Con Marta Sahagún, organiza posada en
Los Pinos para niños de escasos recursos
"Fue un año difícil", admite Fox
JUAN MANUEL VENEGAS
"¡Vamos a alegrarnos todos juntos!", exclamó
el presidente Vicente Fox Quesada, al tiempo que tomó de la mano
a los niños que lo rodeaban para correr tras la piñata, que
él mismo rompió... y ya entrado en la fiesta, no se contuvo
de aventarse en pos de la fruta que buscaban los pequeños.
Así despidió Fox este año que, aceptó,
"fue difícil", por lo que debió hacer un reconocimiento a
todas las familias y "a cada uno de los mexicanos y mexicanas por el enorme
esfuerzo" que hicieron durante 2002.
Por lo demás, anunció que a partir de este
viernes suspenderá las actividades públicas. Luego de que
por la tarde concluya una gira de trabajo por Michoacán, se irá
a su rancho en Guanajuato, donde permanecerá hasta el próximo
6 de enero.
Fue
ayer en Los Pinos tarde y noche de fiesta. De abrazos y buenos deseos de
que el próximo año sea "exitoso"; de bendiciones del Presidente
y de su esposa, Marta Sahagún de Fox, a todos los mexicanos. Y también
momento de dar "gracias a Dios"... ella, por la oportunidad "que nos da
de servirle y de estar rodeado de todos ustedes (los cientos de invitados)".
El mandatario, por "la oportunidad que nos da de estar aquí, ¡en
estas fiestas!"
Y "¡vamos juntos a alegrarnos!". Porque como hace
un año, a iniciativa de la señora Sahagún, las puertas
de Los Pinos volvieron a abrirse para cientos de niños y personas
de la tercera edad, en un acto que la esposa del Presidente quisiera convertir
en una "auténtica tradición popular" de fin de año.
Lleva ya dos y, comparada con la de 2001, esta vez sí
que hubo respuesta a la convocatoria: el jardín de la residencia
oficial, conocido como La Hondonada, apenas fue suficiente para albergar
a los cientos que se dieron cita, convidados también a una cena
en la que hubo todo lo que en estas fechas se acostumbra.
No faltó la pastorela en el improvisado escenario
montado -otra vez- a las puertas de la que fue la residencia "Miguel Alemán",
ahora reconstruida y rebautizada como el despacho presidencial "Francisco
I. Madero".
Todo acorde con los nuevos tiempos. Como la misma puesta
en escena, titulada Hoy, hoy, hoy... nacerá un chiquillo en Belén.
Todo, pues, al gusto y festejo de los nuevos inquilinos de Los Pinos.
Hay niños de escuelas públicas, huérfanos
de las diversas casa-hogar, con discapacidad, enfermos de cáncer...
todos los grupos seleccionados desde la oficina de Marta Sahagún,
que es la única organizadora, apoyada en los patrocinios que en
esta ocasión brindaron la Fundación Telmex, Leche Alpura,
la Universidad Insurgentes, Jugos del Valle y Condvit, entre otras instituciones
y empresas.
Todo lo demás es fiesta, a la que el presidente
Fox es el primero en entrarle de lleno, presuroso. El mismo marcó
la pauta cuando pidió a su esposa dar un mensaje "rápido,
porque ya todos queremos irnos a la posada". Así lo entendió
ella y así lo hizo él también.
Pocas palabras. Las indicadas para el momento... "y que
Dios los bendiga! ¡Y vámonos a la piñatas, vámonos
a la posada, vamos a alegrarnos todos juntos!"
Y corrió con su esposa al lado y los niños
tomados de la mano a romper la piñata.