Este mes culminará sin recesión y disminuirán desempleo e indigencia, asegura Duhalde
Marchan desocupados argentinos en una jornada contra el hambre
Sobra comida, lo que falta es organización, afirma el mandatario Seguirán las movilizaciones
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 4 de diciembre. Bajo el lema "Antes y ahora, la lucha es una sola" y acompañadas por otros organismos humanitarios, las Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora comenzaron esta tarde su anual Marcha de la Resistencia de 24 horas en la Plaza de Mayo, frente a la casa de gobierno, donde antes se habían congregado miles de piqueteros (desocupados) tras una marcha de más de siete horas en reclamo de alimentos en la llamada "jornada nacional contra el hambre".
Los piqueteros partieron del municipio de Liniers hacia la Plaza de Mayo en esta capital deteniéndose en centros comerciales y supermercados para pedir alimentos. Raúl Castell, dirigente de un sector de jubilados y desocupados, el MIJD, encabezó la marcha que también engrosaron columnas de Barrios de Pie y Teresa Vive, entre otros.
Castell precisó que se piden 500 mil kilos de alimentos para repartir en comedores infantiles y otros lugares, pero aseguró que los piqueteros no recurrirán a la violencia. En este sentido, en alusión a los rumores sobre posibles saqueos, dijo que miles de personas pasaron durante la marcha frente a negocios que tenían "mercadería en la vereda (acera), ante miles de comerciantes, y no se tocó nada (...) saquear no está en la cabeza de ninguno". Justamente, organizaciones piqueteras han denunciado que grupos vinculados al ex presidente Carlos Menem ofrecen dinero a los habitantes de barriadas pobres para participar en saqueos, y recuerdan que los del año pasado, previos al estallido del 20 de diciembre, fueron preparados por grupos políticos y no por sus organizaciones.
Marchas similares se realizan desde hace tres días en esta capital y otros lugares del país, coincidiendo con la conmemoración del pueblazo o la revolución de las cacerolas, que entre el 19 y 20 de diciembre de 2001 llevó a la renuncia del gobierno de Fernando de la Rúa, en un estallido que dejó una treintena de muertos.
Por su parte, y mientras el drama del hambre sigue golpeando a los niños -hoy se cobró otra pequeña víctima en la provincia del Chaco- el presidente Eduardo Duhalde pronosticó que este mes culminará sin recesión, y que a fin de año disminuirán la desocupación y la indigencia.
En referencia a la tragedia que se vive en varias provincias por la desnutrición, el mandatario sostuvo que "sobra comida, pero lo que falta es organización", y también salió al paso de otro rumor de los tantos que circulan en estos días sobre la posibilidad de que los subsidios para jefes de familia desocupados se suspendan a finales de diciembre. "En el presupuesto del año próximo no solamente están incluidos estos planes sino que van a ser incrementados", aseguró.
Asimismo, solicitó no hacer caso a los rumores que pronostican hechos violentos para el próximo 20 de diciembre, como prevén los círculos ligados con sectores del menemismo y de la derecha ligada a sectores de inteligencia de la pasada dictadura (1976-83). Esta situación le costó el alejamiento del cargo al subsecretario de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Carlos Vilas, quien había denunciado los planes del menemismo para crear caos en estos días, como también lo denunciaron varios sectores piqueteros.
Vilas ratificó su posición y dijo que su alejamiento también se debe a su desacuerdo con la violencia policial que costó recientemente la vida a jóvenes piqueteros.
Precisamente, la marcha de las madres de los desaparecidos durante la pasada dictadura comenzó en una esquina capitalina donde en el estallido del año pasado cayó Gustavo Benedetto, uno de los primeros asesinados en esa jornada.
Solidaridad
Además, las madres y los otros organizadores -entre ellos las Abuelas de Plaza de Mayo, los Familiares de Desaparecidos y Detenidos por razones políticas e HIJOS (de desaparecidos)- invitaron a encabezar la marcha a los familiares de los asesinados por la represión policial en las distintas manifestaciones durante la democracia.
En homenaje a estas víctimas, así como a los 30 mil desaparecidos de la dictadura, habrá antorchas prendidas y cerca de la medianoche se realizará una olla popular, y mientras los grupos marchan alrededor de la Pirámide de Mayo, también se proyectarán documentales sobre la dictadura.
Mañana, las madres entregarán su distintivo pañuelo blanco a los representantes de HIJOS, en una manera de representar la continuación de su lucha. La marcha culminará mañana frente a los tribunales para exigir la anulación de las leyes que dejaron sin castigo a los centenares de represores de la dictadura.
Las movilizaciones de todos los sectores seguirán, en vísperas del 20 de diciembre, en acciones que muestran la fuerte presencia popular, pero también la división reinante.
La víspera, el Movimiento Nacional y Popular que encabeza el precandidato presidencial del justicialismo (peronismo-oficialismo) Adolfo Rodríguez Saá, enfrentado con Menem y Duhalde, realizó un apagón con cacerolazo en un barrio de esta capital.
Convocan a paro general
La Central de Trabajadores Argentinos ( CTA, una de las tres centrales sindicales que encabeza Víctor de Gennaro) convocó a un paro nacional para el 20 de diciembre en rechazo al "hambre, la entrega y la represión", y para exigir que caduquen "todos los mandatos" y haya elecciones para "todos los cargos electivos" en abril próximo, además de elegir presidente.
La CTA ha denunciado que cada 25 minutos muere un niño por causas evitables, esto en un país que fue conocido como el "granero del mundo" y donde se cosechan millones de toneladas de granos anualmente, pero la mayoría para la exportación.
Así, desde mañana y cada día las movilizaciones se extenderán en todo el país, mientras que al menos la apertura del corralito a las cuentas corrientes impuesto el 3 de diciembre del año pasado, no ha generado que se dispare del dólar y por ahora todo parece bajo control, luego de frenarse la redolarización de depósitos que discutía la Corte Suprema (el llamado corralón a los plazos fijos) cuando un magistrado admitió que tenía una cuenta de este tipo. En cambio, no existe la misma tranquilidad en el tema de las actuaciones de la justicia, como en el caso de la Corte, ni en las internas políticas del gobernante justicialismo.