Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 23 de diciembre de 2002
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Cultura
REPORTAJE /CONTRACORRIENTE

Por medio de su trabajo busca el desarrollo del homo ludens

Jörgen Nash, el danés que bajó el arte del pedestal

Con más de 45 libros de poesía, novela y ensayo, y 100 exposiciones individuales montadas en el mundo, buscó en los 40 tender un puente entre la pintura contemporánea y el arte popular; a finales de los 50 militó en la Internacional Situacionista, y a principios de los 60 fundó el grupo Spur. Es el incansable Jörgen Nash, controvertido además por sus happenings y performances

CARLOS PAUL

A sus casi 83 años su espíritu artístico y festivo todavía se refleja en los incesantes movimientos de sus manos y su rostro siempre sonriente. Entre las ''acciones artísticas'' que acrecientan su leyenda está el hecho de haber cortado la cabeza a la escultura de la Sirenita, símbolo nacional de Dinamarca, lo que provocó, en su momento, una revisión del nacionalismo e identidad danesa.

En la Segunda Guerra Mundial participó con su hermano, el famoso pintor Asger Jorn, en el movimiento de resistencia contra la ocupación nazi en la nación escandinava, y estuvo preso un año en uno de los más terribles campos de concentración de Berlín.

Su labor como artista del happening y el performance ''siempre fue una provocación al establishment político y artístico contemporáneo''.

Es autodidacta y ha ejercido, entre otros oficios, los de campesino, obrero, sindicalista, empleado de circo y editor de revistas.

Se trata del escritor, pintor y cineasta danés Jörgen Nash (1920), considerado uno de los primeros poetas modernistas de su país, que introdujo el movimiento beat en Suecia y Dinamarca a través de reseñas, ensayos y transmisiones de radio, además de traducir al danés a autores como Jacques Prevert, Benjamin Peret, Dylan Thomas, Bertolt Brecht, Federico García Lorca, Ezra Pound y T. S. Eliot, entre otros.

Nash estuvo de visita en México y ofreció un recital de su trabajo poético el martes 11 de diciembre en la Casa del Poeta, acto en el que estuvo como invitado el también poeta y último representante beat Lawrence Ferlinghetti. Para muchos de los ahí presentes el encuentro fue único.

La entrevista con Nash para La Jornada -con la amable traducción de Andrés King Cobos- es más bien un collage de anécdotas y referencias no lineales que se alargan o acortan, que se desvían de un tema a otro. No hay una conversación propiamente dicha, pues antes de poder formular la primera pregunta ataja: "He estado en México en siete ocasiones y las mujeres más hermosas en el mundo son mexicanas; además tienen aquí la mejor cerveza", suelta sonriendo Nash, quien también recuerda que en 1985 expuso en el Museo Carrillo Gil y que La Jornada le dedicó dos paginas.

Luego de aludir a Octavio Paz y su interés por la poesía escandinava, el creador muestra el título de uno de sus poemarios: El rebelde en nuestra sangre roja, volumen que "llegó a vender más de 12 mil ejemplares, cifra importante si se considera que Dinamarca es un país con 5 millones de habitantes''.

Nash tiene más de 45 libros entre poesía, novela y ensayo, y ha sido traducido a 16 idiomas, incluido chino, hebreo y griego. Como pintor ha realizado más de 100 exposiciones individuales internacionales y su obra está representada en 35 museos del mundo.

Sin embargo, su trabajo también es reconocido por su participación en los años 40 en el movimiento Cobra (nombre derivado de las primeras letras de las tres ciudades europeas que participaron en él: Copenhague, Bruselas y Amsterdam), cuyo principal afán, en ese entonces inusitado, fue el de tender un puente entre la pintura contemporánea y el arte popular, característica que hasta la fecha marca la obra pictórica de Nash.

''Aunque sólo estuve pocos años en ese movimiento, la idea era reunir el modernismo y el arte popular; fue una lucha en contra de la academia''.

Nash también formo parte del ''controvertido grupo artístico de izquierda radical'' Internacional Situacionista (IS), fundado en 1957 en París por su hermano Jorn y el cineasta Guy Debor.

''El grupo nació al tiempo que el movimiento beat, sólo que éste en Estados Unidos y aquél en Europa, ambos con la finalidad de romper la distancia entre el espectador y el artista y así conjuntar una mayor participación entre ambos. La idea era bajar al arte del pedestal y confrontarlo.'' El grupo Situacionista además fue precursor e inspirador de consignas libertarias durante el movimiento de 1968 en Francia y otras partes de Europa.

''La principal consigna que teníamos en la IS -explica el creador- era ser un homo ludens, pues hubo una etapa en la que el capitalismo y el comunismo corporativo eran la misma cosa, querían destruir al homo ludens. Ambas ideologías tenían como base al ser humano como un ser útil, pero el arte, la poesía, la literatura y la pintura no se enclavan en lo utilitario. Es como el canto de los pájaros: no se puede hacer dinero con el canto de los pájaros. Ahora con la globalización todo está muy mal, pues lo que hemos visto en los últimos 15 años, incluyendo la democracia, es que la gente rica se hace más rica y la pobre más pobre.

''En Escandinavia -salta Nash- estamos saliendo de una crisis desde el punto de vista literario. Ahora se dice que ser poeta es bueno. En Suecia he vivido más de 40 años, un tiempo en Japón, un año en París y, si reúno mis estancias en México, puedo decir que he vivido un año aquí. Siempre que viajamos mi esposa Lis Zwick, quien también es pintora, y yo siempre estamos trabajando sin importar dónde estemos''.

La ruptura de Nash con el grupo IS -explica King Cobos mientras el artista muestra algunas de sus serigrafías- "se debió, entre otras cosas, a que Nash se inclinó más por la imaginación y la creatividad que por el aspecto profundamente teórico-político de los franceses. Algunos hasta llegaron a decir que se debería dejar de hacer cosas artísticas".

De esa ruptura nace el grupo Spur, que también fue censurado en Alemania, por lo que tuvo que trasladarse a Skona (sur de Suiza), donde el poeta danés fundó en 1962, con el apoyo económico de su hermano Asger Jorn, el Bauhaus de talleres situacionistas Drakabygget (Nido de dragones), por donde han pasado cientos de artistas de diversos países y condiciones: disidentes, refugiados, perseguidos y marginados, y que hasta la fecha sigue operando.

''Lo paradójico del grupo Spur -comenta Nash- es que la mayoría de aquellos outsiders se convirtieron en maestros académicos en Alemania. Uno de ellos hasta llegó ser senador.

''Entre mis preocupaciones -aborda el artista, ahora sin sonreír- está que George Bush es míster nadie y está loco, como lo dijo Ferlinghetti en La Jornada. Estados Unidos tiene cerca de 100 bases militares alrededor del mundo y sus reservas petroleras están muy reducidas. Y como yo lo veo es un imperio desesperado, que al igual que el romano, estoy seguro, va a caer. Si inicia la guerra contra Irak, aquello va ha ser una enorme catástrofe para toda Europa. Es increíble que Estados Unidos, el más grande terrorista, comience una guerra contra el terrorismo.''

Entre los ''controvertidos" happenings y performances que realizó Nash junto con otros artistas (más de un centenar alrededor del mundo) destaca cuando irrumpió con cohetes, flautas, confeti y mantas en el teatro donde ante la aristocracia danesa se representaba la ópera Madame Butterfly, justo en el momento en el que la heroína está a punto de aceptar al almirante de Estados Unidos. ''Tal protesta se dio en la época de mayor beligerancia y contra la guerra de Vietnam''.

Otro, "lleno de humor, lirismo y provocación'', fue el que luego se denominó Franco asesino. ''Ese -interviene Andrés King- lo hicimos en el auditorio de un politécnico muy grande en Dinamarca. El espacio lo llenamos con toda clase de basura representativa de una sociedad de consumo. Había un grupo de jazz y otro de rap tocando. Otros bailábamos mientras Jörgen pintaba. Entonces el grupo de artistas mexicanos nos empezamos a encuerar. El público, que era como de mil personas, dijo ¡qué es esto!, ¡qué onda! Luego empezamos a quitarle la ropa al público y ya que llevábamos como unas 350 personas encueradas, las empezamos a pintar con la pintura que Jörgen arrojaba. En un momento determinado agarré un pollo y le corté la cabeza. Se lo di a Nash y él se puso a escribir en los muros, con la sangre del pollo: 'Franco asesino', 'Franco asesino'. Aquello era todo un irigote, todos pintados de rojo, la sangre, el baile y la música, cuando de repente se lanzaron personas de la Sociedad Protectora de Animales, maoístas, troskistas, a tratar de quitarle el micrófono a Nash, quien leía un poema, con el propósito de parar el espectáculo. No sé si nos les gusto o no lo entendieron, pero tuvo que llegar la policía y llevarnos''.

Sin embargo, continúa King Cobos, ''aquello en verdad fue muy importante, pues con ese trabajo y luego con una serie de artículos que escribió Nash en la prensa se logró que los países escandinavos intervinieran ante el gobierno español para revocar la sentencia de muerte de 16 anarquistas vascos.

''Llegó un momento -recuerda Jörgen- en que en los medios se discutía qué era más importante: si la vida de los pollos o la de los anarquistas, y se preguntaban: Nash está loco o la sociedad está loca.''

Otra de sus "acciones artísticas", conocida en todo el mundo, fue cortarle la cabeza a la escultura de la Sirenita, símbolo nacional de Dinamarca, hecho que casi le cuesta la vida a Nash. ''Como artista -comenta el autor- quise reproducir y comprobar las tesis sobre comunicación de Marshall McLuhan, a quien leía en ese entonces.'' Aquello provocó que fuera perseguido, vigilado por la policía día y noche sin poder hacer ningún happening, pero también, por diversos sectores, ''una revisión seria del nacionalismo y la identidad danesa''.

Ahora a Jörgen Nash, quien dice haber estado enfermo sólo 6 días en toda su vida, no le interesa realizar ningún happening. Se dedica principalmente a la poesía, a la pintura y a realizar documentales, de entre los cuales destaca Tatuajes indelebles.

El 21 de septiembre fue inaugurado en Suecia un museo con su obra y nombre. Al cuestionarle qué significa para él ese reconocimiento, sencillamente comenta sentirse contento.

Nash cumplirá 83 años el 16 de marzo, fecha en la que -adelanta para La Jornada- ''tendré una magna exposición en Copenhague y estrenaré el documental Ahora sonríe mi corazón, sobre la vida del poeta francés René Char. Su duración es de una hora, pero tengo filmadas más de 50. Y para cuando cumpla 84 mi editor quiere publicar la segunda parte de mis memorias, las cuales llevarían el mismo nombre: Ahora sonríe mi corazón".

Jörgen Nash, activo homo ludens apenas se despierta, "pirata en el mar del arte y la literatura", experimentado, incansable e intuitivo "luchador criminal" de la última mitad del siglo XX, "que usa el arte y la cultura para transgredir fronteras artísticas", hace una pausa para concluir: ''Para mí, el arte y la poesía son el aliento vital para no estar encarcelado en el materialismo. Por un arte que no sea ajeno a la vida, es mi consigna".

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