El funcionario revela que Gil Díaz prohíbe hablar del presupuesto a sus pares
El gobierno de Fox, sin compromiso con la ecología, denuncia Székely
Dijo que México podrá ser la novena economía, pero es el lugar 54 en bienestar social
ENRIQUE MENDEZENVIADA
En una reunión con académicos e investigadores de El Colegio de México (Colmex), el subsecretario del Medio Ambiente, Carlos Székely, afirmó que la Secretaría de Hacienda no sólo recortó los recursos a esa dependencia -con lo que el gobierno de Vicente Fox envía la "señal de que no hay compromiso con la ecología"- sino que también les prohibió a las dependencias criticar el Presupuesto de Egresos para el próximo año. "Tenemos orden de no hablar", reveló.
Székely participó ayer en el seminario Bases de Política Ambiental y Marco Constitucional que organizaron el Programa de Estudios Avanzados en Desarrollo Sustentable y Medio Ambiente (LEAD, por sus siglas en inglés) y el Colmex. Ahí, dijo que a pesar de la prohibición del titular de Hacienda, Francisco Gil Díaz, él hablaría "muy poquito" sobre el tema.
Comentó que el argumento de Gil para no aumentar el presupuesto del gobierno federal es que "las necesidades son enormes y no hay dinero para todo". Sin embargo, dijo que los fondos previstos para la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en 2003 son de 13 mil 600 millones de pesos, monto similar al de 1999.
"Lo que nos dicen es que la economía está mal, que nadie quiere pagar impuestos, que por la guerra, pero lo que no quiere Hacienda es que cada secretaría vaya a cabildear con los diputados para que no le echen a perder la negociación. Pero si el gobierno no otorga suficiente dinero, lo que envía es una señal de que no hay compromiso con la ecología. No hay por qué mostrar las cosas de otra manera", dijo.
Dijo que los datos presentados por el gobierno de Vicente Fox para afirmar que México es ya la novena economía mundial son engañosos, pues "los números no checan", porque esa situación "no quiere decir que seamos el lugar número nueve en bienestar social. En ese rubro somos el número 54".
Székely afirmó también que el "modelo neoliberal depredador, de crecer a toda costa", sólo llevó a la degradación ecológica del país y si bien atribuyó el fracaso de las políticas en la materia a los gobiernos del PRI, reconoció que "muchas de los procesos de deterioro todavía los tenemos y vamos a tardar mucho en componerlos".
La actual administración, dijo, también debe modificar sus esquemas de asistencia social. No puede continuar, agregó, la "política de subsidio, de dar un poquito de dinero (a los indígenas) para que no estén haciendo revueltas en el sureste de México".
La guerra del agua
En su exposición ante académicos, investigadores y público general, el funcionario de la Semarnat informó que el 12 de diciembre, "el día de la Virgen" -como él mismo dijo-, la dependencia hará dos anuncios importantes.
El primero, adelantó, consiste en la publicación, por parte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), de la disponibilidad de agua en cada lugar del territorio nacional para que los inversionistas estén enterados dónde sí hay reservas del recurso y dónde no.
"Podrán ver si hay números negros o rojos y los lugares donde no podrá haber inversión, desarrollo ni movimientos poblacionales. El agua ya no nos alcanza", expuso. Señaló que la difusión de los datos no se consultó con los gobernadores de los estados, para evitar que se opusieran "como en el pasado" a la decisión gubernamental.
El otro anuncio que "cambiará la política" gubernamental sobre el agua, dijo, es la apertura de la Oficina de la Cuenca de México, que pretende concentrar la estrategia oficial para el cuidado de los mantos y la sustitución de las dependencias que actualmente se ocupan de este rubro, por delegados nacionales.
"Hemos reconocido que la unidad de trabajo es la cuenca, que no depende de ningún estado, y que no podemos esperar a que (Andrés Manuel) López Obrador, el gobernador Arturo Montiel y la secretaría se pongan de acuerdo" en su manejo.
Citó a Alvin Tofler, quien -expuso- en la década de los 70 previó que en el futuro la guerra ya no sería por los combustibles sino por el agua.
"En México ya tenemos graves dificultades por el agua con Estados Unidos, porque no la tenemos. Con ellos no hay una guerra, pero sí problemas económicos y políticos. Sin embargo, en México ya observamos las primeras amenazas de la guerra por el líquido. Eso ya es una realidad", resaltó.
Para frenar esas "amenazas", dijo que el gobierno intervendrá para evitar que los estados se confronten por el agua, aunque ello implique un problema para el gobierno federal. "šClaro que vamos a tener conflictos! Y los esperamos", expuso.
Estas estrategias, informó, forman parte de la "nueva política ambiental" del gobierno foxista, con las que se pretende no sólo terminar con la "corrupción endémica" que subsiste en la dependencia y sus oficinas, sino también cobrar más a quienes contaminan, especialmente "a los ricos y a la clase media".
Afirmó que dentro de la "nueva política ambiental", la Semarnat -que ahora tiene un poder político que antes no tenía"- se combatirá la depredación de la naturaleza "con el mismo interés que se combate al narcotráfico". Declaró que la dependencia no concederá ni un permiso para construir un hotel en zonas ecológicas, así sea un gobernador, un ciudadano y "ni al mismo presidente" Fox.
Para reforzar la estrategia de la dependencia recordó el caso de los pescadores de Pátzcuaro, Michoacán, y la veda que se impone del pescado blanco en Semana Santa, cuando precisamente los habitantes de la isla de Janitzio acostumbran comer esa especie.
"Lo tenemos que hacer porque, Ƒqué es más importante, la tradición o que se acabe el blanco de Pátzcuaro?"
Las afirmaciones de Székely causaron asombro y provocaron rumores entre los académicos y el público. Sergio Gasca, del Gobierno del Distrito Federal, le dijo. "Las cosas no son más limpias porque se laven, sino porque no se ensucien". Entonces, el funcionario se defendió: "aceptamos las críticas, pero las buenas, porque cuando son maléficas, no ayudan".
Luego se quejó de que los medios de comunicación no publican "las buenas cosas" que hace la dependencia y recordó que cuando se anunció el programa La ruta sagrada de los volcanes, ni un solo reportero acudió al recorrido, "porque no había una mala noticia que dar".
Reconoció, empero, que el gobierno enfrenta un problema de comunicación institucional -al foro en el Colmex no asistió un solo representante de prensa de la Semarnat- y ejemplificó: "Un programa en el que nos ha ido muy mal es el Plan Puebla-Panamá, porque ha habido una mala comunicación.
"Los medios ya no son el medio para comunicarnos con la sociedad, porque sólo se publica en ellos lo que el comprador quiere. Necesitamos inventar otra forma de comunicar".
Estaba a punto de terminar su exposición y sólo entonces preguntó: "ƑHay un periodista por aquí? Y si hay, ni modo".