Beneplácito de Hacienda por los acuerdos alcanzados
Escepticismo de analistas de la IP ante el programa económico para 2003
JUAN ANTONIO ZUÑIGA E ISRAEL RODRIGUEZ
Analistas de la iniciativa privada consideraron que el monto y las condiciones en que se ejercerá el presupuesto de gastos de la Federación para el próximo año pondrán en riesgo las metas macreoeconómicas de inflación y desempleo; en tanto, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) dio a conocer su beneplácito por los términos en los que aprobó el Congreso de la Unión el programa económico para 2003.
''El Poder Ejecutivo reconoce la responsabilidad mostrada por parte del H. Congreso de la Unión al ratificar la disciplina fiscal como eje rector del programa económico para 2003'', manifestó la dependencia a través de un comunicado de prensa, en el cual destaca ''la intención del Poder Legislativo de unirse a los esfuerzos de la presente administración por atender a los sectores con mayor contenido social e impacto sobre la población, como son el campo, la educación, inversión en infraestructura y la salud''.
En sus consideraciones, el Poder Ejecutivo, a través de la Secretaría de Hacienda, encomia que los legisladores hayan establecido expresamente que el déficit público autorizado ''no podrá ser rebasado y deberá procurarse que las economías e ingresos excedentes que se generen se destinen a reducirlo''.
Así también, destaca las medidas aprobadas para proveer de mayor flexibilidad a las dependencias y entidades responsables del ejercicio presupuestario, mediante una mejor regulación del mismo.
Sin embargo, diversos analistas de la iniciativa privada se mostraron escépticos sobre la congruencia del programa económico aprobado y las metas de crecimiento e inflación que esperan alcanzarse en 2003. La posibilidad de recortes se mantiene latente, en opinión de los empresarios entrevistados.
La celeridad con la que los legisladores han conseguido avanzar en el proceso de aprobación del presupuesto para el año próximo es positiva; sin embargo, el hecho de que los diputados y senadores aumentaran el supuesto del precio del barril de petróleo representa una problemática, porque la economía sigue dependiendo en gran medida de los ingresos petroleros, consideró el Grupo Financiero Banamex-Citigroup.
El problema, explicó, es que en caso de que no se obtengan los ingresos estimados con un precio por barril de petróleo de 18.35 dólares, se requeriría de un recorte en el gasto, por lo cual debería ser más conservador, como era la propuesta del gobierno.
A su vez, César Castro Quiroz, director de análisis del Centro de Análisis de Proyecciones Económicas para México (Capem), advirtió que el crecimiento del gasto de 5.5 por ciento en términos reales, al ascender de 1 billón 482 mil millones a 1 billón 524 mil millones de pesos, pone en riesgo las diversas variables macroeconómicas, como las metas de crecimiento y de inflación.
El especialista destacó que en la Ley de Ingresos no se presentaron cambios estructurales y ''seguimos dependientes de los precios del petróleo''. Por ello, dijo que en caso de que el precio del crudo no tenga el promedio estimado se tendrán que hacer recortes al gasto y aumentar los precios y tarifas administrados por el gobierno, lo que tendrá un impacto desfavorable en la meta inflacionaria de 3 por ciento propuesta por el Banco de México.
El impacto de las tarifas eléctricas
Recordó que las tarifas de energía eléctrica consideradas en el índice nacional de precios al consumidor registraron una variación de noviembre de 2002 contra noviembre de 2001 de 35 por ciento, lo que implica un impacto en el índice en el último año de 0.79 puntos porcentuales, del total de 5.39 por ciento del índice general.
El aumento en el gasto, autorizado por el Congreso de la Unión, da la impresión de que se está descuidando la disciplina fiscal y se entró en la tentación de un año electoral, afirmó el analista.
Finalmente precisó que en caso de que se mantuvieran los precios del petróleo en 18.35 dólares por barril, con una plataforma de exportación de un millón 860 mil barriles diarios de crudo en 2003, lo que se obtendría serían alrededor de 9 mil millones de pesos por el efecto del precio.