Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 18 de diciembre de 2002
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Espectáculos
El filme plantea al espectador la compleja sicología de un homicida múltiple

Agrada a público y crítica especializada Aro Tolbukhin. En la mente del asesino

Es un falso documental que se realiza a partir de una supuesta entrevista con el criminal

Con varios tiempos narrativos, la película mezcla imágenes reales con reconstrucciones de hechos

MARIANA NORANDI ESPECIAL

A pocos días de su estreno, la película Aro Tolbukhin. En la mente del asesino (España-México 2002) está convenciendo paulatinamente al público mexicano y conquistando a la crítica especializada. Muy alejada de las películas comerciales de asesinos en serie, esta cinta transporta al espectador por la compleja sicología de un criminal, a quien no se juzga ni critica. Unicamente expone, para que el espectador saque sus interpretaciones del acontecimiento.
AROfilamacion ok
Escrita y dirigida por Agustín Villaronga, Lydia Zimmermann e Isaac P. Racine, narra la historia de un personaje real llamado Aro Tolbukhin (Daniel Giménez Cacho), de origen húngaro, que es detenido en Guatemala, en 1981, por haber quemado a siete mujeres vivas en la enfermería de la Misión del Divino Redentor. Durante sus declaraciones, se autoinculpa de haber matado a cinco mujeres más, de haber calcinado sus cadáveres y de haber asesinado a 17 jóvenes embarazadas. Este personaje, que en un principio podría representar una buena carnaza para la industria hollywoodense para crear otro criminal al estilo Hannibal, de El silencio de los inocentes, en manos de estos realizadores adquiere un significado distinto.

Drama, misterio y simbolismo

Envuelta en una atmósfera estética y dramática, misterio, contemplación y simbolismo muy al estilo Villaronga, la película invita a viajar por la mente de un homicida múltiple. Periplo en el que el pasado es parte del presente, la vida y la muerte forman una inseparable dualidad y el mal se funde con el bien en un complejo dilema moral. Pero si el fondo es inusual, más lo son las formas utilizadas en la realización de esta cinta. A partir de una supuesta entrevista a Tolbukhin, efectuada por documentalistas franceses antes de su ejecución en el penal de alta seguridad de Pavón, se realiza un falso documental en el que imágenes reales se mezclan con reconstrucciones dramáticas de hechos verídicos. Con diversos formatos fílmicos y una cronología narrativa entrecruzada, se va reconstruyendo la vida del protagonista. La complejidad de la película es evidente: el rodaje se llevó a cabo en locaciones de Guatemala, México, Francia, España y Hungría; se usaron varios formatos de grabación; los tiempos narrativos son un rompecabezas que el espectador tiene que ir armando, y la trama se sumerge en la faceta humana de un criminal en serie. Estos retos sientan las bases de un arriesgado proyecto que finalmente logra una acertada realización. Algo muy loable en un momento en el que el cine sufre cierta pereza a la hora de correr grandes riesgos.

La opinión de los espectadores

Pero, ¿qué opinan los espectadores? Hicimos un muestreo de opiniones a la salida de una sala de exhibición, y más de 90 por ciento de los encuestados afirmó que Aro Tolbukhin es una producción de calidad.

Marco Antonio Lozano, de 21 años de edad y estudiante de preparatoria, dice: "Me pareció sensacional cómo trata la vida de un asesino que siempre pensó en su hermana. Me llamó mucho la atención que la relación con su hermana haya influenciado en la forma en que mató a las mujeres".

Carlos Eusebio Ramírez, arquitecto, 52 años: "Me confundí un poco con las imágenes reales y las ficticias, pero es una película para disfrutar e ir desmenuzando cada etapa de la vida de este asesino. También me gustaron los paisajes y cómo muestran la prepotencia de los militares durante la guerra civil en Guatemala".

Fernando Pérez, 24 años, estudiante de informática: "Me gustó, pero me queda la duda de si realmente mató a las demás mujeres o se inventó todo".

Josefina Candelejas, 48 años, ama de casa: "Me pareció muy interesante, porque trata la vida de un asesino sin mostrar sangre ni muertos. Además, te hace reflexionar mucho sobre el comportamiento de los seres humanos".

Francisco López, 23 años, estudiante de ciencias aduanales y comercio exterior: "Me gustó, pero fue un poco tediosa y complicada, porque la cronología de la película está desordenada".

Enrique Vizcarra, 23 años, estudiante de administración de empresas: "Está muy bien, porque tiene una forma de narrar que no es hollywoodense y porque después de verla te entran ganas de investigar más sobre ese Tolbukhin".

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