Si son inocentes deben ser liberados o, en su
caso, recibir un juicio: Sergio Vieira
Pide alto comisionado de la ONU aclarar la situación
de talibanes en Guantánamo
Critican India y Rusia "la unilateralidad" estadunidense
en las crisis mundiales
AFP
Ginebra, 4 de diciembre. El alto comisionado de
la Organización de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el
brasileño Sergio Vieira de Mello, solicitó este miércoles
en Ginebra que los talibanes o miembros de Al Qaeda detenidos en la base
estadunidense de Guantánamo (Cuba) sean puestos en libertad si son
inocentes o, en su caso, sean juzgados por tribunales de sus respectivos
países o de Estados Unidos.
La cifra de estos prisioneros capturados en Afganistán
se eleva a cerca de 500 hombres de 40 nacionalidades diferentes. "El argumento
que he expuesto oficialmente ante el gobierno de Estados Unidos, es el
de que comprendiendo el derecho de proteger a su país y a su población,
me parece que después de un periodo razonable que varía de
un individuo a otro, deberíamos llegar a conclusiones", declaró
Vieira de Mello en conferencia de prensa.
"Si una persona es inocente y ha suministrado todas las
informaciones que dispone, pero no ha cometido ningún crimen, debe
ser liberada", afirmó el Alto Comisionado de la ONU.
"Si hay acusaciones", agregó, "ese hombre debería
ser enviado a su país de origen, si éste ofrece garantías
de que sus tribunales lo juzgarían en concordancia con las pruebas
suministradas por el gobierno estadunidense". Otra opción, según
Vieira de Mello, sería que "esa persona compareciera en Estados
Unidos ante una corte civil".
Por otro lado, el presidente ruso Vladimir Putin, y el
primer ministro indio, Atal Behari Vajpayee, se declararon el miércoles
"firmemente opuestos" al recurso unilateral de la fuerza en Irak y advirtieron
que hay que evitar una política de doble rasero en la lucha antiterrorista.
En una declaración conjunta hecha en Nueva Delhi,
donde el presidente ruso se encuentra desde el martes, Putin y Vajpayee
criticaron implícitamente el unilateralismo de Washington a la hora
de gestionar las crisis mundiales.
En cuanto a la cuestión iraquí, subrayaron
que sus países estaban "firmemente opuestos a la amenaza o al uso
unilateral de la fuerza, en violación de la Carta de Naciones Unidas,
así como a la injerencia en los asuntos internos de otros estados".
Sobre el terrorismo internacional, el presidente ruso
y el primer ministro indio afirmaron que están decididos a luchar
contra esa plaga, pero lanzaron una advertencia sobre el riesgo de incurrir
en una apreciación selectiva del tema.
Rusia e India enfrentan en su territorio a movimientos
separatistas de inspiración islámica, en Chechenia y Cachemira
respectivamente, y reprochan a Estados Unidos que no incluya abiertamente
esa modalidad de "terrorismo" en la guerra global que lanzó después
de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
Por otro lado, la justicia estadunidense accedió
a que los abogados José Padilla, acusado de complot para hacer explotar
un dispositivo radiactivo conocido como bomba sucia, puedan encontrarse
con él y litiguen ante la corte su detención militar. El
juez de distrito Michael Mukasey reconoció el derecho del presidente
George W. Bush a declarar a Padilla "combatiente enemigo", pero determinó
que la corte considerará el argumento de que su detención
es inconstitucional y que debe ser liberado, como postulan sus abogados.
Padilla fue arrestado el 8 de mayo en Chicago, y fue mantenido
secretamente en Nueva York durante un mes, como testigo material, antes
de ser llevado a la instalación naval en Charleston (Carolina del
Sur).
Bush, por otro lado, afirmó hoy que cree que la
red Al Qaeda está detrás de los ataques contra blancos israelíes
perpetrados en Kenia la semana pasada. Por su parte, las autoridades de
esa nación africana afirmaron que ya fue identificado como Tazel
Badala Muhmad el hombre que compró el automóvil que estalló
a la entrada del hotel Paradise en la ciudad de Mombasa.
Se informó que este miércoles se cerró
temporalmente la embajada británica en Kenia debido a una "amenaza
concreta" contra dicha instalación.