ASTILLERO
Julio Hernández López
Santa paz
La elite no escucha los rumores subterráneos
En Veracruz, protesta contra desatenciones a enfermos de sida
EL PAIS ESTA en santa paz, según la opinión (que ha de suponerse muy bien informada) del secretario de Gobernación, quien agregó que en México existen los canales adecuados para expresar protestas y disidencias, sin necesidad de que nadie se trepe al monte y luego ande organizando conferencias de prensa clandestinas como la dada en estos días por el ERPI.
SANTA PAZ FOXISTA, entre protestas campesinas crecientes a las que se desoye y frente a las que Los Pinos pondrá el grito en el cielo cuando tomen las dimensiones reiteradamente anunciadas; la paz de los millonarios defraudadores prófugos a los que el procurador fiscal de la Federación amenaza con sartén freidor que es de esperarse no sea como el fallido de los peces gordos de Francisco Barrio; la paz de los piratas vendedores en público de música copiada a los que se castigará con más fuerza a causa de leyes agravadas; la paz de la pareja presidencial que dice una y otra vez que las cosas en México van de maravilla, mientras el diseño presupuestal del año venidero es una hoja suelta entre vendavales políticos que podrían postrar a la economía.
AYER, SIN EMBARGO, hubo en el puerto jarocho una especial rotura de esa paz vicentina y santiaguina. (Como es sabido, Veracruz es un estado policiaco. El gobernador Miguel Alemán ha dejado las molestias de encarar los problemas políticos y sociales de aquella entidad en manos de su secretario de seguridad pública, José Alejandro Montano Guzmán, quien a base de represión mantiene lo más aquietada que le es posible aquella entidad para que su jefe, el gobernador Alemán, pueda dedicarse sin sobresaltos a cumplir con mejores y más satisfactorias tareas, como la vida social de altos vuelos, el mundo de los espectáculos y la pasión por los negocios.) Resulta que a pesar de los despliegues intimidatorios del equipo de seguridad del gobernador Alemán, activistas en defensa de los derechos de enfermos de sida interrumpieron la inauguración de un congreso sobre el tema para exigir algo más que palabrería y discursos. La protesta pública se produjo cuando el secretario federal de Salud, Julio Frenk (quien podría ser el próximo presidente de la Organización Mundial de Salud, lo que le haría dejar su cargo actual), leía su discurso lleno del optimismo institucional que por definición caracteriza al gabinete al que pertenece. Los guardias alemanistas pretendieron impedir la irrupción de inconformidad, y el propio gobernador, en su turno al micrófono, creyó que invitando a los manifestantes a ocupar sus lugares en la sillería podría controlar el asunto, llevándose en cambio el reclamo correspondiente a su falta de ayuda a los enfermos de sida.
NO SON, POR DESGRACIA, esos enfermos los únicos que van siendo dejados a la deriva por el aparato gubernamental de salud pública. Pero sí son, o pueden ser, víctimas de la represión institucionalizada que se vive en Veracruz, en aras de esa paz ficticia de la que luego dan cuenta funcionarios como Santiago Creel. Que no sea la paz de los sepulcros la que sea impuesta a quienes protestan.
ASTILLAS: A PESAR DE todos los sinsabores que han acompañado su ejercicio durante tres años, y del éxito que en el ánimo colectivo ha tenido la campaña de desacreditación que desde Los Pinos se ha sostenido contra los diputados a los que se culpa tramposamente de obstruir el advenimiento del paraíso foxista, varios de esos legisladores están enérgicamente decididos a pasar las vergüenzas que sean necesarias con tal de echarse a la bolsa un bien alimentado cheque "de retiro" que les dé las gracias pecuniarias por los grandes servicios prestados a la Patria desde 2000. Las presiones han subido de tono y algunos de esos sacrificados representantes populares acusan a Martí Batres de falta de solidaridad con sus pretensiones que, en algunos casos, llegan a los 900 mil pesos como bono de despedida. La oposición del coordinador de la bancada perredista a este cheque final ha generado enojo en quienes temen volver dentro de poco a las incomodidades de la vida fuera de nómina y, por ello, pretenden armarse económicamente desde ahora, con cargo a las finanzas del Poder Legislativo. Los berrinches de esos diputados se han dado también en relación con el recorte de gastos de representación, de viajes y de servicios médicos de manga ancha... Hay ocasiones en que Andrés Manuel López Obrador hace innecesario cualquier tipo de comentario: ahora organiza una consulta šsobre la felicidad!... Ignacio Loyola, gobernador de Querétaro, sin tanto aspaviento se hizo una encuesta a sí mismo y decidió que con 214 mil pesos de salario al mes podría ser razonablemente feliz, y así lo propuso al Congreso del estado para que lo incluyan en el presupuesto de 2003... Esta columna resiste heroicamente el asedio y se niega a caer en las diarias provocaciones de la señora Marta, que de manera insistente ofrece material para la crítica ácida, sustituyendo cada vez con mayor descaro la figura del presidente Fox, excediéndose en la exposición pública, opinando de todo e intercambiando cartas de defensa amorosa con su cónyuge cansado. Con esposas así, para qué queremos presidente... Y a propósito: Joaquín Hendricks, gobernador de Quintana Roo, ya prepara un nuevo viaje a Europa, aunque no se sabe si su esposa volverá a hacer declaraciones de escándalo como sucedió luego de su más reciente viaje internacional... El autor de estas líneas descompuestas platicará hoy, en Guadalajara, a las 18 horas, con Arturo Pérez-Reverte, para así presentar en la Feria Internacional del Libro su ya famosa novela, La reina del sur, que narra los amores y las peripecias narcoempresariales globalizadas de Teresa Mendoza Chávez, una mexicana que fruta prohibida vendía. Dado que el texto del distinguido periodista y escritor hispano no habla de Cuba, es de suponerse que no se contará entre los oyentes con la presencia entusiasta de alguna turba amaestrada en el arte de convertir actos culturales en mítines panfletarios.
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