Gabriel García Márquez, presente en la inauguración de la olimpiada de Cuba

El Salvador, guarida de asesinos: Castro

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 27 de noviembre. Acompañado de los Premios Nobel Gabriel García Márquez y Adolfo Pérez Esquivel, el presidente Fidel Castro puso en marcha una competencia deportiva nacional con una violenta crítica al gobierno de El Salvador, al que acusó de convertir a ese país en "guarida de asesinos mercenarios".

García Márquez y Pérez Esquivel se unieron al líder indígena boliviano Evo Morales, al pastor estadunidense Lucius Walker y al secretario general del Partido Refundación Comunista de Italia, Fausto Bertinotti, para acompañar a Castro, el martes por la noche, en la ceremonia con la que arrancó la justa deportiva, una réplica por la ausencia de Cuba en los 19 Juegos Centroamericanos y del Caribe que se realizan en El Salvador.

Cuba, potencia deportiva regional, decidió ausentarse de los juegos con el argumento de falta de seguridad física y planes para incitar a la deserción a sus atletas. Incluso denunció la existencia de un complot para asesinar al presidente del Comité Olímpico de la isla, el vicepresidente José Ramón Fernández.

Los personajes extranjeros invitados, excepto García Márquez, participan en el segundo encuentro hemisférico de lucha contra el ALCA, cuyos cerca de 900 asistentes también presenciaron la vistosa ceremonia en la Plaza de la Revolución.

Sin mencionar a El Salvador por su nombre Castro dijo que era "un país que con el total apoyo de su gobierno ha sido y es guarida de asesinos mercenarios, que han llevado a cabo hasta años bien recientes ataques terroristas contra nuestros hoteles".

Dos salvadoreños están presos y condenados a muerte en Cuba, culpables de haber colocado explosivos en centros turísticos en la isla en 1997, en uno de los cuales murió un empresario italiano.

"Un país cuyas autoridades han sido cómplices del trasiego de armas y la organización de planes de asesinato contra la representación cubana en importantes eventos internacionales, donde la ley y el orden interno han dejado de existir, no estaba en condiciones de ofrecer la menor garantía para la integridad física y moral de nuestros atletas", señaló Castro.

"Ni siquiera se accedió a la solicitud de contacto con las autoridades de ese país para discutir las cuestiones de seguridad para una delegación de casi mil ciudadanos cubanos, allí donde ni siquiera existe una sede diplomática de Cuba", agregó.

El Salvador y Uruguay son los únicos dos países latinoamericanos que carecen de relaciones diplomáticas con la isla.

Castro devolvió el golpe a El Salvador con la organización de su propia competencia interna llamada primera Olimpiada Nacional, del 26 de noviembre al 8 de diciembre, con más de mil 500 atletas, entre los cuales destacan 55 campeones mundiales, 15 olímpicos y 60 panamericanos, que disputarán medallas en 33 disciplinas en seis provincias, con la actuación de 286 árbitros de categoría internacional.

Treinta por ciento de los competidores pasará una prueba antidopaje en un laboratorio nacional de reciente creación, que está a la espera de su reconocimiento oficial por el Comité Olímpico Internacional.