Javier Garciadiego, ponente en el foro que se desarrolla sobre el caudillo del sur
La trascendencia de Zapata ''no va a terminar con un cambio de gobierno''
Reunión de 22 especialistas en el Instituto de Estudios Históricos de la Revolución
RENATO RAVELO
La trascendencia de Emiliano Zapata en el espacio y en el tiempo lo hacen junto a la Revolución Mexicana un tema que no ''va a terminar con un cambio de gobierno", aseguró Javier Garciadiego durante el foro que se desarrolla en el Instituto de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana (IEHRM), en el que participan 22 especialistas, quienes revisan los temas relacionados con el origen, los jefes que lo rodearon, la cotidianidad de la guerra, así como las variantes regionales relacionadas con el caudillo del sur.
El foro se inició con la entrega, el pasado lunes, del Premio Salvador Azuela a Salvador Román Román por su trabajo Revuelta cívica en Guerrero (1957-1960): la democracia imposible, ceremonia en la que también se dio a conocer la mención especial otorgada a Gabriela Díaz Patiño, quien revisó el tema de la evangelización de Morelia entre 1875 y 1923.
Francisco José Paoli Bolio, subsecretario de Gobernación, quien el lunes hizo el anuncio del galardón, participó este martes con el análisis de la figura de Felipe Carrillo Puerto: ''Este líder socialista yucateco aprendió el sentido agrarista profundo de su lucha en los campos zapatistas".
Paoli Bolio explicó cómo las comisiones agrarias inspiraron el reparto que en su momento, cuando fue gobernador, realizó Carrillo Puerto. ''Se entregaron medio millón de hectáreas, que equivalieron a la cuarta parte que se repartió durante el gobierno de Alvaro Obregón. En esa etapa él era sustancialmente un anarquista" y compartió la tesis de Proudhome, de que ''la propiedad privada es un robo".
Falta mucho por saber del zapatismo
En la mesa sobre liderazgos cercanos a Zapata, Josefina MacGregor revisó la figura de Luis Cabrera y Pedro Castro abordó a Antonio Díaz Soto y Gama, con lo que quedó de manifiesto la variedad de corrientes que se conjuntaron en torno de Zapata, ya que el primero era intelectual y el segundo tenía formación religiosa y suponía que ''habría que realizar el reparto agrario, ya que de lo contrario se fortalecería el comunismo".
Esa variedad quedó plasmada asimismo en la convocatoria de los asistentes al foro, realizado en las instalaciones de San Angel, ya que lo mismo asistieron ancianos, campesinos, señores con sombrero de fieltro, interesados en la política, estudiantes y obreros.
En la ponencia de Sagrario de la O acerca de la familia Fuentes, que trabajaba bajo el mando de Genovevo de la O, se demostró a su vez que la reconstrucción del zapatismo tiene aún en lo regional mucho que revelar. Lo mismo sobre aquellos líderes ejemplares que sobre los de dudosa actuación.
Esto sin dejar de lado que, como sostuvo Jaime Vélez, todavía falta mucho por saber, por ejemplo, de la actuación de los zapatistas en el periodo de Obregón, 1920-1924, cuando ya había ocurrido aquel trágico 10 de abril. Pero es que la visión de los organizadores del foro es recordar mejor que fue a finales de noviembre cuando se redactó y promulgó el Plan de Ayala, lo que implica, en palabras de Garciadiego: ''Darle prioridad a sus ideales".