ASTILLERO
Julio Hernández López
Un contralor sin control
Barrio se lanzó contra iglesias y partidos, sobre todo el suyo
ƑSinceridad genuina o maniobra en víspera de cesantías?
ššSANTOS PECES infreíbles en tiempos de presupuestos (de ingresos) aprobados! Helo allí al sacrílego sacristán de la capilla de la Madre de todas las Batallas contra la Corrupción, el catoliquísimo Francisco Barrio Terrazas, quien se ha lanzado contra los píos tráficos de influencias que en favor de pillines raterines habrían realizado respetables voces provenientes "de las iglesias", desde la principal de las cuales el indignado cardenal en jefe le exige al denunciante nombres pecadores y no simples insinuaciones y murmuraciones.
PERO NO HAN quedado en esos terrenos rociados con agua bendita las tribulaciones del hombre que cercano fue (Ƒes?) al Movimiento Carismático de Renovación en el Espíritu Santo: panista de azul profundo que (aparte de tocar con el pétalo de la sospecha a los padres Amaro enredados con el poder y sus corruptelas) ha cometido pecado de autogol, al censurar con su autorizadísima voz a sus propios compañeros de partido por cometer perversiones como gobernantes, de apropiarse de lo ajeno (ni modo que de lo que les pertenezca, se pitorrea de sí mismo este tecleador impropio) y de hacer transas sin indulgencia posible, tanto que, a decir de quien como gobernador de Chihuahua también dejó su estela de acusaciones de alcantarilla, más difícil que sacar al PRI de Los Pinos resultaría extirpar la corrupción de la vida pública del país entero, sean las que fueren las siglas con las que los cambios fuesen prometidos.
APRECIESE EL talante de las declaraciones del distinguido panista respecto a sus, digamos, correligionarios: según eso hay, por ejemplo, "situaciones donde las familias de los funcionarios comienzan a despacharse con la cuchara grande", y "basta de estarle haciendo el juego a esas cosas. Si algo a mí de veras me desespera y me frustra es darme cuenta de eso, y que de alguna manera nos vayamos haciendo laxos frente a ellas, que las vayamos tolerando", pues "si nos ganan los motivos mezquinos, pedestres y estrictamente materiales, si vamos olvidando nuestro viejo apostolado, hasta podríamos estar en la vía de perderlo todo", además de que, "en lugar de ser nosotros mismos los que denunciamos y actuamos para corregir esas cosas, simplemente buscamos que tenga el menor daño político; buscamos ahi cómo lo salvamos y tapamos, y todo eso". En realidad, dijo Barrio, los panistas deberían ver la viga en el ojo propio y no la paja en el ajeno. šSopas! šBienvenido, don Pancho, al círculo rojo! Ejercicio de autocrítica que ni columnista recién desenchufado de alguna nómina secreta: confesiones de contralor sin control que se fue de la lengua por genuina sinceridad o porque finalmente estuviera en la lista de cambios posibles que en el gabinete pretendería hacer el indeciso Vicente, al que en sus relaciones de subterráneos acuerdos con el PRI no ayudarían las difusiones barristas de inminentes cocinamientos de peces gordos enchapopotados que han quedado en arreglo bajo chantaje. Peregrino en busca de puerta de salida, el Pancho hacedor de panchos se ha enredado con sus propias pitas: las divinas y las partidistas.
EN MEDIO DE tantas broncas, el presidente Vicente Fox ha tenido oportunidad para mostrarse sonriente, comprensivo y generoso. Ello, al menos, mientras no caiga en cuenta que el Presupuesto de Egresos por cuya aprobación diputadil se congratuló es menor a las aspiraciones magnas que a su ejercicio presidencial supone le correspondería. Por lo pronto, don Vicente consideró que el trabajo de los diputados fue, "por esta vez", ejemplar.
ASTILLAS:DADO QUE AQUI se mencionó el texto que sobre impuestos a las revistas se había publicado en la página cibernética de Proceso, el respetable periodista Alvaro Delgado hace saber que es de su responsabilidad personal, y no de la revista mencionada, el contenido del artículo que cada jueves hace llegar a la agencia APRO. Alvaro menciona, además, que efectivamente hay otros medios, electrónicos y de papel, que han documentado el caso de las cuentas de los Amigos de Fox, entre ellos, "con toda justicia", La Jornada, y aprovecha para solidarizarse con los reporteros de este diario que sufren los arrebatos censores de la procuraduría federal de justicia. Y, respecto al cobro de IVA a los lectores de cualquier tipo de revista (metiendo en el mismo saco a revistas culturales, académicas, científicas y políticas, junto a pasquines y demás folletería chatarra de tonos amarillos, rosas o rojos), parecería estar por afinarse un mecanismo subjetivo y discrecional que permitiría al gobierno devolver, en forma de subsidio, el monto de lo que hubiera sido cobrado por IVA a aquellas revistas defendibles por su contenido. ƑSubsidio, compensación, devolución? Esos términos siempre sonarán a mercadeo o condicionamiento encubierto, a pesar de que hoy, hoy, hoy las intenciones fuesen otras (diciembre y sus posadas van reblandeciendo a este tecleador que ya merece vagar sin computadora a la vista: hasta ingenuo se ha puesto aceptando que las intenciones fiscales y fiscalizadoras pudiesen ser "otras")... En San Luis Potosí ha estallado una crisis priísta que había tenido un largo periodo de incubación. El gobernador, Fernando Silva Nieto, en coordinación con su antecesor, Horacio Sánchez Unzueta, pretendió imponer como candidato al gobierno al empresario Miguel Valladares García (que entre otros negocios tiene algunos medios locales de comunicación), pero la maniobra falló porque el presunto candidato no cumplía con requisitos estatutarios del tricolor, como haber ganado un cargo de elección popular. Como relevo, el empresario destapó en el patio de su casa (como en las películas de hacendados) a Luis García Julián, que a lo largo de su vida había sido empleado ejecutivo de negocios de Valladares, para que compitiera contra Juan Ramiro Robledo, Elías Dip y Manuel Medellín Milán. Este domingo, cuando se realizaron los comicios internos del tricolor, estos tres precandidatos desconocieron el presunto triunfo de García Julián (es decir, de Miguel Valladares), acusaron directamente al gobernador Silva Nieto de mover la estructura oficial en favor del aspirante favorito, y metieron al PRI en un torbellino que llevó ayer a un dirigente campesino y a una senadora en funciones a encadenarse al edificio estatal del tricolor, en protesta por el cochinero que, dicen, fue la tal elección interna.
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