidente Ronald Reagan nombró a Kissinger a la cabeza de la Comisión Presidencial para Centroamérica que evaluaba las insurgencias en esa región.
El entonces ya retirado diplomático contrató a un desconocido oficial militar para integrarse a este comisión, que al final apoyó las políticas de Reagan en América Central y que rechazó informes de las actividades de los escuadrones de la muerte en esos países.
Kissinger no ha comentado si tiene la in-tención de reclutar a ese ex miembro de su comisión anterior -Oliver North- para integrarse a ésta.