Crearán la Fundación Policial de
la Ciudad de México
Marcelo
Ebrard, secretario de Seguridad Pública del DF, anunció la
creación de la Fundación Policial de la Ciudad de México,
luego de la ceremonia en honor de los 25 policías que han muerto
en lo que va del año. Con los recursos de la fundación, dijo,
se pretende mejorar la calidad de vida de los uniformados, a quienes se
les otorgarán apoyos económicos, como préstamos de
vivienda, y se indemnizará a las familias de los policías
que murieron en el cumplimento de su deber.
La fundación, explicó, se forma con la sociedad
civil y contará con un patronato del cual la Secretaría de
Seguridad Pública del DF formará parte. Los recursos que
se recauden se destinarán a los mejores policías, "porque
el trabajo policial conlleva un riesgo mayor y las prestaciones que tienen
son similares a las de los trabajadores del gobierno de la ciudad. Es increíble
que un policía no sea sujeto de un crédito de vivienda",
expuso Ebrard Casaubón.
El funcionario señaló también que
las leyes deben endurecerse y no ser tan permisivas con el delincuente,
porque si matan a un policía y el responsable es menor de 18 años,
dura encerrado dos años y sale bajo fianza o le reducen la pena.
Además cuenta con la preliberación porque, añadió,
se juzga más duro la conducta del policía que la del delincuente.
En la celebración del Día del Policía
reconoció que los ciudadanos no tienen confianza en los elementos
policiacos, por lo cual dijo que a partir del próximo año
irán a la universidad para capacitarse. Los cursos de Aplicación
de la ley, Etica y Trato con la comunidad los tomarán en la Facultad
de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México
y en la Universidad del Valle de México.
Dichos cursos serán en tres módulos porque
existen muchas dudas sobre cómo aplicar la ley, hasta donde pueden
utilizar la fuerza y qué limites tienen, así como sus respaldos.
En las cuestiones de ética los policías verán la integración
familiar y, finalmente, cómo tiene que ser la relación con
la comunidad, porque un policía no ve al ciudadano común,
sino a quien puede ser un delincuente.