La UNESCO recomienda destinar al sector por
lo menos uno por ciento
A cultura, sólo 0.53% del gasto público
programable de 2003
Sari Bermúdez rindió informe anual de
labores Analizan reformas hechas por el Congreso
La exención autoral aprobada por el Legislativo
castiga el éxito, acusa Rascón Banda
CESAR GÜEMES
Durante el informe anual de labores que rindiera la tarde
de ayer la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes,
Sari Bermúdez, el secretario técnico Luis Vázquez
Cano informó que el presupuesto de arranque para el subsector cultura
del año entrante será del orden de "5 mil 330 millones de
pesos, que en términos nominales es superior 7.3 por ciento al de
2002", es decir, "0.53 por ciento del gasto total público programable".
Y recordó que el mínimo recomendado por la UNESCO para tal
efecto es uno por ciento, cifra a la cual, dijo, aspiran llegar.
Tras la lectura del informe y a propósito del peso
que se aumentará a los boletos de entrada a los cines, aclaró
Víctor Hugo Rascón Banda: "El famoso peso, que por fortuna
se ganó, puntualizo que es para los productores, no para que el
Estado mexicano vuelva a hacer cine. El cine de Estado ya se hizo en los
años 70 y se hizo bien. Hoy la cinematografía la realiza
la sociedad junto con los productores independientes. Lo que harán
los fondos será simplemente calificar los proyectos, pero el cine
lo realizará la sociedad civil, sin censura".
Contra la censura
Rascón
Banda, titular de la Sociedad General de Escritores de México (Sogem),
cambiando de tema, afirmó que se impugnará la censura a los
narcocorridos, la cual "no proviene de Gobernación, sino
de la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión,
que ya logró convencer a todos los estados norteños y va
con el Bajío. Pues de una vez les digo que vamos a detener esa censura,
porque la libertad de expresión pertenece a las artes y no hay nada
que pueda coartarla".
Continuó el dramaturgo, ya en el terreno de la
exención: "Lamentamos que el Congreso no haya sido suficientemente
sensible para devolvernos la exención autoral que tenemos desde
los aztecas. Nos dio un premio de consolación: la alternativa de
sólo cobrar impuestos a aquellos que ganen más de 20 salarios
mínimos. Bueno, esto beneficia a los nuevos poetas, los noveles
dramaturgos e incipientes narradores que obtienen escasas regalías
porque su obra no ha sido difundida. Pero esa ley castiga el éxito
y el oficio, le pega directamente al escritor que ha logrado comunicarse
con el público y logra ventas para llevar una vida digna. Lo que
buscamos es un país de escritores que puedan vivir de sus regalías
y no tengan que desgastarse con otras ocupaciones ajenas a la creación".
Agregó: "en el camino, en las más recientes
48 horas, se quedaron siete reformas a la ley de derechos de autor que
llevarían al país a la altura de las naciones europeas. El
Senado las aprobó por unanimidad, pero hace menos de un día
esas iniciativas fueron rechazadas por los legisladores del PAN en la Cámara
de diputados. Aunque lo peor fue la puñalada trapera que nos dio
Hacienda, una clara venganza.
"El presidente Vicente Fox había ordenado que se
devolviera en mayo el estímulo fiscal a editores de libros, periódicos
y revistas. Hacienda buscó la manera de vengarse y, cuando se negociaba
dejar o no la exención fiscal, el director del Sistema de Administración
Tributaria se sacó de la manga aplicar el impuesto a las revistas,
y es muy evidente que pretenden sumárselo a periódicos y
libros.
"Es el más grande agravio que hemos tenido, porque
fue traicionero, sin debate. Los legisladores votaron sin enterarse. Ese
gravamen perjudica a todas las revistas, desde luego a las culturales,
pero también a la lectura popular basada en La familia Burrón
o Memín Pinguín. El pretexto fue que era pornografía
lo que se vende en los puestos de periódicos. Y eso es una absoluta
mentira."
Madruguete
Alberto Ruy Sánchez, novelista y director de Artes
de México, refrendó lo anterior: "Fue un madruguete,
un ataque a la cultura. Es un impuesto que afecta sobre todo a las revistas
culturales, y no tanto a las que pertenecen a grandes consorcios de comunicación.
Este nuevo ataque de Hacienda es una más de las venganzas del grupo
enemigo de la cultura que existe en esa dependencia".
En su momento matizó el legislador Florentino Castro:
"La idea no era pegarles a las revistas culturales, pero vamos a revisar
la ley, y desde luego señalo que es susceptible de enmendarse".
En tanto, el poeta Alejandro Sandoval señaló:
"El problema con exentar a quienes obtengan regalías por menos de
20 salarios mínimos no es que afecte a menos ciudadanos, sino que
es un problema de principio constitucional y de equidad tributaria".
El contrapunto a los señalamientos fueron las palabras
finales de Juan José Gurrola para La Jornada: "Quizá
me van a odiar todos los autores, pero creo que ya estuvo bien de vivir
de Chespirito. La Sogem se sostiene de los que meten una buena lana
a la asociación, que son unos cuantos. No quiero con esto depreciar
el talento de nadie para crear, ni el derecho de nadie a organizarse, pero
me parece que en vez de crear perdemos el tiempo en ejercicios legales".