CIUDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
Los compromisos
SI ALGUIEN SUPONE que la consulta del gobierno de la capital a sus habitantes para saber si Andrés Manuel López Obrador debe seguir en su encargo no son más que vitaminas para el ego, puede que tenga razón, pero hay más, debe de haber más.
NADIE DEBE PERDER de vista que un ejercicio de este tipo, que para decirlo de una vez no es tan democrático como debería -ya que fue vía telefónica-, tiene también otra cara, tal vez la menos conveniente para un político. Me refiero, desde luego, al compromiso.
PARA DECIRLO DE otra manera, los lazos entre la gente y López Obrador se han hecho hoy mucho más fuertes que antes. La gente decidió, tomó el teléfono y, como nunca antes (más de medio millón de votantes), llamó para hacer patente su deseo: López Obrador debe seguir en el cargo.
ESTO NO SIGNIFICA que los citadinos hayan ofrecido, con su voto, el manto con el que se cubra el jefe de Gobierno para hacer y deshacer sin más opinión que la suya. Por el contrario, a partir de hoy se inicia o se reafirma, como cada cual lo vea, un nuevo compromiso de López Obrador para con los ciudadanos de la capital.
A LA FECHA los programas de gobierno han satisfecho las más variadas necesidades, lo mismo para la gente pobre que para los más ambiciosos intereses de gente con recursos.
HASTA LOS DUEÑOS de las empresas constructoras -que después del famosísimo bando dos salieron de la ciudad ante la imposibilidad de seguir construyendo- han regresado con "la flor del perdón en las manos" a trabajar en los diferentes proyectos de construcción del gobierno de la ciudad.
PERO NO BASTA, hay grandes lagunas en el ejercicio de gobierno que no han sido bien zanjadas y en las que urge la atención del jefe de Gobierno. Una de las principales, si no la más importante, está en la Asamblea Legislativa.
EL BUEN GOBIERNO exige de la participación de las partes que lo conforman -por malas o buenas que sean- y del respeto del Ejecutivo hacia los otros poderes, no para hacer arreglos inconfesables en lo oscurito, como se hace en otros partidos, sino para ejercer la política en plenitud y con el fin de que ésta sirva a la gente.
CON LOS RESULTADOS de la consulta los habitantes de la ciudad también entenderán que el compromiso del gobierno con ellos deberá reforzarse con proyectos y programas que, por bondadosos que sean, no parezcan imposiciones, verdades únicas, certeras e irrebatibles.
ENTONCES, HOY MAS que nunca López Obrador deberá gobernar con la gente y con los representantes de ésta, y más que nunca los habitantes de esta ciudad están en el derecho de reclamar cualquier decisión gubernamental que pudiera afectarlos. La votación a favor -que como dijimos marca un hito en este tipo de encuestas- habla del respeto de los ciudadanos por el trabajo de su gobernante y deberá marcar, sin rodeos, el camino del gobierno.
POR ELLO LA consulta no podrá ser, de ninguna manera, una suerte de autoelogio. šQue nadie lo crea así!
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