En la región, los pobres son reducidos a estadísticas, coinciden expertos
Los motores económicos de AL han fracasado en el combate al desempleo, admite la Cepal
ROSA ELVIRA VARGAS Y GEORGINA SALDIERNA
América Latina vive en una paradoja: hoy produce mayor riqueza y sin embargo el número de pobres se incrementa día a día. Al mismo tiempo, los motores económicos han perdido efectividad para generar los empleos suficientes y de calidad que demanda su población, admitió Rebeca Grynspan, directoral regional para México de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). "La pobreza se ha vuelto estadística y la hemos visto siempre como un problema de otros'', convino a su vez Huguette Labelle, quien fuera presidenta de la Agencia Canadiense de Desarrollo Internacional.
Durante las discusiones de la segunda reunión anual de la Comisión sobre Globalización, Carlos Heredia, del Partido de la Revolución Democrática, subrayó que las políticas económicas de las naciones de la región se deciden fuera de sus fronteras, "y lo que nosotros queremos son espacios de movimiento para estructurar nuestras economías de manera distinta, y hacerlo a partir de las necesidades locales, regionales y nacionales''.
Variado y plural fue el análisis que sobre pobreza y globalización se presentó ayer en esta instancia internacional que se creó en 2000 para fomentar un diálogo "post-Seattle'' y buscar la concurrencia de líderes gubernamentales, expertos y representantes de "grupos de protesta'' para desarrollar propuestas que reformen "las políticas de las instituciones gobernantes y dar seguimiento'' a su aplicación.
Fue al mismo tiempo una discusión en la que predominó la visión sobre los contrastes sociales que ha impuesto la globalización, pero en la que también hubo denuncias puntuales sobre sus efectos de pauperización en grandes núcleos. "Aumenta la riqueza pero también la pobreza, porque no sabemos qué políticas usar'', dijo Labelle.
Alfonso Ramírez Cuéllar, del movimiento El Barzón, denunció que "los bancos y los principales accionistas, y también muchos de los gobiernos, se han incorporado de lleno a una auténtica economía internacional de rentistas y especuladores, en las que lo que menos importa es la producción, el crecimiento, el desarrollo y el bienestar. Es simple y llanamente la tiranía del dinero y de los flujos financieros internacionales''.
Para algunos analistas como Eduardo Ramos-Gómez, presidente de la Cámara de Comercio México-Estados Unidos, los pobres se han vuelto una estadística y una realidad que muchas veces se esconde, "son fantasmas en todos lados, son invisibles". Apuntó que esta comisión significan un llamado para dirigir más un cambio de actitud que un programa específico.
Rebeca Grynspan coincidió en que en las sociedades actuales no se ve a los pobres; "nos acostumbramos a ver la pobreza, pero hay que volver a crear la conciencia de que esta no es una responsabilidad sólo individual, sino que debe ser asumida por los gobiernos, la sociedad civil y las empresas de manera corresponsable. No se trata de filantropía sino de derechos y ciudadanía''.
Huguette Labelle abrió la discusión planteando el panorama de América Latina, donde mientras en 1980 había 135 millones de pobres, hoy suman más de 211 millones. "Por qué sucede esto -interrogó- cuando hoy hay más conocimientos, cuando se ha aprendido más del pasado y la región sigue siendo rica en recursos."
Respondió ella misma que hoy "ya nada es local'' y que el "reto es asegurarnos de que el capital humano se pueda utilizar, que el dinero ya no esté en los bancos de Suiza y darle un nuevo enfoque al nivel multinacional de la economía. En síntesis, cómo controlamos las fuerzas de la globalización para que realmente cambie la vida de la población en pobreza''.
Rebeca Grynspan llamó la atención sobre las subsecuentes fases de crecimiento, reducción y de crisis económica que viven los países del subcontinente y que derivan en una volatilidad relacionada con algo típico de América Latina: la desigualdad.
"Si no atacamos estas inequidades no podremos cerrar las brechas y hay que admitirlo: el tema de la equidad no ha estado en la agenda latinoamericana. Hemos creído que podremos crecer combatiendo la pobreza y no la inequidad'', afirmó.
Por su parte, Alicia Bárcena, también de la Cepal, se refirió al tema de los recursos naturales y planteó que el modelo económico extractivo ha beneficiado mucho más a las empresas trasnacionales, con muy poca derrama para beneficio del pueblo.
Rechazó que las comunidades pobres sean responsables de la sobrexplotación de los recursos naturales. "Mucha gente les quiere echar la culpa de que son quienes erosionan, pero no. Los pobres son víctimas de modelos extractivos y de producción que han generado mucho más pobreza... le hemos apostado a un modelo que beneficia a alguien, por supuesto, pero no necesariamente a nuestra gente''.
Señaló que lo ambiental representa actualmente una especie de "emergencia silenciosa''. Sí hay luces que llaman al desastre, "pero no de manera gradual, evidente. Los recursos más problemáticos están en el manejo del agua, en la desertificación y en la pérdida de biodiversidad'', alertó.
Ramírez Cuéllar habló sobre el sistema bancario mexicano y destacó que la sustitución de un esquema aparentemente reprimido por un mercado desregularizado no ha significado mayor eficiencia en el financiamiento al sector productivo, ni ha aumentado el ahorro privado y tampoco ha disminuido las tasas de interés reales. Las reformas emprendidas, aseguró, sólo han dado origen a un sistema bancario y financiero entrampado en la apuesta inmediata, sin riesgos, sin solidaridad ni vocación productiva.
Carlos Heredia señaló que en la adopción extrafronteras de las políticas económicas se ven consecuencias como las que hoy vive Argentina. "Ahí se abrió, se vendió todo y ahora vive en una profunda deuda, porque ya no tiene más que vender, y ellos discuten ahora cómo empezar todo de nuevo."