"Estamos cansados de proyectos y amabilidad
que no llevan a nada": activistas
Reclaman a Frenk omisiones de la Ssa en la lucha contra
el sida
Entre gritos y empujones se inaugura el congreso sobre
enfermedades de transmisión sexual
El secretario de Salud reconoce que continúa
en aumento el número de infectados por VIH
ANGELES CRUZ Y ANDRES MORALES ENVIADA Y CORRESPONSAL
Boca del Rio, Ver., 4 de diciembre. Empujones,
gritos y reclamos de trabajadores sexuales y seropositivos se antepusieron
a las declaraciones de la Secretaría de Salud (Ssa) sobre los avances
en el control de la epidemia de sida en el país. El titular del
ramo, Julio Frenk Mora, apenas iniciaba su discurso inaugural del octavo
Congreso Nacional sobre Sida e Infecciones de Transmisión Sexual,
para señalar que ese mal es una prioridad de salud pública
y amenaza para el desarrollo, cuando un grupo de hombres y mujeres lo enfrentaron
para reclamarle la falta de acciones concretas para prevenir el contagio.
Integrantes de la Red Mexicana de Trabajo Sexual señalaron
al funcionario que no es suficiente la voluntad política. "Ya estamos
cansados de proyectos y amabilidad que no llevan a nada mientras las mujeres
y hombres sexoservidores son víctimas de la discriminación
y carecen de apoyos efectivos para prevenir la infección", manifestaron.
"Estamos cansados de los ofrecimientos cuando ni siquiera
son capaces de escuchar nuestras necesidades". Dijeron que du-rante años
han esperado que el discurso se convierta en acción y que el derecho
a la salud de las mujeres y hombres sexoservidores se haga realidad.
Rechazo al seguro popular
Al mismo tiempo que los trabajadores sexuales tomaban
el presídium, los miembros de Vanguardia de Personas que Viven con
VIH (Vanpavih) desplegaron mantas y carteles con leyendas en contra del
seguro popular de salud. Con gritos expresaron su rechazo a la que pretende
ser la estrategia social más importante del sexenio foxista en el
sector. Afirmaron que el programa es anticonstitucional.
En unos minutos el desorden se impuso en el auditorio
del World Trade Center de Veracruz. Las mantas taparon el presídium
donde se encontraban el gobernador del estado, Miguel Alemán Velasco,
funcionarios federales, estatales e integrantes de organizaciones civiles.
Frente al micrófono, Julio Frenk permaneció
impávido ante los gritos de Elvira Madrid, presidenta de Brigada
Callejera de Apoyo a la Mujer Elisa Martínez. Después trató
de negociar el diálogo, pero la respuesta lo volvió a callar:
"ya estamos cansados de tanta amabilidad. Tiene que saber que los programas
no sirven si no se acompañan de acciones claras y eficaces".
Frenk señaló el compromiso del gobierno
federal para enfrentar la enfermedad, así como el estigma y la discriminación
que sufren los enfermos. A 20 años de haberse diagnosticado los
primeros casos de sida en el mundo "hemos aprendido ya lo suficiente para
poder incidir en la epidemia", planteó.
Resaltó la importancia de que en la construcción
de respuestas al problema impere el respeto mutuo entre los actores involucrados.
Nuevamente ofreció el diálogo como la mejor vía para
encontrar soluciones. Reiteró que en México el sida está
concentrado en poblaciones específicas de riesgo, aunque también
admitió que continúa en aumento el número de afectados.
Más adelante se refirió a la cobertura de
medicamentos antirretrovirales, los cuales ya están disponibles
para 93 por ciento de los enfermos. Cuando mencionó la amplia gama
de fármacos disponibles en el Instituto Mexicano del Seguro Social
(IMSS), nuevamente fue interrumpido, esta vez por "Enrique", originario
de Guadalajara, quien le señaló que en esa institución
prevalece el desabasto. Dijo que hace dos meses no recibe la terapia que
necesita para mantener el virus de inmunodeficiencia hu-mana bajo control.
Antes, Sergio Aja, en representación de alrededor
de 400 personas de 50 organizaciones civiles de todo el país que
se dieron cita en esta ciudad, presentó las conclusiones del foro
comunitario efectuado el lunes y el martes anteriores. Las agrupaciones
exigieron al gobierno federal que se destinen los recursos necesarios al
sector salud para mejorar la atención a los enfermos de sida.
También pidieron que para cualquier cambio que
se pretenda realizar a la Ley General de Salud o al IMSS se tome en cuenta
la opinión de la sociedad. Lo anterior con el fin de evitar que
en un futuro se vuelva a afectar los derechos de los pacientes, como ocurrió
en julio pasado, cuando 2 mil infectados fueron desincorporados del IMSS.