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EN 15 AÑOS, HUNDIMIENTO DE 3 METROS EN LA ZONA
DEL AICM
En los 15 años recientes se ha registrado un hundimiento
regional, sobre todo en la zona del lago de Texcoco, de aproximadamente
tres metros, "que sí puede afectar algunas operaciones del Aeropuerto
Internacional de la Ciudad de México (AICM) por ser parte de toda
la zona nororiente del Distrito Federal", señaló ayer Enrique
Martínez Aguilar, subdirector de Operaciones de la terminal aérea.
Dijo que las autoridades aeroportuarias realizan un registro constante
de las pistas, de su nivel, y con base en esos estudios y análisis
se efectúan los trabajos de rehabilitación año con
año, que consisten en la reposición de la parte superior
y la renivelación propia de las pistas, para que estén en
condiciones operativas óptimas. La seguridad no se soslaya, señaló,
ya que es el punto número uno para evitar algún problema
o incidente en llegadas o salidas de aeronaves. Explicó que a principios
de 2003 se va a trabajar en todo lo que se refiere a la rehabilitación
general de las descargas del drenaje y también el desazolve, e hizo
énfasis en que el hundimiento del subsuelo en esta parte del valle
de México es un fenómeno que se observa en todo el Distrito
Federal. Además, recordó que la actual infraestructura física
del aeropuerto metropolitano se llevó a cabo poco a poco durante
los últimos 50 años, por lo que "hay zonas de las pistas
con estructuras más pesadas y trayectos más acordes a la
realidad, por lo que lógicamente los hundimientos y pesos son diferentes,
pero es algo que está completamente controlado con las obras de
rehabilitación y de drenaje".
86 JOVENES BILINGÜES ORIENTAN A PASAJEROS DEL
AEROPUERTO
Con sus inconfundibles chamarras grises, que los identifican
ante los usuarios de los diversos servicios de orientación que prestan
a los usuarios del Aeropuerto Internacioal de la Ciudad de México,
reaparecieron ayer por todas las instalaciones de la terminal aérea
86 jóvenes bilingües, quienes bajo el programa Amigos atienden
principalmente a los trabajadores migrantes mexicanos que retornan de Estados
Unidos y Canadá para pasar el fin de año al lado de sus familiares.
Los "amigos", como les dice la gente, están atentos a resolver cualquier
problema de orientación que requieren los usuarios, por ejemplo,
indican dónde se localizan los mostradores de las aerolíneas
para registrar los boletos de avión; por qué puerta deben
ingresar a las salas de espera, y dentro de las mismas, la ubicación
de las salas para abordar las aeronaves; checar si los boletos, los pasaportes
y los documentos necesarios para salir del país están en
regla; ayudar a los paisanos que regresan al país a realizar los
trámites migratorios y aduanales y, sobre todo, recomendarles tener
cuidado con sus equipajes y no ser sorprendidos por taxistas piratas. El
trabajo de este equipo de muchachos, de entre 18 y 25 años, que
en general además de español hablan inglés y algunos
francés, empieza desde las 8 de la mañana y termina a las
10 de la noche. En ese lapso, cada joven atiende en promedio a 125 personas
al día. Aseguran que en esta temporada navideña aumentará
30 por ciento el número de viajeros que soliciten atención.